Juez denunció penalmente a la Directora del Centro de Salud Mental

De un tiempo a esta parte la provincia de Santa Cruz viene atravesando su transición luego de la reglamentación de la nueva Ley de Salud Mental, pero con frecuencia hay  escollos que, como en este caso, desnudan lo endeble del sistema para usuarios sin recursos económicos ni emocionales para luchar por sus derechos. Es allí donde la justicia: defensores y peritos, entran en pleito con quienes ostentan la responsabilidad política de que la ley sea inclusiva.

Este es el caso de Henry, que en 2009 fue condenado a una década en prisión por el asesinato de otro indigente, a quien ultimó a golpes en marzo de ese año.

Perdido por un alcoholismo crónico que lo acompañó al momento del crimen y lo persigue hasta estos días, Henry no pudo luego sostener el beneficio de las salidas transitorias cuando se cumplió más de la mitad de su condena.

Fue así que entonces el juez de la Cámara Criminal de la Primera Circunscripción, Joaquín Cabral, -al no haber Juzgado de Ejecución, en Santa Cruz sigue el cumplimiento de las detenciones el mismo magistrado que juzga- determinó que Henry no saliera de su arresto.

Intento de suicidio e internación

Sin embargo, hace algunas semanas el hombre tomó la cinta albiés que envuelve la costura del colchón de su celda. Se puso el lazo al cuello e intentó ahorcarse. Allí empezaría un periplo médico judicial que estalló en un verdadero escándalo en el Centro de Salud Mental.

Fue llevado a esa institución el 4 de abril. Ese día un equipo de peritos del Tribunal Superior de Justicia dijo que Henry padece un cuadro de abstinencia alcohólica con síntomas que lo hacían escuchar voces, resultando peligroso “tanto para sí como para terceros”.

Cuando se cumplieron apenas 48 horas desde su internación, la directora del Centro,  Claudia Villafañe, notifica al Juez que Henry estaba en condiciones de ser dado de alta. Sin embargo, esto contrastaba claramente con el informe de los psiquiatras del TSJ.

Oficios cruzados fueron y volvieron entre el Juez y la Directora, aunque sin matices para los peritos del TSJ, que ratificaron en todas las veces que Henry debía permanecer internado.

Incluso el 18 de abril, la Directora del Centro de Salud Mental recrimina al Juez que ya se habían cumplido 15 días desde la internación “y 9 días en condiciones de alta hospitalaria”, por lo que debían trasladar a Henry nuevamente a la cárcel, ya que el Juez había revocado sus salidas transitorias.

Tras cartón nuevas pericias confirmaron que Henry no estaba en condiciones de ser dado de alta, pero aun así las notas de Villafañe pidiendo que se lo lleven persistieron.

El 12 de agosto, un oficio de carácter urgente fue girado por Cabral ordenando una nueva pericia para conocer el estado de salud del paciente y fue entonces que un médico forense firma una respuesta por demás inquietante.

Resulta que habían  encontrado a Henry sentado en una silla, en el pasillo, con sus pertenencias a sus pies. Sin ingerir alimentos desde la víspera. En definitiva, expulsado de la internación, a la espera de que alguien se hiciera cargo de él.

El mismo día, el defensor Oficial ante la Cámara Criminal, Santiago Lozada, plasma en su informe que Henry “no ingiere alimentos desde el día de ayer a las 16:00”, y advierte de las “serias irregularidades a la que está siendo sometido” Henry, a quien define como “víctima de abandono por parte de los medios tratantes, ya que no es alimentado y se encuentra desde las 4 de la tarde alojado en un pasillo”. Por ello “se solicita con carácter urgente que dicho interno se mantenga en este centro asistencial”.

Los informes incluyen el relato del propio Henry, quien contó a los peritos que “Villafañe lo sacó al pasillo con todas sus pertenencias  y le dijo que ya estaba de alta”. Textualmente sus frases fueron: “Desde el día de ayer me encuentro aquí, sentado en el mismo lugar... sólo tomé mate…le pedí agua caliente a la doctora de guardia y me trajo…”

Denuncia penal y pedido del fiscal Giordano

Con todo este material, el juez Cabral decidió finalmente el sábado que pasó, denunciar penalmente la Directora del Centro de Salud Mental por incumplimiento de los deberes de funcionario público, vejámenes y desobediencia.

La denuncia recayó en el juzgado de Instrucción de Rosana Suárez y el jefe de los fiscales, Gabriel Giordano, ofició requiriendo la investigación y momentánea separación del cargo de la Directora del Centro de Salud Mental ante la ministra de Salud, Rocío García.

Vale recordar que Henry está condenado por el asesinato de José Llancalahuen Chiguay, de 51 años, que en marzo de 2009 fue encontrado con el rostro desfigurado en la parte trasera de un local en Lisandro de la Torre al 300. La víctima fue encontrada sin vida en plena tarde por unos niños que jugaban en el lugar.

Al hombre le fracturaron el cráneo con un hierro; también el tabique nasal y un brazo. Al parecer, la fractura del brazo habría sido provocada cuando el hombre trataba de defenderse. Según se supo luego, ambos habían estado tomando ese día. Familiares de la víctima supieron del hecho cuando reconocieron la campera de Llancalahuen por una foto de TiempoSur Digital.