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Tiene 18 años y ayer le quitaron a su hijo porque está en situación de vulnerabilidad

La joven denunció ayer que irrumpieron en su vivienda y le quitaron a su pequeño. Es desocupada y no recibiría ayuda social. La Justicia sostiene que priorizó los derechos del menor y transitoriamente dispuso que esté bajo la guarda del Estado.  

  • 23/07/2015 • 07:00

Daiana tuvo a su hijo cuando tenía sólo 16 años. El padre nunca se hizo cargo. Ella tampoco conoció al suyo y su madre no puede ayudarla, padece esquizofrenia. Sólo tiene a su abuela, una anciana con diabetes que tampoco tiene forma de darle sustento económico.
Cuando el pequeño tenía cinco meses Daiana recurrió al Ministerio de Desarrollo para pedir ayuda social y desde allí el área de la Niñez habría privilegiado proteger al menor y llevarlo transitoriamente a un pequeño hogar, hasta que la joven tuviera forma de darle sustento. Transcurridos veinte días, se reencontraron pero las cosas no habían mejorado para ella.
Esto volvió a suceder ayer. Alrededor de las 12 del mediodía, oficiales de Policía y de la Justicia irrumpieron en su vivienda para hacerle saber que por decisión judicial, se había ordenado el retiro del menor, que ya tiene un año y medio.
“Estábamos durmiendo y el bebé estaba conmigo en la cama. Llegó la policía,  rompieron las puertas, no tenían ninguna orden judicial. Yo no tenía la menor idea que me lo iban a sacar”, relató ayer la joven que acudió a TiempoSur en busca de hacer su caso público.
Según la joven, los argumentos para quitarle al pequeño son los mismos de la primera vez. “Dijeron que estaba desnutrido, golpeado, sin higiene, que la casa no estaba en condiciones, que no podía estar ahí. Yo había ido al Ministerio a pedir una ayuda pero me mandaron a buscar trabajo” explicó, asegurando que durante un tiempo intentó infructuosamente que el padre de su bebé le pasara manutención, pero “hasta el día de hoy jamás me pasó la cuota”
Motorizada por la angustia, Daiana realizó ayer un raid mediático en busca de protección pública pero, según información a la que tuvo acceso TiempoSur, la perspectiva judicial sobre el caso busca garantizar que no se vulneren los derechos del niño ya que la joven está en situación extrema, prácticamente “de calle”.
La medida judicial fue de urgencia pero transitoria. Habrá un tiempo determinado en el que el niño y la madre no estarán bajo el mismo techo, y que haya una prórroga dependerá de que Diana consiga o no las herramientas para salir adelante.
“Si hay un menor que está siendo vulnerado no tiene atención medida, anda deambulando de casa en casa, o está con personas adultas que consumen sustancias o alcohol, no tiene hábitos de higiene o alimenticios,  eso afecta a un niño”, indicaron las fuentes vinculadas al expediente, uno más de tantos que engrosan la administración de Familia en esta capital.
El Estado es el que puede colaborar con esa
revinculación entre madre e hijo, en función de una asistencia psicológica, o brindándole a Daiana herramientas para aprender un oficio y desarrollarse plenamente.
“El Juzgado no quiere, porque sí, quitarle  a una mamá su hijo ni un hijo a una mamá” indicaron, en clara sintonía con uno de los principales planteos de la declaración de los derechos del Niño, donde es primordial que el menor esté en el seno del núcleo familiar.
En el diálogo con Daiana, se evidencia que es evasiva, que le cuesta poner en palabras su situación aunque constantemente remarca que quiere salir adelante por su pequeño. “Yo quiero depender de mi misma pero ahora no puedo. Llevé currículum por todos lados”
Para ella, esto es una revictimización, ya que según dijo “piensan que porque soy pobre, dócil, no estoy capacitada para darle de comer o lavarle la ropa a mi hijito”, “yo no tendré recursos para poder sustentarlo pero esto es una crueldad. Por qué no nos ayudan a los dos”, se preguntó.
Daiana aseguró que sufre de ataques de pánico y que actualmente está en tratamiento médico con “0,5mg de Clonazepam. Esto me agarró después de que me quitaron mi bebé en junio del año pasado. Siento que me ahogo” relató.
Lo cierto es que, entendiendo que había una cuestión de urgencia que abordar, la Justicia procedió a ejecutar una medida extrema, que no significa que Daiana, incluso antes de mejorar su situación económica y social, puede seguir viendo a su bebé.
De hecho, hay casos en los que se dictamina un régimen de visita amplio o no, de acuerdo a cada caso y en el que las madres pueden acompañar a sus hijos al médico, llevarlos a la escuela o incluso dejarlos dormir en su casa cada tanto.