Info General

La brutalidad con la que actuaron con Abigail conmociona a la opinión pública

Abigail, que sufrió una brutal golpiza, presuntamente a manos de sus progenitores padece un cuadro incompatible con la vida. En medio de la conmoción su familia busca establecer responsabilidades que incluyen a una justicia que no habría actuado a tiempo y a las operadoras, que no estaban junto a la pequeña cuando fue agredida. Por la alevosía y el vínculo, los padres podrían afrontar perpetua.

  • 22/08/2014 • 00:00
Ayer vecinos, autoconvocados por las redes sociales, escracharon la casa.(A. B)
Ayer vecinos, autoconvocados por las redes sociales, escracharon la casa.(A. B)

La pequeña Abigail, de tan sólo 7 meses, que fue brutalmente golpeada, según denuncian, por sus padres, permanecía anoche internada en terapia intensiva del Hospital Regional con un cuadro irreversible: muerte cerebral.

Ayer, TiempoSur dialogó con familiares de la pequeña, que además denunciaron penalmente a sus padres tras la brutal golpiza y denunciaron una cadena de errores por parte de quienes debían velar por la seguridad de Abigail, entre ellos a las operadoras de la Niñez.

Tras que se conociera la noticia, cientos de miles de personas se movilizaron a través de las redes sociales para denunciar a los padres de Abigail, Carla Orellano, una empleada municipal que presta servicios en el sector del vaciadero y Carlos Tortelo, e incluso, en horas de la tarde protagonizaron un escrache frente a la vivienda que la pareja tiene en Junín al 1200 de esta capital, donde se encontraba una fuerte consigna policial.

TiempoSur se dirigió hasta el lugar y dialogó con los vecinos autovoncocados a través de Facebook. Con pancartas, gritos y pedidos de justicia, el grupo de alrededor de 50 personas manifestó su indignación al aberrante hecho, al tiempo que eran acompañados por los bocinazos de los vehículos que transitaban por el lugar. Todos al tanto del tema, todos con Abigail, una pequeña santacruceña con ojos sorprendidos que entró en el corazón de más de dos mil riogalleguenses que ayer compartieron su foto y realizaron cadenas de oración por ella, en un clamor desesperado por justicia, que atravesó la provincia toda.

En la vivienda no estaban sus padres, tampoco en el hospital, donde hermanos y tíos de Tortelo permanecían en vigilia a la espera de cualquier evolución de la menor, atentos también a la peor noticia, ya que Abigail padece muerte encefálica, un cuadro incompatible con la vida.

La familia relató que ésta era al menos la cuarta vez que Abigail era internada por golpizas de sus padres, quienes, pese a haber sido denunciados y de tener reportes negativos por parte de las operadoras de familia, no les fue removida la tenencia de la menor.

Según dijeron, los padres de la niña solían inventar excusas a la familia respecto de los visibles golpes que tenía y sus internaciones. En la tercera ocasión que Abigail debió permanecer en el Hospital, cuando apenas tenía poco más de dos meses de vida, ocasión en la que su madre le habría dicho a los médicos que la pequeña tenía un hinchazón en una pierna producto de una vacuna que se le había colocado, sin embargo los profesionales constataron que, en realidad, tenía una de sus extremidades quebradas y eso motivó que se diera intervención al Juzgado de Familia, que estableció un dispositivo a través de la Dirección General de la Niñez,  Adolescencia y la Familia de la comuna, que dispuso operadoras familiares para seguir de cerca el caso.

Estas operadoras debían permanecer rotando turnos, las 24 horas con la menor, aunque hubo instancias en las que la pareja no permitió el ingreso de las trabajadoras sociales o solían encerrarse con la menor en un cuarto, dejando a la operadora sola en la cocina.

Todo fue reportado, uno a uno los informes se fueron sucediendo, sin embargo se desconoce porque el Juzgado de la Familia no dispuso una medida de salvaguarde a la pequeña, que compartía el hogar junto a su hermano, hijo de otro padre.

Las horas decisivas

El viernes que pasó, Abigail fue llevada por su abuela al servicio de pediatría de la Clínica Don Bosco, donde su médico de cabecera, el Dr. Córdoba, la recibió e indicó que la menor sea internada de urgencia.

En ese momento, la pequeña presentaba un fortísimo dolor abdominal que sólo pudo manifestar a través de un llanto desconsolador. Pese al tenor de la advertencia, la mujer, que es madre de Orellano, se negó a la internación por temor a que eso pusiera en peligro la tenencia de la beba.

Cinco días después, recién el miércoles, Tortelo ingresa en horas del mediodía al nosocomio local, presuntamente bajo la ingesta de estupefacientes, con la ropa desgarrada, ensangrentada y con la pequeña sin signos vitales en sus brazos, diciendo que se había desmayado mientras bañaba a su hija y por eso ésta se cayó de la mesada donde tenía la pileta.

La madre apareció un rato después, aduciendo desconocer qué había sucedido e indicando que en momentos del “accidente” se encontraba realizando diligencias junto con la operadora social, una coartada que, a todas luces resultó fácil de derribar.

La noche anterior y según consignaron fuentes policiales, la pareja habría tenido una cruenta pelea, gritos, golpes y voladura de cosas dentro de la vivienda familiar, lo que hizo que interviniera personal policial de la Seccional Cuarta.

La familia de Abigail supone que fue en ese momento de plena histeria que la pareja habría arremetido contra la beba, que no cesaba de llorar, aun con los dolores de su abdomen, aunque todavía se desconoce fehacientemente qué sucedió esa noche.

A su ingreso a la guardia del Hospital, la niña fue reanimada hasta su ingreso a la terapia y luego se solicitó la urgente presencia de su médico pediatra, quien rompió en llanto tras ver el estado en el que había quedado su pequeña paciente.

“Después de que la revisó, Córdoba me dijo que la criatura tenía marcas de ahorcamiento. Me dijo que no lo podía creer y llorando me decía que estos hijos de puta la cagaron a palo, que a simple vista tiene la cabeza llena de moretones, también en los brazos, un pie lastimado, la pierna fracturada, moretones en las costillas, esto no fue un golpe de arriba de una mesa, eso es un invento” relató el hermano de Tortelo a periodistas de este diario, ayer, en los pasillos del área crítica de Pediatría.

Indignados, los familiares indicaron que “por alguna razón el juez favorece a los padres, la primera vez dijeron que no se la sacaban porque era muy chiquita, ahora el juez hizo una orden donde los tíos no podemos pasar a verla, sólo la madre que no aparece desde ayer”.

“Quiero que los dos hijos de puta estén en cana porque uno la sostenía y el otro le apretaba el cuello, fue así y la Justicia nos dice que como no saben quien de los dos fue, están libres” dijo luego ofuscado.

Por su parte, el tío del padre de Abigail, que también prefirió dejar su nombre en reserva, radicó ayer una denuncia en la Seccional Cuarta de esta ciudad para que se determine la responsabilidad penal de los padres que, al cierre de esta edición permanecían libres.

“Había muchos antecedentes, siempre la golpeaban, Niñez tenía informes y no se hizo nada, la atendió un pediatra que la vio como estaba el viernes y tampoco hizo nada, las operadoras de familia no estaban cuando ésto pasó, acá hay más responsables” relató.

"No entendemos como no les sacaron la criatura, esta ya es la cuarta vez que internan a la nena, si vos vieras la frialdad de la madre y a mi sobrino, si hizo esto que le den perpetua, a los dos” agregó con el rostro adusto.

Según advierten los familiares de Tortelo, el joven era manipulado psicológicamente por su pareja que lo celaba permanentemente y, en el último tiempo, le había prohibido acercarse a su familia y entienden que, en esta relación enfermiza, el joven se ocupaba de cubrir los arranques de histeria que la joven descargaría sobre la pequeña, algo que haría para molestarlo.

Lo cierto es que la pequeña presentaría fractura de cráneo, de clavícula y humero, signos de estrangulación, además de la muerte cerebral, por cuanto estas horas son decisivas.

De constatarse la responsabilidad penal de los padres en el hecho, a ambos les atribuirían homicidio agravado por alevosía, debido a que la bebé no pudo defenderse. Además se le agrega el agravante del vínculo. La pena para ese delito es la más grave del Código Penal, perpetua.

La movilización por las redes sociales

“Yo subí la foto” dijo una vecina a este diario, a instancias del escrache a la vivienda de calle Junín.

La mujer, vecina de la pareja, había estado antes en el hospital y fue quien escribió la denuncia en la red social de Facebook, generando una movida colectiva que fue más allá, incluso de los propios medios, manejando detalles del caso y revelando fotografías de los padres de Abigail.

Así fue que, sonriente, llena de vida, en su cuna o durante un baño, la pequeña Abigail circuló a través de fotografías hogareñas que los vecinos fueran compartiendo, reclamando justicia.

“Hacía rato que no se los veía a los chicos, varias veces le pegaron a la bebé pero cuando la familia empezó a reprocharles, la mamá les dijo que no quería más contacto con ellos, que no se metieran” dijo la vecina, agregando que el peso de la violencia física no caía de igual manera sobre el otro menor, debido a que “el chico tiene un papá presente, que no se lo permitía”.

“La nena llegó al hospital muerta, la hicieron agonizar varios días y resulta que no están presos y la policía les está cuidando la casa, esto es cosa de locos” añadió más tarde.