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Hallaron restos fósiles en escenario de fusilamientos del 21’, no hay seguridad de que sean de peón rural

La historia más trágica de la que hayan tenido registro estas tierras del sur tienen a un grupo de científicos en búsqueda de los restos de los huelguistas fusilados en el 21’. El hallazgo en la Estancia Anita alimentó las expectativas, pero las circunstancias del entierro podrían no coincidir con las de los peones. Ayer el decano de la UNPA, Alejandro Súnico, que participa de la exploración, se refirió a las tareas que buscan dar con tumbas masivas.

  • 28/02/2015 • 00:00
Alejandro Súnico integró el equipo que halló los restos en La Anita.
Alejandro Súnico integró el equipo que halló los restos en La Anita.

En mayo del año pasado, la universidad pública de Santa Cruz firmó un convenio con el Archivo Nacional de la Memoria, para poner en marcha un protocolo de investigación, con el fin de realizar estudios prospectivos que permitan localizar enterramientos individuales o colectivos de peones rurales fusilados durante las huelgas de 1921, en cercanías de las localidades de Gobernador Gregores y Jaramillo.
Paralelamente, se solicitó expresamente que esta búsqueda se realizara también en la estancia Santa Anita, en los alrededores de El Calafate, donde el jueves se produjo el primer hallazgo de restos humanos presuntamente contemporáneos con la etapa negra.
Allí, apareció un esqueleto cuyas circunstancia de entierro distan bastante de lo que se conoce a través de inmensos registros históricos, y que hablan de que los huelguistas eran tirados en fosas comunes tras los fusilamientos. Es que los restos fósiles se encontraban con vestimenta y en un cajón mortuorio.
El equipo que dio con él estuvo compuesto por el Dr. Ramón Torres Molina, presidente del Archivo Nacional de la Memoria, Carlos Cobelo, que preside la Comisión por la Memoria de las Huelgas del 2l, Juan Bautista Belardi, Flavia Carballo Marina, Luis Ibarra Philemon, y Alejandro Súnico, decano de la UNPARG, que ayer accedió a brindar detalles a este medio.
El hallazgo, los detalles
“Nosotros debíamos determinar el área a donde se produjeron los fusilamientos de los huelguistas en La Anita, cosa que está totalmente documentada a través de trabajos y pruebas que muestran que allí sucedieron enterramientos pero había imprecisiones en el lugar” dijo el decano.
Incluso antes de comenzar con la tarea de buscar los restos de los huelguistas acribillados por el Ejército Argentino bajo el mando de Yrigoyen, el equipo siempre aclaró que, probablemente, no sea posible dar con los cadáveres.
 “Todos los registros testimoniales y fotográficos existentes muestran que los peones fueron fusilados y enterrados sub superficialmente y esas condiciones hacen que sea muy probable que la mayoría se hayan perdido” agregó Súnico, quien comentó que para la pesquisa “utilizamos desde técnicas de rastrillajes superficiales hasta  georadar, que te permite tener información indirecta del subsuelo, lo que nos permitió descartar muchas áreas y preservar una de aproximadamente dos manzanas”.
Con respecto a los restos hallados el jueves, el decano, que además es Ingeniero en Recursos Naturales, manifestó que se trata de un “enterratorio ubicado en el área donde nosotros pensamos que podían haber enterramientos masivos, esto ahora sabemos que es factible” pero ahora esto “está judicializado porque no estamos excavando una tumba de dos mil años y ahora resta exhumar el cuerpo”.
En definitiva, las tareas del equipo de científicos concluyó y el hallazgo acompaña las conclusiones del informe que se elevará al Archivo Nacional de la Memoria, quienes ahora verán como proceden. 
Es por ello que “nosotros hablamos con la gente de Calafate sugiriéndole que se preserven estas dos hectáreas y que sean cedidas al municipio para su preservación y guarda, e incluso para que se le dé un uso cultural” dijo luego Súnico.
Vale recordar que durante la firma del convenio con la UNPA, el Archivo Nacional de la Memoria entregó a la universidad una copia digitalizada del Expediente 7644/1 del Juzgado Federal de Río Gallegos, que contiene todos los antecedentes del movimiento obrero y de las huelgas para que sea difundido a través de distintos soportes en establecimientos educativos y en la comunidad en general para contribuir a la memoria histórica de la provincia.
En el año 1921, en la Estancia Anita, decenas de peones rurales que buscaban agruparse para salir de las inhumanas condiciones laborales a las que eran sometidos, fueron fusilados y enterrados en este campo propiedad de la familia Braun.
Cuando terminó el secreto
En 1928 apareció en Buenos Aires "La Patagonia Trágica", el libro de José María Borrero, compuesto de crónicas periodísticas de la época e interpretaciones que el autor aventura no apoyadas en evidencia documental.
Fue una inspiración para Osvaldo Bayer que años más tarde, en 1968, sacaría “La Patagonia Rebelde” porque Borrero se ocupó de denunciar los fusilamientos de peones en las estancias de Santa Cruz, aunque no acusa al Gobierno nacional, sino que carga tintas contra Edelmiro Correa Falcón, el gobernador interino del Territorio Nacional de Santa Cruz y secretario gerente de la Sociedad Rural. 
“El paro general del campo ha sido decretado; éste será total, absoluto; desde la fecha no se realizará ninguna de las faenas, incluyendo las de acarreo y transporte relacionada con los trabajos de explotación de ganadería, única fuente de recursos en el territorio” rezaba un párrafo de la Patagonia Trágica antes de la masacre en estancias que en su mayoría pertenecían a ciudadanos ingleses y en las que se asesinó a unos 1.500 obreros.
En definitiva, si bien por el momento los trabajos de búsqueda en cercanía de El Calafate han concluido, por estos días la Unidad Académica Caleta Olivia comenzó con las labores en cercanías de Jaramillo y Fitz Roy, al tiempo que en otra etapa, la casa de altos estudios avanzará en la zona de Gobernador Gregores donde sería aun menos factible lograr hallazgos óseos, ya que según registros de la época, a los obreros fusilados allí también se los incineró.
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