Deporte

Fútbol oficial en terapia intensiva

Con la finalización de un torneo de Primera División de sólo cinco equipos, la Liga de Fútbol Sur tocó fondo ante la fuga de talentos al fútbol de los barrios. Independiente, Bancruz, Unión Santacruceña y Petrolero se fueron bajando y no se sabe si volverán. El presidente, Luis Cáceres, está sólo en la lucha y no aparece el recambio. Además, el Gobierno les debe plata.

  • 21/05/2015 • 00:00
La Liga Sur tocó fondo.
La Liga Sur tocó fondo.

Preocupante es la mejor palabra para describir el presente y el futuro inmediato de la Liga de Fútbol Sur en Río Gallegos, que finaliza otra temporada con más pena que gloria en cuanto a cantidad de equipos y jugadores.

Abatido por la baja de varios de los clubes históricos de la ciudad, el torneo de Primera División terminó sólo con la participación de cinco equipos y con un Boxing bien trabajado que se coronó casi caminando con muchos “pibes” en sus filas.

Los motivos no son de ahora y datan de un largo tiempo en el que la dirigencia de la Liga fue perdiendo integrantes y apoyo hasta llegar a un presente en el que hay que buscar una solución inmediata.

 

La competencia

Lo primero que hay que decir es que al fútbol oficial “se lo comió” la competencia, con un fútbol barrial que fue acaparando talentos que decidieron emigrar de a poco de la Liga Sur en la búsqueda de más partidos por año y de mayor repercusión en ligas donde la asistencia de público es notablemente diferente.

Esa “fuga de talentos” que sufrió la Liga de Fútbol Sur motivó posteriormente la baja de equipos como Bancruz, Independiente, Unión Santacruceña y Petrolero que, con sus respectivos motivos dijeron “basta para mí”, dejando de lado su participación.

Así, la Liga sólo sostuvo en competencia de Primera División a Boca, Boxing, Hispano, Ferro y Defensores, planificando un torneo a tres rondas como para que la cuestión no se defina en poco más de un mes de partidos.

 

Promesas y deudas

Eso es lo que tiene hoy Luis Jacinto Cáceres, presidente de la Liga de Fútbol Sur, a la cual el Gobierno provincial le adeuda el pago de un subsidio de 300 mil pesos que data del 2013.

Desde entonces, no recibieron apoyo estatal para las diferentes temporadas, a diferencia del fútbol de los barrios, lo cual empeoró aún más la situación.

¿Promesas? La de los clubes que se bajaron. Según contó Cáceres días después que se bajara Petrolero Austral, el último en retirarse este año, los clubes tendrían la intención de trabajar en conjunto para regresar a la competencia la próxima temporada y así evitar que el fútbol oficial siga en terapia intensiva.

Lo cierto es que nada de eso está confirmado y Cáceres hoy conduce la Liga casi en soledad, mostrándose incansable ante los problemas, pero evidentemente superado por una situación que ningún hombre podría solucionar por sí solo, sin el acompañamiento de los clubes que hoy deben comenzar a definir si ayudan o ven morir a la competencia que tantas alegrías les supo dar.