Política

Mientras los diputados discutían, manifestantes les bloquearon ducto con cubiertas incendiadas

La Legislatura volvió ayer a ser escenario de hechos de violencia, que terminaron con trabajadores lesionados. La discusión entre el oficialismo y la oposición terminó con el levantamiento de una sesión clave, en la que, según Cambiemos, el FPV no tenía ni quórum ni despachos de comisión  legítimos.

  • 27/05/2016 • 08:26
Los diputados levantaron la sesión en medio de escándalo
Los diputados levantaron la sesión en medio de escándalo

El malestar venía desde el miércoles, cuando luego de haber participación de una extensa reunión en el plenario de omisión a la que asistió el ministro de Economía, Juan Doninni, la oposición se enteró que habían dado despacho sin su aprobación al proyecto girado por el Ejecutivo para pedir autorización para un endeudamiento de hasta 10 mil millones de pesos.

Esa polémica llegó hasta ayer, cuando se suponía que a las 09:00 los legisladores volverían a reunirse para discutir si ese proyecto llegaría al recinto, pero sucede que, según denunciaron desde la oposición, cuando llegaron la iniciativa ya tenía “despacho”.  

A esto se sumó que el oficialismo habría querido iniciar el debate con 13 diputados, pero resulta que uno, José Bodlovic, no contaba para la oposición porque estaba presidiendo la sesión, ya que Pablo González debió hacerse cargo del Ejecutivo.

Mientras los parlamentarios estaban en plenos dimes y diretes, afuera se agolpaban los trabajadores nucleados en los gremios que componen la Mesa de Unidad Sindical, para impedir que se aprobara lo que calificaron de “tarifazo”, relativo a la modificación del Código Fiscal de la Provincia, cuya última actualización fue hace más de cuatro años.

Sin embargo, las declaraciones de los dirigentes gremiales tenían otro tono; decir que en realidad los enfrentamientos se estaban generando porque las autoridades de la Cámara de Diputados les habían denegado el ingreso para presenciar la sesión.

TiempoSur pudo observar que esos enfrentamientos se dieron con el personal de Seguridad de la Legislatura, quienes, tal como lo testimonian varios videos que circulan por las redes sociales, habrían permitido el ingreso de un reducido grupo de docentes, aparentemente dos, a quienes ya dentro del acceso, habrían agredido físicamente (ver foto más abajo).

Esto provocó el desmadre y que al menos tres manifestantes ubicados en segundas filas, arrojaran el contenido de los termos, quemando con agua hirviendo incluso a quienes estaban más adelante.

Cuando ingresaron los primeros manifestantes, sorteando la puerta lateral de la Legislatura, quedando detrás del vallado. Una mujer del área de seguridad tomó un matafuegos con el que roció a los manifestantes, que ya habían comenzado a agolparse contra las rejas, con insultos, golpes y piedrazos.

En ese ínterin, hubo manifestantes y trabajadores de la Legislatura que resultaron quemados con agua hirviendo y otros incluso llegaron a trenzarse en el sinsentido de un cuerpo a cuerpo.

Tras unos minutos en los que la cosa pareció calmarse, hubo un reverdecer de la efervescencia y entonces, a piedrazos, se bajó por completo el ventanal del primer piso ubicado a espaldas de los diputados.

De inmediato, se les ocurrió que sería buena idea frenar la sesión llenando de humo negro el recinto y así fue que colocaron siete neumáticos contra la toma de un ducto de la calefacción central, lo que provocó que, en cuestión de minutos, los diputados comenzaran a levantarse de sus bancas en medio de una densa humareda que les dificultaba la respiración.

Lo más grave fue que, pegado al ducto y también en medio de las llamas, estaba el nicho de gas, por cuanto el riesgo que se corrió de una explosión resultó inminente, hasta que un trabajador de la Cámara cerró la llave del suministro.

Dentro del recinto, un griterío común de recriminaciones y pedidos para que José Bodlovic, que estaba a cargo de presidir la sesión, la diera por terminada, resultaban de colorario de la salud de la que goza hoy la institucionalidad en Diputados.

Mestelán movía la cabeza en forma negativa y en sus labios se podía leer “una vergüenza, esto es una vergüenza”. Reyes, al grito de “Señor Presidente termine la sesión”. Lozano, fuera de sí, tomándose la cabeza a la viva voz de “no les importa el pueblo, son inescrupulosos”. Gardonio en tono desafiante diciéndole frente a frente a Arabel que “con Pablo González no me siento nunca más”, al tiempo que Terraz acotaba algo por la nuca y así la desazón se replicaba en otras escenas más contenidas de gente que tomaba su boca y nariz mientras aceleraba el paso y se perdía en la humazón.

Muchos permanecieron en sus despachos, pero quien salió de inmediato a encontrarse con la prensa fue Blassiotto, quien, al ser consultado sobre los desmanes fuera de la Cámara, dijo: “Yo lo desconozco porque yo estaba arriba en la sesión, vi humo que creo que era de goma”, sin embargo, no dudo en advertir con absoluta seguridad que “hubo represión porque acá claramente hubo gases lacrimógenos”.

Esto fue absolutamente desmentido por el Gobierno Provincial, que al cierre de esta edición y luego de que también otros dirigentes como Juan José Ortega (Judiciales) hablaran de “represión” y de “algunos compañeros con los brazos quebrados en el hospital”, emitió un comunicado oficial contra las “malintencionadas versiones sobre una supuesta represión”.

La Secretaría de Estado de Seguridad de la Provincia informó que “no hubo represión de ningún tipo sobre los manifestantes” y que los hechos ocurrieron cuando los manifestantes “intentaron un violento ingreso” a la Legislatura, “continuados con daños al edificio que fue apedreado y sufrió la quema intencional de cubiertas sobre los ductos de ventilación, hecho que produjo no solo el ingreso de monóxido de carbono al interior del recinto, sino que también, puso en serio riesgo la integridad de los presentes ante la potencialidad de producirse un incendio”.

Asimismo, esta Secretaría se solidarizó “con las personas damnificadas en estos irracionales sucesos y el personal de la fuerza que debió ser atendido por la inhalación de monóxido de carbono por la quema de cubiertas en el sector mencionado”.