Buena onda entre la parcialidad del “globo” y algunos del albiverde

Cuando en la mayoría de los estamentos de la sociedad está casi todo perdido y podrido con inconductas e indecencias que tiene a la moralidad como abanderada, la maravilla del fútbol en todos los niveles y tamaños no es la excepción.

Enfrentamientos y enrostres entre dirigentes, que en el afán de ver quien se lleva más agua para su molino no economizan recursos para descalificarse

Conflictos entre cuerpo técnico y jugadores.

La crueldad del divisionismo,  resentimiento y odio entre los barras de las hinchadas, que se traicionan como judas con tal del lograr el dominio absoluto del poder.

Episodio como avistado y tan bien registrado por  nuestro reportero fotográfico Cristian  González.

Con mayoría de la hinchada de fierro, como se autodenomina la del globo, y  una minoría boxinguista que tenía a nuestro imprentero Walter dispensando el mejor trato a sus pares comodorense, haciendo las veces de anfitrión en la organización de una previa, que al margen de haber transgredido la ordenanza municipal de no encender fuego en la vía pública, al pie del complejo habitacional lindante con el rectángulo de juego del albiverde, se sirvieron compartir un agradable  y sabroso momento. Como lo refleja la imagen de la parrilla humeante e irresistible a ras del piso sobre la cual yacían diversidad de cortes  cárnicos y el chacinado que nunca puede faltar en un asado:   “Al chori… muchachos”.

Cuando aludíamos a aquello de hacer fuego en donde no se debe invocamos simplemente una reglamentación comunal y que su transgresión largamente indultamos los comodorenses, en virtud de la  calamitosa gestión municipal que, salvo a ellos mismos, no pueden sancionar a nadie.

Allí, ocurrirá lo mismo

Devolución de gentilezas y gratitudes que se descuentan en ocasión del partido revancha en la ciudad del petróleo.

Sólo resta saber por una elemental e ineludible razón económica, cuántos serán los fieles  albiverdes que de peculio propio puedan costearse el viaje hacia ese destino.

En verdad, y como experiencia propia,  estaba desacostumbrado a este tipo de comuniones entre hinchadas en el  aguerrido fútbol del ascenso.

Si bien es cierto, en otra categoría del interior del país, no debemos descontar una buena relación entre las mismas.

Y como dirían nuestros antepasados, como muestra sobra un botón…

La de Racing con Central, la de Tigre con Morón.

La de Boca con el “Candombero” de la primera división “B” Metropolitana,  San Telmo.

Huracán con Barracas Central.

Solamente a título de antecedentes, que dentro de lo increíble y misión imposible que puede resultar la relación en paz y armonía entre dos hinchadas de fútbol. No siendo noticias al día siguiente en la página policial, con todo lo que ello implica. Corridas, represión, muerte.

Y sí lo sean por  conductas elogiables e imitables, como las que nos tocó con  satisfacción observar y cubrir el domingo pasado.