El increíble y resonante caso Maillo

La propuesta de escribir esta columna referida a mi gestión al frente de la Fiscalía de Cámara de la Primera Circunscripción Judicial de la Provincia de Santa Cruz, cargo que ejercí desde abril de 2017 hasta el pasado mes de febrero me resultó interesante, sobre todo por la oportunidad que se brinda a la opinión pública de conocer cuál es la función que desempeña la Fiscalía en nuestro Poder Judicial.

Una de las tareas, quizá la más importante, es la de intervenir en los juicios orales y públicos. Durante mi gestión se realizó un número importante de ellos, pero seguramente uno de los más resonantes y destacados fue el juicio por el homicidio del conocido vecino y comerciante Vicente Maillo.

Por la forma en que se dio el asesinato y por las personas que fueron imputadas, fue un caso que generó mucho interés en los medios y en la opinión pública.

Vicente fue asesinado el 16 de noviembre de 2017 en su domicilio de Zapiola y Corrientes de nuestra ciudad. Luego de la investigación policial se imputó a su esposa Claudia Susana Reina, a sus hijos José Maximiliano y Luis Gabriel Maillo, a la suegra María del Carmen Espiritoso y a Cristian Etchebarne.

Ya elevada la causa a juicio, se les acusaba del delito de homicidio agravado por diversas causales. La suegra de Vicente falleció durante la tramitación. En marzo comenzó el debate oral y público desarrollado en la Escuela de Policía por la gran cantidad de actores intervinientes.

El debate se prolongó varios días y finalmente, terminada la etapa de la producción de la prueba y las declaraciones de testigos y peritos, a la hora de la formulación de los alegatos existió plena coincidencia entre la fiscalía y la querella sobre la imputación, la calificación jurídica y el pedido de pena.

Se pudo acreditar que el homicidio de Maillo fue el resultado de un plan de su grupo familiar más íntimo, quienes idearon y planificaron darle muerte para lo cual y con el ánimo de no levantar sospechas, decidieron contratar los servicios de un foráneo, identificado como Cristian Etchebarne.

Pensaron que la mejor forma de lograr ese propósito sería simular un robo en su domicilio, donde Vicente perdería la vida en manos de un violento ladrón, que luego desaparecería de la ciudad sin dejar rastros.

Según surgió del debate, Etchebarne habría pactado con Susana Reina, sus hijos y su madre, dar muerte a Maillo a cambio de una suma de dinero. También se determinaron los motivos por los cuales se urdió este plan criminal.

Vicente había sacado de la noche a Reina, reconoció a sus hijos y les dio una vida acomodada. A su esposa le instaló una peluquería mientras que a José le regaló un viaje a Europa junto a su pareja y le dio una vivienda en usufructo. Luis era mantenido económicamente para estudiar en Buenos Aires con un importante nivel de vida.

Todo esto estaba por derrumbarse. Maillo había confesado a amigos íntimos que se iba a separar luego de un viaje organizado para sus empleados. A José solamente le pagaba el sueldo y a Luis ya no lo iba a sostener en CABA, porque no estudiaba y llevaba una vida de excesos. La inminencia de esta decisión llevó a que los afectados decidieran matar a Vicente y quedarse así con todos sus bienes.

Durante los alegatos, tanto la querella como la Fiscalía solicitaron para los acusados la pena de prisión perpetua por considerarlos coautores del delito de homicidio agravado por el vínculo, al ser consumado con alevosía a través de una promesa remuneratoria y con el concurso premeditado de dos o más personas. Este pedido fue ratificado por el Tribunal y los imputados fueron condenados a prisión perpetua.

A mi entender, SE HIZO JUSTICIA.