Luego de estar fuera de actividad, el tatuador Rubén Díaz trabaja en nuevos diseños

A mediados de la década del 90 un grupo de jóvenes de nuestra localidad comenzaron a reunirse con el objetivo de introducirse en el nuevo mundo del tatuaje, un mundo que llevaba por estas latitudes en revistas que por lo general viajaban desde España o Estados Unidos y aportaban una escasa información en comparación con los tiempos que corren. En estas reuniones participaban artistas que en el presente son reconocidos dentro de la tinta patagónica, nacional e incluso internacional, como Héctor Ahumada, Gerardo Salas, Lucas Abrate, Diego Cayun, Robbie Peralta, y el antes mencionado Rubén Díaz, quienes, de una u otra manera, en la actualidad forman parte importante de la historia del tatuaje argentino, ya que en nuestra localidad fueron ellos los que comenzaron con la organización de diferentes propuestas destinadas a la difusión del nuevo arte que intentaba introducirse en la cultura patagónica, logrando hoy en día la organización de la convención de tatuajes con mas ediciones a la largo y lo ancho del país que se encuentra a cargo de dos de los pioneros de la tinta en el sur: Héctor Ahumada y Gerardo Maiden Salas.

En dialogo con TiempoSur, Rubén Díaz, artista del tatuaje de nuestra localidad, habló de sus comienzos, su vida junto al tattoo y sus nuevos diseños y proyectos.

- ¿Cómo empezaste a incursionar en el tattoo?

- Arranque en el año 1995 tatuando a amigos con una maquina casera que fabriqué yo mismo. En esa época el tema del tattoo en la argentina estaba muy verde, lo que veíamos solamente eran estrellas de rock tatuadas o alguna que otra revista de diseños que venía de España o Estados Unidos cada 6 meses. Digamos que uno improvisaba, en ese momento era un hobbie que con el pasar de los años uno le dedicaba más tiempo hasta que en algún momento paso a ser un estilo de vida prácticamente.

- ¿Cómo eran esos primeros trabajos?

- En esa época no tatuaba diseños propios, uno trabajaba con la poca información, se trataba mucho de los típicos tatuajes de moda del momento, cosas pequeñas o algún diseñito que conseguías en la única revista que circulaba en la ciudad.

- Allá por los ´90, junto a otro grupo de chicos fuiste el impulsor de la movida. ¿Qué te genera esto?

- Muchas sensaciones. Mirar atrás y darse cuenta de como creció esto en Rio Gallegos es muy gratificante. Pasaron muchos años y lo que más me gusta es como la gente está viendo esta forma artística con mucha más aceptación, dejando de lado los tabúes.

- Estuviste fuera del tattoo por un tiempo. ¿Por qué y que te decidió a volver?

- Si, pare un buen tiempo, creo que para ser mi propio crítico de cómo debía tomar este oficio. Fue arrancar de cero, comenzando a estudiar el tattoo y sus diferentes ramas para ver con cual me sentía más cómodo, también elegí sólo tatuar diseños míos porque creo que lo disfruto mucho mas. Creo que es fundamental crear tus propios diseños, es constantemente estar aprendiendo, y experimentando con materiales nuevos, el objetivo es crecer.

- ¿Qué estás haciendo en la actualidad y adonde apuntas?

- Hoy te puedo decir que me siento muy atraído por el estilo neo tradicional, pero también me gusta la nueva escuela y el realismo, pero creo que la mayoría de mis trabajos apuntan al neo, sobre todo porque es un estilo en el cual se puede jugar mucho con el surrealismo, que es mi forma de arte preferida. Sólo me dedico a un trabajo por día para poder darme el tiempo de diseñarlo, y cuando no se tatua estoy pintando algo o dibujando. Este año tengo confirmada mi participación en Rio Grande y en Río Gallegos, pero seguramente también haré algo en Chile, Comodoro Rivadavia y Buenos Aires.