El gigante de transporte brasilero visitó Río Gallegos

Durante la mañana y tarde del pasado domingo, los riogalleguenses pudieron observar las evoluciones y sobrevuelo de una aeronave de gran tamaño, la cual eventualmente terminó aterrizando en el Aeropuerto “Piloto Civil Norberto Fernández” de la capital.

Se trató del transporte KC-390 de Embraer, último diseño del gigante aerocomercial paulista y orgullo de la industria aeronáutica brasileña.

El aparato estuvo operando –a lo largo de la semana pasada- desde la trasandina ciudad de Punta Arenas, donde realizó pruebas de vuelo para estudiar su comportamiento bajo condiciones extremas: más precisamente, los vientos cruzados de alrededor de 100 km/h, comunes a la Patagonia Austral.

Y es que –precisamente- el 390 tiene entre sus potenciales mercados a otros países sudamericanos, especialmente a aquellos que mantienen un puente aéreo para abastecer sus bases en la Antártida, como Argentina y Chile. Por eso es importante validar su capacidad para operar en nuestra zona.

El bimotor de 35 metros de largo y 12 metros de alto –con casi 34 metros de punta a punta de sus alas- es producto de un programa valuado en casi 5000 millones de dólares. Tuvo su primer vuelo en el año 2015 y entrará en servicio en Brasil en el 2018.

El vecino país pretende con él disputarle el mercado al famoso C-130 norteamericano, el cual sería además más barato: se planea un coste de unos U$$ 50 millones, contra más de 60 millones por la última variante del veterano cuatrimotor.

Tampoco tiene nada que envidiarle en capacidad de carga: el bimotor brasileño puede trasladar hasta 26 toneladas, -equivalente a tres vehículos 4x4 o un blindado 8x8- y hasta 80 pasajeros. Capacidad que sería muy útil para abastecer las bases argentinas en la Antártida (ver recuadro).

Por ello –y su potencial de mercado- Argentina coparticipa del proyecto, aunque está pendiente si FADEA logrará entregar a tiempo las partes que le fueron sub-contratadas, como la puerta de carga y los flaps.

Reemplazo para una leyenda

En la Argentina, el Kc-390 –del que se planea adquirir cuatro unidades- remplazaría al ubicuo Lockheed C-130 “Hércules”, de fabricación estadounidense: prácticamente un emblema de la Campaña Antártica.

Este cuatrimotor reabastece a Base Marambio desde 1970. Además, es fundamental para trasladar cargas pesadas durante desastres naturales y sus tripulaciones se distinguieron la Guerra de Malvinas.

A pesar de haber volado por primera vez en 1954, el cuatrimotor a hélice continúa en servicio en todo el mundo. La última versión es el C-130J “Super Hércules”, que volará –como mínimo- hasta la década del 2030.

Sin embargo –además de ser más rápido- el avión brasilero ofrece mejores prestaciones: con 14 toneladas de carga, puede llegar a la Antártida desde Buenos Aires, sin escalas. Si en cambio reabastece a medio camino –en Río Gallegos o Ushuaia- la carga aumenta a 23 toneladas.