Ocupantes de Los Lolos empiezan a responder demanda iniciada por Municipio

Mientras crecen las estructuras precarias en el asentamiento originado a mediados de abril en el barrio ex Los Lolos, en el ámbito judicial siguen su curso las causas penal y civil iniciadas por el Municipio, por un lado, por el delito de usurpación ilegal, y por el otro, con la pretensión del desalojo y recuperación del predio fiscal.

De cualquiera de las dos instancias podría surgir la resolución de desalojo, atendiendo a las presentaciones de cada parte. Por el momento, en el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería, se está produciendo la contestación de la demanda por parte de los aproximadamente 14 ocupantes que fueron notificados del “interdicto de recobrar” presentado por el Municipio.

El juez Carlos Arenillas pudo constatar que hasta el momento se han presentado al menos dos contestaciones con defensor oficial, en tanto aclaró: “Lo que no puedo decir es cuán lejos o cuán cerca estemos de un eventual desalojo, porque va a depender de cuándo haya sido notificada cada una de las personas, verificar luego si ha sido contestada o si están vencidos los plazos”.

En principio, el magistrado explicó a TiempoSur que el proceso de notificación ha sido bastante dificultoso, por el paro de los trabajadores judiciales, como también admitió que ha ocurrido que en muchos casos los ocupantes no pudieron ser notificados en el domicilio que fijaron oportunamente.

Resolución
Arenillas explicó que cualquiera de las dos presentaciones que inició el Municipio, uno en sede penal, que investiga el delito de usurpación, como el interdicto de recobrar, podrían derivar en un eventual desalojo, aunque aclaró que “habrá que analizar en cada caso, si están dadas las condiciones y también qué contestaron los ocupantes”.

Admitió el magistrado que “todas las personas que inician un proceso judicial tienen la esperanza de que su pretensión prospere, lo que es absolutamente lógico, como también los ocupantes tendrán la aspiración de que no prospere”. De cualquier modo dijo, “esa es una cuestión que será decidida en el momento oportuno”.

Arenillas declinó anticipar un juicio, ni un plazo para la definición, no obstante admitir que estaría acreditado que esas tierras no pertenecen a quienes las están ocupando.

Por otra parte hizo notar que “los tiempos de la Justicia no son los mismos que los de la política”, y añadió que “acá hay un proceso y hay que cumplir determinadas etapas, no se puede evitar ninguna de ellas”.

Inacción
En relación a las críticas por una supuesta inacción por parte de la Justicia, a la que permanentemente alude el presidente del Concejo Deliberante Pablo Fadul, teniendo en cuenta los antecedentes de asentamientos en Marina y Vaciadero, Arenillas informó que “esos expedientes están abandonados por la parte actora –que fue el Municipio- desde hace dos años”.

Para el magistrado, “acá no hubo ninguna inacción, si el actor de la causa no pide nada no se puede actuar, no hay facultad de oficio”, dijo por la decisión del Municipio de, oportunamente, “en el marco de sus atribuciones políticas” tratar de encausar esa problemática con un ofrecimiento de terrenos en San Benito que no fue aceptada por los ocupantes, o al menos por gran parte de ellos que, lejos de dejar el asentamiento, lo consolidaron en los últimos cinco años.

Requerido sobre la posibilidad que tendría el Municipio de revertir esa situación, el magistrado consideró que podría activarse la causa, aunque advirtió que por el grado de desarrollo que hoy muestran esos asentamientos, sería de más problemática resolución.

Antecedentes
Efectivamente, en el asentamiento del Vaciadero, donde hace poco más de un año se incendió una precaria edificación del Comedor “Madres a la Lucha”, está en edificación una importante estructura de material, lo que muestra a las claras un problema de difícil erradicación, instalado hace casi cinco años.

En el sector residen más de 500 familias, que fueron dando solución a sus necesidades de servicios, a través de entes provinciales y municipales, tras rechazar la alternativa de traslado a San Benito.

De la misma época data el asentamiento de Marina, con al menos 300 familias instaladas en terrenos que involucran una reserva natural urbana en la calle Crucero General Belgrano, un sector de cauces naturales de agua que se anega totalmente con cada lluvia.

Un asentamiento de menores dimensiones, ocupa una manzana en el barrio Evita, mientras que la nueva gestión municipal se enfrenta una nueva intención de asentamiento ilegal en el barrio Los Lolos.

En el sector, la demanda civil iniciada por el Municipio, derivó en un bloqueo policial para resguardar al predio del ingreso de más ocupantes y materiales de construcción para la edificación de viviendas. No obstante las estructuras precarias siguen multiplicándose.