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El martes comienza el juicio por tortura y robo a dueño de boliche

El juicio llega a poco de cumplirse un año del salvaje robo a un empresario que vivió para contarlo. La próxima semana se espera que unos diez testigos desfilen por la Cámara del Crimen.

  • 08/10/2015 • 08:17
Jorge Constanzo, dueño del boliche Russia
Jorge Constanzo, dueño del boliche Russia

El hecho tuvo lugar el 7 de julio del año pasado en la vivienda del empresario Jorge Constanzo, dueño del boliche Russia, en donde también se encontraba su hijo de siete años y una empleada.

Las detenciones se produjeron apenas cuatro días después, luego de múltiples allanamientos en los que se logró dar con dos de los cuatro sujetos que habían ingresado a la vivienda de calle Vélez Sarsfield.

El robo fue particularmente violento y premeditado, pauta que dieron los guantes y las capuchas. Los delincuentes ingresaron a la casa a plena luz del día, 45 minutos antes de que llegara el empresario, reduciendo a golpes a la empleada, a quien encerraron en el baño, junto con el niño.

“Es un robo, no les va a pasar nada, vamos a esperar a tu papá para que nos dé la plata” fue lo que le dijeron los malvivientes al hijo del empresario que relató a TiempoSur Jorge Constanzo, quien nos abrió la puerta de su casa para con, inocente, preguntó qué sucedía.

Pleno mediodía, y Constanzo entra a su casa recibido por un golpe con la culata de un arma que le “reventó la cabeza”. Entonces comenzarían las torturas.

Según el relato que el empresario dio ese mismo día a TiempoSur, prefirió cooperar con los delincuentes porque “me acordé mucho de Lucas Moussou” dijo, en referencia a otro empresario que tiempo atrás había sido asesinado y cuyo juicio se celebrará el 26 de este mes.

“Me apuntó con el arma en la nuca exigiéndome que le pida perdón a la virgen” dijo, refiriendo que también amagaron con cortarle un dedo del pie, mientras el hijo del empresario gritaba desesperado, rogando que no mataran a su padre.

“No vamos a matar a nadie, nosotros no somos asesinos, somos chorros”, fue la respuesta.

Luego de cortarlo con una espada, intentar hacerlo morder un cinto y proferirle una violencia psicológica extrema, los delincuentes abandonaron la casa a bordo de la camioneta de Constanzo y otro vehículo en los que cargaron las pertenencias robadas.

“La gente piensa que acá no hay hambre, miseria, inseguridad, pero si miran lo van a ver y lo peor de todo es cuando lo vivís”, había dicho entonces a modo de reflexión el empresario que este martes tendrá la posibilidad de ver a sus verdugos en el banquillo de los acusados.

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