Comerciantes “desesperados” por actos de vandalismo de menores

Los comerciantes de la avenida San Martín viven una pesadilla desde febrero de este año, a partir de la gran cantidad de menores que ocupan las veredas y que dejan a su paso destrozos, suciedad y pintadas en paredones y frentes de los locales.
Ayer, uno de ellos expresó a TiempoSur que se encuentra en una situación “desesperante” y que analiza vender su parte del fondo de comercio si las autoridades no hacen algo al respecto.
En las últimas horas fue enviada una nota firmada por varios de los frentistas al Intendente municipal, al Concejo Deliberante, a la comisaría Primera y la Fiscalía del Menor, entre otros entes.
Allí, entre otras cosas, piden que se tomen cartas en el asunto para reforzar la seguridad en el sector, particularmente en la vereda del Boxing, ubicado entre las calles San Martín entre Kirchner y Alcorta. También mantuvieron encuentros con las autoridades de la Cámara de Comercio y Afines de Río Gallegos para pedir ayuda en una problemática de la que parece nadie quiere hacerse cargo.

Perjuicios comerciales- Días atrás, en una de las tantas peleas que mantienen los adolescentes de diferentes tribus urbanas, rompieron las vidrieras de dos comercios. Pero además las veredas suelen oler a orín tras cada fin de semana y hasta se las han ingeniado para hacer sus graffitis en los lugares más insólitos, como en la parte superior de la vivienda de un particular que tiene rejas, pegado al local de Aerolíneas Argentinas.
Ayer TiempoSur tuvo acceso a una nota que fue enviada por el propietario de uno de los comercios de esa zona, “Establo”, que cansado de tener que padecer la presencia de los menores frente a su local, decidió elevar su queja a las autoridades municipales y hasta a las fuerzas de seguridad.
Allí expresa que se dirige a las autoridades “con el fin de poner en su conocimiento una serie de problemas planteados por la continua concentración de jóvenes en el edificio del Boxing de la calle San Martín.
“Como comerciante establecido en dos locales linderos al citado inmueble y a su vez, a otro comercio que expende comestibles y bebidas de todo tipo, me encuentro sometido no solo al constante trabajo de limpieza de mi frente, veredas y cunetas, sino también a la amenaza que producen constantes riñas entre los jóvenes que han resultado en frecuentes roturas de cristales, ventanas y puertas del mencionado inmueble”, sostiene.    
Asimismo, habló de la “práctica aberrante de pintarrajear toda pared que se encuentre a su alcance, como se puede observar particularmente a lo largo del frente del Boxing y el Correo, y de la que fui víctima en reiteradas oportunidades, lo que produce un constante gasto de repintado de aberturas y paredes de mi negocio”.  
Pero además dio a conocer que se producen robos a los automóviles estacionados en el sector y hasta los transeúntes evitan circular por esa vereda por la presencia de este grupo de jóvenes, lo que le ocasiona “un evidente perjuicio comercial”.
Ante esta situación, el propietario de Establo pidió a las autoridades que se arbitren los medios necesarios, como, adecuar las prestaciones de higiene urbana del sector; coordinar con las autoridades de la entidad social los medios de clausurar de alguna manera las aberturas de dichos locales que favorezcan la aglomeración, acordar con personal de seguridad alguna presencia más permanente en el sector, tal como sucede las 24 horas en otros sitios céntricos, los cuales eran utilizados para fines non santus, como la venta de estupefacientes.

Preocupación en la CCyARG- Otro de los entes que comenzó a intervenir en este asunto es la Cámara de Comercio y Afines de Río Gallegos. El presidente de la CCyARG, Daniel Cruces, confirmó haber comenzado a gestionar el tema pero adelantó que es un tema difícil, ya que mientras no cometan un delito es difícil sacarlos de allí.
Recordó que antes la modalidad era congregarse en Patio Central, en la ahora calle Kirchner y ahora utilizan el espacio del Boxing Club por “su estado de abandono, lo cual llamó a la reflexión a las autoridades de este club que sé que están en una situación complicada porque hay una acefalía”, pero “nosotros estamos articulando nuestros mecanismos”, comentó y añadió que posiblemente durante el fin de semana mantengan algunas reuniones.
“Es un tema dificilísimo porque estamos hablando de menores y la policía sostiene que no actúa en esas situaciones, por lo que tendremos que hablar con todos los interesados en el tema para articular mecanismos que, sin ser violentos ni traumáticos, llamar a la reflexión a estos chicos para que utilicen otro hábitat”, dijo.
Cruces volvió a insistir en la responsabilidad del Boxing Club por el estado de abandono en el que se encuentra que facilita el acceso de los chicos allí; que se sientan en las aberturas de las ventanas. “Vamos a hablar con la gente del Boxing para poner rejas que no les permitan sentarse”, sostuvo.