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“A Abigail la sueño siempre, hubiese preferido que él me mate a mi”

Carla Orellano, condenada a prisión perpetua por la muerte de su beba, Abigail Tortello, habló por primera vez tras el juicio en el que cree que pesó más la presión social. Asegura que no fue escuchada como una víctima de violencia de género “Mi lucha recién comienza”

  • 12/02/2016 • 07:00

Desde la cárcel, Carla brindó una extensa entrevista a TiempoSur, bajo la premisa de ”contar mi verdad”, una versión contrapuesta con la de Carlos Tortello, padre de la pequeña Abigail, quien también está condenado a prisión perpetua. Para la justicia está claro que la violencia en la relación de pareja fue un factor determinante para malograr a la bebe, Pero el fallo no establece quién de los dos le propinó los golpes.

Abigail falleció el 26 de abril de 2014 luego de luchar cinco días por su vida en el hospital Regional. La beba había llegado ahí luego de que su padre alertara que mientras la bañaba se le había caído de la mesa. Más tarde se constatarían severas lesiones de las que no se recuperó.

El caso puso en tela de juicio al sistema de protección de la niñez, ya que la familia estaba judicializada y contaba con operadoras que advirtieron que la beba corría peligro en su casa. Cuando aún Abigail estaba con vida en Terapia Pediátrica, TiempoSur se entrevistó con la entonces responsable de Niñez de la Municipalidad, María EmiliaLozano, quien confirmó que la fatídica mañana, Carla se encontraba frente a ella en la Oficina, iniciando una exclusión el hogar para Torlleo por violencia. Cuando esa charla de desarrollaba, a Lozano le comunican que la beba acababa de ingresar al hospital con su papá y en gravísimo estado.

“El día que paso todo con Abigail, cuando cayó a terapia, ese día parte mía se fue con ella. No encuentro consuelo, es un dolor inexplicable y más de la manera que yo la perdí” dijo Carla para comenzar la charla, agregando que “mi consciencia está muy tranquila, porque gracias a Dios se cómo fui como mamá, lo que sí tengo que decir es que esto no fue justicia. Yo era una víctima de violencia de género”

Consultada respecto de cómo era el manejo de las operadoras (sobre algunas de ellas pesa una causa judicial) Carla indicó que “los primeros meses cumplían un horario, pero a algunas no les importaba nada, no estaban pendientes, miraban tele, estaban con su celular y en situaciones en las que él me levantaba la mano o lo veían llegar alcoholizado, no lo comunicaron” incluso “hubo ocasiones en las que se quisieron ir con la bebe y con él y yo los amenace con la policía” sin embargo “sólo una de ellas fue la que puso en un informe la violencia que yo sufrí”

Carla relató que su pareja estaba obsesionado con la posibilidad de que ella hubiera dejarlo, algo que dice, ella le planteo varias veces. “Él no me dejaba ni un minuto sola, no es que él le hacía cosas a mi hija y yo lo toleraba, sino que se enojaba  y se la llevaba a la pieza o nos metía a las dos y nos encerraba para que las operadoras no ingresaran”.

IAgregó que incluso “y no me da vergüenza decirlo porque es mi momento para hablar, cuando el quería tener relaciones y yo no siempre me decía palabras horribles de que estuve con otro”

El 20 de agosto, Carla tenía una reunión en Niñez a la que había sido convocada por una trabajadora social y la psicóloga del equipo técnico, luego de que detectaran el sometimiento del que era objeto por parte de Tortello.

“Ese día yo salgo a la mañana para ir a Niñez, yo tenía una entrevista con el grupo técnico que me había solidado la asistente social y ese día me fui con la operadora el turno de la noche, esa fue la única que estuvo respetando lo que fue el horario hasta las ocho de la mañana. Ella me va a dejar a Niñez y en casa no había operadora porque su relevo no llegó nunca” por lo tanto quedaron Abigail y su otro hijo al cuidado de Tortello.

En Niñez “le iba a hacer una denuncia porque me animaron las asistente social y la psicóloga porque veían lo que estaba pasando y los episodios violentos. Yo antes no me anime a hablar4 porque él me amenaza de que si yo me separaba o lo separaba de su hija, él me iba a matar con mi familia adentro” agregó Carla.

“Cuando me logre abrir les dije que lo único que yo quería era que lo saquen de mi casa. Estar sola con mis hijos. Cuando salgo de ahí me llega un mensaje de él que decía “atenderme la concha de tu madre”. Lo llamo y atiende mi mama y me dice que él estaba en el hospital”

Cuando llego al Regional “lo veo en el pasillo sentado y agarrándose la cabeza y ahí es donde le dije, qué fue lo que paso?  y me dice que la estaba bañando y ‘se me cayó de la mesa’”

Carla se quiebra y reconoce que “no es fácil estar viva para contar esto, hubiese preferido estar muerta o en el lugar de mi hija”. Sigue con su relato y recuera que “cuando fui a Terapia y la vi así casi me muero. El médico me decía que tenía esto y aquello y yo no entendía nada”

En ese momento la noticia de una beba internada por maltrato infantil  corría a través de Facebook y rápidamente algunas personas comenzaban a organizarse para realizar escraches en el hospital y en su casa

“No entendía. La policía me saco del hospital porque la gente se levantó, no entendía nada fue todo el mismo día que yo fui a hacer lo que tenía que hacer para que los saquen de mi casa”

En todo momento Carla advierte que nunca vio a su pareja pegarle a la beba o a su otro hijo, pero “yo puedo ahora confirmar de que él no sé si se irritaba con la bebe, pero sí hizo esto para vengarse de mi hubiese preferido que me matara a mí.

Hoy, al dar esta entrevista “yo no salgo con ningún fin porque mi hija no va a volver pero si Dios me puso acá aun siendo inocente, esta lucha para mi recién comienza,  yo por Abigail voy a seguir peleando y esto va a salir a la luz”

TiempoSur le recuerda entonces que la versión de su ex pareja dice que, en realidad, ella maltrataba físicamente a la bebé y el consintió por temor a denunciarla.

“El informe del psicólogo dice que yo era víctima de violencia, que estaba sometida, entonces en qué cabeza cabe que él me permitiera hacer una cosa así?” se pregunta, asegurando, empero que su abogado apeló el fallo del 3 de noviembre.

“Yo ponía las manos en el fuego de que en el juicio iba  a haber justicia, cuando me encontré con una perpetua me quería morir” manifestó Carla recalcando que “yo no me encontraba en la casa el día del hecho. Los jueves conmigo se equivocaron por la presión social, todo lo que se dijo. No fue justicia. No se me escucho lo que yo padecía, no es victimizarme pero si estas personas hubiese hecho algo en el momento que deberían haberlo hecho no hubiese tenido este desenlace” insiste.

Todos los fines de semana, el hijo que tuvo con una pareja anterior la visita y en su celda puede verse los dibujos que le deja, en los que retrata imágenes de familia, de vida juntos.

“Tengo muy buena relación con su papá. Mi hijo tiene 9 años y, si yo fuera lo que todos dicen no vendría. El llora acá y a veces contengo mis lágrimas porque no quiero que se vaya mal. Trato de estar las dos horas que tenemos bien, hablar, jugar un rato”

“Este es un dolor que no se va a cerrar en mi vida, no pude despedir a mi hija porque la gente no me lo permitió. La sueño siempre porque la anhelo, yo los proyectos que tenía era verlos crecer, festejarles su cumpleaños, hacer cosas juntos”

Ya sobre el final de la charla Carla se apoya en una carta que escribió para no olvidarse e insiste con que no dejemos estas líneas afuera: “Mi lucha no termino, aún sigue y esta es mi verdad…Yo no quiero nada, que la gente diga que me hago la víctima, yo no gano nada, solo quería que alguien me escuche, quiero una justicia digna, no es que yo no hice nada , yo pedí que me ayuden y nadie hizo nada ni vio nada, esperaron que pase el desenlace y me crucificaron como la peor”.

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