Infancias y adolescencias: Empecemos desde el final para cambiar algunas cosas

Pretendo cuestionar; de ahí que quiera cambiar, no que termine con la última palabra, sino que esta última palabra sirva de inicio. “No a la baja” de la edad de imputabilidad. SI a la construcción de una agenda propia para nuestras infancias y adolescencias. Desde el momento en que nacen, las infancias y las adolescencias sufren diferentes tipos de violencias. 

Pero también sabemos que hay una forma muy particular de violencia, bien planeada desde los sectores de poder, que empezó hace mucho, instalando la idea del pibe peligroso. Debemos empezar a creernos todos los roles que ocupamos, y también la capacidad y la fuerza que tiene nuestra palabra.

Somos los adultos responsables. Ante eso, me parece que hay que dejar de correr detrás de la agenda que nos instalan y distinguir los objetivos que queremos de nuestras infancias y adolescencias sin posicionamientos políticos partidarios. 

Primero, hay que entender que nuestros pibes hoy no tienen derechos. Estamos hablando que los pibes no comen ni acceden a la educación, que es un derecho fundamental que consta en la Constitución. Tenemos que ver qué forma de responsabilidad le cabe a cada uno. 

Empecemos por tener una misma mirada sobre por qué las infancias y adolescencias NO COMEN. 

Nuestros pibes 

Son sociales, digitales, acelerados; les gustan los retos y son exhibicionistas. Sus amigos son muy importantes. Valoran mucho a la familia, pero con escasas reglas, nacieron con la tecnología incorporada, acelerados muy cargados de actividades; no tienen tiempo para descansar. Le gustan los retos, hacen tonterías, las graban y se divierten. 

Exhibicionistas: lo comparten todo, buscando la aprobación del grupo. Aceptan sin problema las diferencias y están dispuestos a ayudar. Son activistas, arriesgados, les gusta posar y hacerse fotos, son soñadores.

NUESTRAS Adolescencias no son TERRIBLES; les invaden estímulos e inestabilidades. El celular es otra parte de su cuerpo, 6 de cada 10 duermen con el celular. El 50% navega y usa más de 5 horas los findes de semana. Buscan refugiarse y atrincherarse detrás de Internet.

Es fundamental que nos actualicemos y comprendamos las NECESIDADES REALES y las DEMANDAS SOCIALES que enfrentan nuestras INFANCIAS y ADOLESCENCIAS. Sus mundos están llenos de retos que quizás no existían en nuestra juventud, y comprender eso es clave para guiarlos. 

Como sociedad, a nuestros pibes no solo digamos que se vulneran derechos, debemos ser concretos y cada uno puede enumerar. Para concluir, es necesario enfatizar que cada reforma legislativa de esta índole se DEBE debatir en su conjunto en un marco de diálogo y consensos. 

Y en esta DISCUSION, permitan que participen TODOS, porque cada vez estamos más lejos de nuestras infancias y adolescencias. Existe la necesidad de contar con una nueva legislación en la materia, pero no en términos de mayor punitivismo. Es indispensable, sobre todo, que se aborde la prevención. 

La privación de la libertad como último recurso. Garantizar desde el Estado, la comunidad y la familia una sociedad más igualitaria es el gran desafío que nos interpela, y será a través de la EDUCACION ELLOS deben ser prioridad para toda la sociedad desde una visión de promoción, protección y prevención, no desde lo punitivo. 

Nuestras Infancias y Adolescencias se encuentra en situación de pobreza, y la agenda política está divorciada de la realidad que atraviesan nuestros pibes. Debatamos estrategias para hacer efectivo la acción en la prevención, promoción, protección y restitución de derechos respecto a NUESTRAS INFANCIAS y ADOLESCENCIAS.