Info General

Celebración de Halloween, una jornada con amplia historia y un festejo que va ganando terreno

La internacionalización del Halloween se produjo a finales de los años ‘70, gracias al cine y a las series de televisión, viéndose esto representado en los comercios de la ciudad, como así también los colegios bilingües han incursionado en el tema. En este marco, los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta.

  • 31/10/2014 • 00:00
 A pesar que muchos se oponen, aumenta el número de quienes lo celebran.
A pesar que muchos se oponen, aumenta el número de quienes lo celebran.

Hoy, como cada 31 de octubre, se celebra Halloween, también llamado Noche de Brujas, un festejo que se tornó internacional y el cual, durante los últimos años, argentinos lo han tomado como fecha de festejo.

En este sentido la ciudad de Río Gallegos también se ha visto influida por esta celebración, ya que las vidrieras de los comercios han sido decoradas en relación a la temática, como así también algunos lo han hecho en el interior.

Asimismo, los cotillones han vendido disfraces para la ocasión, al igual que maquillajes y adornos, mientras que algunos pubs/boliches nocturnos también planearon la noche del fin de semana a Halloween, como por ejemplo una fiesta de disfraces.

Y las escuelas no han quedado relegadas, ya que las de estilo bilingüe han promovido dicho día, explicando los orígenes y diversos aspectos históricos del tema en cuestión.

 

Orígenes de la fecha- Fue celebrado hace más de tres mil años por los Celtas, un pueblo guerrero que habitaba zonas de Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia. Precisamente el 31 de octubre, los Celtas celebraban el fin de año con el Samhain, una fiesta pagana. Esta era una fecha asociada con los muertos, las almas en pena, las brujas y los hechizos. Las mismas se deben a su cercanía con el día de los difuntos, que originó la iglesia católica y que se conmemora el 1° de noviembre.  Como en otros festivales de año nuevo, en esta fecha los muertos volvían a estar entre los vivos. Los celtas hacían sacrificios humanos y de animales, en honor al dios Samhaím, señor de la muerte.

Luego, con la inmigración europea a los Estados Unidos, principalmente la de los irlandeses católicos en 1846, llegó la tradición de Halloween al continente americano.

Durante la ceremonia del 31 de octubre los celtas se disfrazaban con las pieles de los animales sacrificados para sacar del pueblo a los demonios que los visitaban y poder regresar a la normalidad al día siguiente. Con las cenizas y restos de los sacrificios hacían un rito para conocer el futuro de los siguientes meses.

Asimismo, se celebraba la fiesta de brujas. En la misma, brujas y brujos se reunían para ofrecer sacrificios a Satanás, señor de la muerte, mediante ritos, actos sexuales y muerte, además de que en la Edad Media se quemaban gatos negros por creerlos amigos de las brujas.

Posteriormente, en Estados Unidos comenzaron a celebrar esta fecha las pequeñas comunidades de irlandeses católicos a mediados del siglo XIX, ya luego entrado el siglo XX (el de la comercialización) se esparció la tradición al resto del planeta, entre ellos Puerto Rico.

 

Dulce o truco-Quienes más disfrutan este día son los niños, quienes se disfrazan y junto a sus amigos o familiares, salen a recolectar golosinas y demás cosas. Pero esta acción también posee un trasfondo histórico, el cual era todo lo opuesto al actual.

La costumbre de pedir dulces de puerta en puerta se popularizó alrededor de 1930. Deriva de una práctica que surgió en Europa durante el siglo IX llamada souling, una especie de servicio para las almas. El 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, los cristianos primitivos iban de pueblo en pueblo mendigando "pasteles de difuntos", que eran trozos de pan con pasas de uva. Cuantos más pasteles recibieran los mendigos, mayor sería el número de oraciones que rezarían por el alma de los parientes muertos de sus benefactores. En esa época se creía que los muertos permanecían en el limbo durante un período posterior a su fallecimiento y que las oraciones, incluso rezadas por extraños, podían acelerar el ingreso del alma al cielo.

La práctica se difundió en Estados Unidos como un intento de las autoridades por controlar los desmanes que se producían durante la noche de Halloween. Hacia fines del siglo XIX, algunos sectores de la población consideraban la noche del 31 de octubre como un momento de diversión a costa de los demás, probablemente inspirado por la "noche traviesa" que formaba parte de la cultura irlandesa y escocesa. La diversión consistía en derribar cercos, enjabonar ventanas y taponar chimeneas, pero gradualmente dio lugar a actos de crueldad contra personas y animales, llegando a su punto máximo en la década de 1920 con las masacres perpetradas por los enmascarados del Ku Klux Klan.

Fue allí, que diversos grupos de la comunidad comenzaron a proponer alternativas de diversión familiar para contrarrestar el vandalismo: concursos de calabazas talladas y disfraces o fiestas para niños y adultos. De este modo, se proponían retomar el espíritu de los primitivos cristianos, que iban casa por casa disfrazados o con máscaras ofreciendo una sencilla representación o un número musical a cambio de alimento y bebida.

Brujas, entre la bondad y la muerte

En la localidad de la Liguria, conocida por ser la “Salem italiana”, hace más de cuatro siglos se estima que fueron quemadas más de cuatrocientas mujeres acusadas de brujería, lo que ha otorgado a esta zona del norte del país una fama secular de actuaciones fuera de lo normal, bien aprovechada desde el punto de vista turístico.

Los expertos en brujería coincidieron en que las mujeres consideradas en la Edad Media como tales eran conocidas por hacer el bien a quienes les rodeaban, a tal modo que en años oscuros de pestes, hambrunas y guerras, las “brujas buenas” curaban a los enfermos con hierbas, ayudaban a las parturientas a dar a luz y hacían surgir parejas gracias a sus “filtros de amor”.

Halloween en otros países

En Colombia hace más de 30 años que se empezó a popularizar la fiesta. Se dice que fue por la película de John Carpenter, “Halloween”, que esta festividad ganó popularidad entre los colombianos. En este país, se ha establecido una norma tácita en cuanto a los disfraces: no debes ocultar tu cara o alterar tu apariencia demasiado ya que la transformación puede asustar a otras personas que podrían confundirte con un maleante.

Tradicionalmente esta noche ha sido aprovechada para robar y cometer crímenes y las autoridades prefieren que no haya malentendidos.

En Chile los niños salen a pedir dulces por las casas del vecindario, pero hace unos años se decidió que adultos, jóvenes  niños debían unirse por un Halloween “blanco”, es decir, más festivo y menos delictivo. ¿El motivo? Se habían detectado en los últimos algunas maldades a propósito de la celebración: Paredes rayadas, timbres quemados o con pasta de dientes, huevos, garabatos y destrozos varios. Por eso desde entonces se promueve un Halloween en el que todos ponen su granito de arena para que la paz reine en las calles.