Cultura

Luis Pablo Soto Junior, un fotógrafo que de a poco llevó su arte al mundo

Nació en Brasil, pero la vida y la situación de su país lo trajeron, junto a su familia, a desarrollar su vida en el sur argentino. Hoy en día trabaja como fotógrafo para la banda “Siete Venas” y sus fotos son parte de las revistas más importantes del deporte de montaña.

  • 23/08/2014 • 00:00
 Luis Pablo Soto Junior de visita en la ciudad. (A.B)
Luis Pablo Soto Junior de visita en la ciudad. (A.B)

Llegó junto a su familia a nuestra capital por primera vez a fines de los 90´, pero se radicó definitivamente en la Patagonia argentina a fines de 1993. Comenzó en la fotografía gracias a algunas cámaras que le regalaron durante su adolescencia y después de visitar por primera vez el Glaciar Perito Moreno. En la actualidad se desarrolla profesionalmente trabajando para la banda de reggae “Siete Venas” y llevando su arte a las revistas más reconocidas de la aventura de montaña.
Desde la humildad y su compromiso, Luis Pablo Soto Junior, dialogó con TiempoSur de su llegada a la Patagonia, su trabajo en El Chaltén y su vida junto a la fotografía.
 
-¿Cómo llegaste a nuestro país, más precisamente a la Patagonia? 
 
- Yo llegué a Gallegos por primera vez a fines del 90, venía de Brasil con mi familia, llegué indocumentado tratando de encontrar un lugar, como tengo parientes acá en Río Gallegos me vine a estudiar. Después me fui un tiempo a La Plata y volvimos con toda la familia a fines del 93, vinimos todos de Brasil porque allá había una crisis económica muy grande. Cumplí los 14 años cuando venía viajando.
Vinimos porque tenemos muchos familiares  que nos abrieron una puerta, mi papá consiguió trabajo, yo pude terminar de estudiar y mis hermanos pudieron estudiar también.
 
-¿Cuándo y cómo empezaste a trabajar en la fotografía? 
 
- Con la fotografía me pasó algo muy loco. La primera persona que me llamó a este arte fue un fotógrafo japonés que se llama Daisaku Ikeda, que casualmente este año la ciudad de Río Gallegos le hizo un reconocimiento como ciudadano ilustre. Me llamó mucho la atención su trabajo, un filósofo que además es un luchador por la paz que viajó por todo el mundo y tiene postales de absolutamente todos los rincones del planeta. Después me pasó que como 5 veces en mi vida me regalaron cámaras fotográficas, todas rotas, pero funcionando. Para fines del 95 yo estudiaba turismo y un tío me regaló una cámara fotográfica, en ese momento era un equipo muy costoso y fui a conocer el Glaciar Perito Moreno y eso fue como el detonante. Después terminé trabajando con una cámara digital.
En un momento yo fui a vivir a El Chaltén y ahí empecé a trabajar con los “Siete Venas” en la parte de fotografía, prensa y difusión, en el 2008. Le hacía las luces del show en vivo y de repente les empecé a sacar fotos.
 
-¿Cómo se fue dando el paso del amateurismo al profesionalismo? 
 
- Paralelo a que empecé a trabajar con “Siete Venas” también lo hice con unos amigos escaladores alemanes que venían a El Chaltén, yo era el que cargaba las mochilas, llevaba el equipo extra y todo lo demás y en un momento, yo siendo fotógrafo de la banda, empecé a ver que podía sacar fotos también en la montaña. Empecé a sacar unas fotos muy amateurs, pero como que las fotos estaban encaminadas y ahí de repente se me ocurrió que tenía que hacer un curso y fue donde caigo en las manos de Iván Castro Peña y tomé un curso con él. Pegamos muy buena onda, salimos a hacer fotos juntos y ese mismo año, cuando estoy trabajando en el monte, los escaladores alemanes me dicen que querían venir a hacer una producción a la Patagonia y ahí me animé yo y le dije “traete un equipo fotográfico y yo te hago la producción”, ellos trajeron el material  y se sorprendieron igual que yo con las fotografías que saqué y dijeron “listo de ahora en más vos sos el fotógrafo oficial acá en El Chaltén”.
 
- Ahora ya estás más metido dentro del circuito ¿cómo fue llegar a revistas tan importantes?
 
- La fotografía fue como que me abrió un montón de panorama. Yo en realidad soy técnico en turismo y hago un montón de oficios, pero ahora me volqué a la fotografía y la fotografía me abrió un montón de panoramas, de pasar de ser una persona que hacía fotos amateurs, empecé a trabajar en producciones fotográficas con esta gente de Alemania, hace 2 o 3 años que mis fotos son utilizadas en conferencias, en producciones audiovisuales, obviamente utilizada por revistas del mundo de la escalada.
Mis fotografías son la panorámica y la foto artística. Cuando uno está escalando no se detiene a sacar “la foto”, y ahí es donde encajo yo, que es donde mis fotos toman otra dimensión.
Por ejemplo tengo una foto del Cerro Torres que se publicó en la revista “30 Grados” de Suiza, donde caminamos un día entero por el glaciar, en pleno invierno y yo la foto la tuve que esperar tres horas con menos 20 grados bajo cero, entonces son condiciones extremas para la fotografía y los fotógrafos y eso me llevó a mí a poder mostrarle a la gente la montaña desde otra perspectiva.
En este momento la compañía Adidas está utilizando una foto mía para un artículo que se llama “Yo tengo un sueño” y es un artículo que habla de la Patagonia. Se publicó en este catálogo del cual se hicieron 2 millones de copias y está traducida a 20 idiomas y recorre países como China, Estados Unidos, Francia Brasil, entre muchos más. 
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