Columna de opinión

Estrategias comunitarias en la prevención del suicidio

El suicidio, prevenible y detectable.

15/08/2023 • 16:26

 

Siempre un suicidio es prevenible y previsible y debe abordarse con mucho compromiso y seriedad, porque son innumerables los tabúes alrededor de esta problemática.

Son numerosos los mitos, como pensar que no se debe hablar del asunto.  Definitivamente hay que hablar, porque no le hacemos daño a la persona tocando el tema. Por el contrario, esto lo alivia al sentirse escuchado y comprendido.

Pero debemos saber cómo hacerlo. No hay que darle consejos a una persona en crisis ni obligarlo a prometer nada. La gente en esta situación quiere dejar de sufrir, porque la vida se les hace intolerable y tienen la urgencia de aliviar ese enorme peso que les significa vivir.

El suicidio es un fuerte acto de comunicación que tiene que ver con una multicausalidad de situaciones que la persona viene transitando en su historia y no ha podido elaborar. Ahí se instala la idea buscando el fin del sufrimiento.

Idea, planificación y acto. Estas son las fases del proceso de gente que muchas veces a lo largo de su vida ha sufrido violencia, maltrato o abuso.

Por eso debemos estar atentos a las señales para acompañar a los potenciales suicidas, aunque éstas son realmente difíciles de advertir y cuesta identificarlas porque su pensamiento es muy ambivalente, no son claros. Muchas veces los familiares después sienten culpa por no haberse dado cuenta.

¿Cuáles son las herramientas útiles para ayudar? Todos podemos dar una mano. Hay que aprender a escuchar, sin juzgar ni opinar. Por eso debe ser una escucha activa, empática. Hay que trabajar mucho en habilidades sociales para fortalecer la autoestima y sacarlos del aislamiento a través de lazos sanos.

Los medios de comunicación son un factor central en la prevención del suicidio. Es muy importante emplear sensibilidad en la manera de informar: no se debe difundir el método utilizado en el hecho ni especular con los motivos de esta decisión. Lo que sí deben comunicar son las señales de alerta, los factores de riesgo y los factores protectores.

Darle demasiada difusión a un caso de suicidio puede incentivar a que alguien que está pensando en hacerlo termine de tomar la decisión. Se genera un peligroso efecto dominó en alguien que ve cómo una persona “resolvió” su sufrimiento y lo copian porque, entre otras cosas, se potencian los sentimientos de soledad.

Genera dolor conectarse con las situaciones traumáticas de la vida y por eso evitan pedir ayuda. Hacer terapia es muy importante, como también lo es que los pacientes se involucren en ella con decisión. Así, con mucho trabajo, se logra que salgan del riesgo, se prioricen y lleguen al bienestar, algo a lo que no están habituados y hasta les parece extraño. Es raro para ellos sentirse bien.  

El 10 de Setiembre es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. Durante esa jornada se realizan en nuestro país y en el mundo numerosas actividades destinadas a crear conciencia sobre su prevención.

Es imperioso que para esta problemática en Santa Cruz tengamos una mirada comunitaria y dejemos de estar detrás de un escritorio y salir a la calle y a los barrios a hacer prevención, trabajar en atención primaria de la salud, brindar información y promover actividades públicas artísticas y deportivas.

 

 

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