El diálogo como instrumento y camino en la tarea gremial

La crisis social y económica que enfrentamos los argentinos complejiza cada vez más la forma de negociación para lograr los aumentos salariales que nos merecemos los trabajadores. Ante este cuadro, en la Legislatura decidimos profundizar el diálogo y buscar un compromiso para solucionar urgentemente la pérdida de poder adquisitivo que hemos sufrido en este tiempo.

Además de lo salarial, en APEL vamos por nuestro Convenio Colectivo de Trabajo, la inspiración que me ha llevado a encabezar este gremio desde hace casi dos años. Queremos de una vez por todas una carrera profesional para el empleado legislativo.

Buscamos modificar y modernizar la Ley 1958 de fines de la década del ochenta, que rige nuestro estatuto. Estamos esperanzados en concretar el gran anhelo del sindicato y sus afiliados, que es la promoción automática de las categorías sólo dependiendo de las capacitaciones y no de las autoridades del Cuerpo ni del gremio.

Pretendemos que nuestros derechos adquiridos se puedan mantener en el tiempo y que el CCT marque el camino a quien empieza la carrera legislativa y tenga la seguridad de que trabajando y capacitándose va a llegar al punto más alto de la pirámide administrativa.

Diálogo es la palabra clave para todo esto. Claro que para coronarlo exitosamente tenemos que hablar y enriquecer ideas, pero después debemos concretar lo que decimos y llevarlo a los hechos.

El diálogo es un proceso de la negociación, donde se exponen los diferentes enfoques de un tema y en la cual las partes comparten el objetivo de buscar, en forma conjunta y dinámica, soluciones concretas a cada uno de los planteos que se puedan generar entre ambas partes.

En la Legislatura vivimos en diciembre pasado un cambio de gestión distinto, porque se trató además de un cambio de signo partidario, algo que siempre genera incertidumbre en una casa política como la nuestra. De las nuevas autoridades rescato su vocación por dialogar desde el primer minuto para zanjar temas que debemos resolver.

Así es que reafirmamos que no hay otro camino más que el del diálogo y la negociación. Sabemos que las dos partes en pugna tienen una relación distinta de poder, donde la patronal siempre cuenta con ventaja o preminencia. Por eso hay que equilibrar esas fuerzas hasta alcanzar un acuerdo.

Si se corta el diálogo tenemos la protesta y las medidas de fuerza para igualar posiciones, pero avizoro un 2024 más de negociación que de huelgas, para conciliar y construir en beneficio de todos.  La comunicación está abierta, ahora queremos que eso se traslade a los hechos. Estoy muy esperanzado en esto, porque necesitamos reconstruir nuestros salarios. Sabemos que en este punto hoy estamos relegados respecto de los ingresos que percibíamos años atrás.

La actual mesa de discusión paritaria está integrada por ocho miembros: cuatro de las autoridades de la Cámara –uno de ellos el Secretario General- y otros cuatro de APEL. Las reuniones ahora nunca duran menos de tres horas y hemos incorporado a los encuentros a dos representantes de los jubilados legislativos que, aunque no tienen voto, sí tienen voz y enriquecen mucho los debates. 

Nos gustaría en esta gestión modificar el estatuto del sindicato para permitir que en el futuro uno de nuestros cuatro representantes pueda ser un pasivo, algo que hoy no está permitido.

Para cerrar, reafirmo que el diálogo es el pilar fundamental de la construcción colectiva y es la gran responsabilidad de todos, mucho más hoy donde nos encontramos en una instancia socioeconómica crítica que nos obliga a encontrar urgentemente puntos de coincidencia.