"Si el riesgo de despidos masivos se concreta, nadie saldrá indemne de esta catástrofe"

Hace algunas semanas, las empresas y las refinadoras de petróleo, junto con el ministro de Energía, Juan José Aranguren, acordaron reducir el precio del barril interno como consecuencia del incumplimiento del gobierno nacional con la retracción (del 5 por ciento) acordada a principio de año.

La decisión repercutió en los gremios petroleros -que se declararon en estado de alerta- y se sumó a la persistente desinversión en la Cuenca del Golfo San Jorge, encarada principalmente por YPF.

En ese marco, el secretario general de Petróleo y Gas Privado, escribió una carta "a las autoridades. A los trabajadores y el pueblo de Santa Cruz", en la que sugiere que: "A ninguno de ustedes puede resultarle indiferente la situación de la actividad petrolífera e hidrocarburífera en general. Lo que le pasa al trabajo del petróleo, gas y afines le pasa a la Provincia. Si el riesgo de despidos masivos y pérdida de puestos de trabajo en la actividad se concreta, nadie saldrá indemne de esta catástrofe".

Advierte que "miles de despidos en el petróleo impactarían en el comercio y los servicios, en los gremios más vinculados -transporte, construcción- pero también indirectamente en el resto de la población".

Por lo que el escrito asegura que "es el momento de unirse para resistir la crisis y buscar soluciones en conjunto, por encima de diferencias políticas, ideológicas y sectoriales que bien pueden postergarse para cuando se haya dado la primera condición de un elevado debate: la subsistencia de la actividad en sí. De nada servirá discutir sobre lo que se haya perdido".

Como consecuencia, "el Sindicato Petrolero y Gas Privado de Santa Cruz convoca y exhorta a una cruzada unida con altura de miras, generosidad y coraje. No se trata de un pedido de auxilio de los trabajadores petroleros. Se trata de un llamado a la autodefensa colectiva de la Provincia, y de todos sus sectores; la autodefensa del pueblo de Santa Cruz", finaliza la misiva.