Relatos de vida

"Lo que vos vas sembrando, lo vas cosechando día tras día"

Así lo aseguró a TiempoSur, Mercedes Pérez, quien fuera presidenta de la Asociación de Celíacos de Santa Cruz, y  quien sigue trabajando y brindándose diariamente "por el otro". Una historia de vida, de trabajo y de formación hacia la comunidad, y en donde ella marcó la necesidad que tenemos como sociedad de recobrar "valores como el respeto, el compromiso y la solidaridad". 

  • 25/01/2018 • 10:50

En este espacio que TiempoSur le dedica a conocer historias de familias, de vecinos de nuestra ciudad, y de quienes muchas veces desconocemos el aporte que desde su lugar hacen al desarrollo y crecimiento cultural, social, político de nuestra sociedad; hablamos con Mercedes Pérez, una integrante de nuestra comunidad que vino de su tierra natal, Realicó, en la Provincia de La Pampa, para estudiar, formar su familia y hacerse su camino en esta tierra; y que con el correr de los años la vida la llevó a una circunstancia especial, el saber que era celíaca; una situación que seguramente le permitió ahondar y profundizar esa formación que tuvo desde su hogar paterno, que es el brindarse hacia el otro; el ser solidaria en todos los órdenes de la vida; tener compromiso con quien tenemos al lado. Hoy vamos a conocer parte de su vida.
Con Mercedes tuvimos una charla muy agradable porque cuando habla nos transmite valores, esas pequeñas cosas que muchas veces como ella misma expresó "como sociedad vivimos en forma acelerada y no nos tomamos unos minutos para la familia, para uno mismo". Así comenzó Mercedes Pérez relatando su historia: "Nací en Realicó en la Provincia de La Pampa, una comunidad que limita con la provincia de Córdoba, está ubicada bien al norte de La Pampa. Así que recorrí un largo camino para venir para acá".

Su llegada a Santa Cruz

En este sentido, le consultamos a Mercedes qué la llevó a venirse a vivir a Santa Cruz y al respecto nos comentó que "al terminar mis estudios como eran pocas las oportunidades que había ahí decidí, en ese momento, junto con mi madre y con mi padre, que yo no iba a vivir en Realicó y que me iba a ir a otro lado. En ese entonces yo tenía un hermano en El Calafate que es oficial ya retirado de Gendarmería. Vinimos en el verano cuando finalicé el secundario a visitarlo y de pasada por Río Gallegos, me encontré con que había una Universidad con diversas carreras que me gustaban, me inscribí en el Profesorado de Geografía y ya me quedé directamente. Mi mamá volvió sola y yo me quedé acá con 18 años, era el año 1987. Ya llevo 30 años pasaditos viviendo acá". 
"Soy más de acá que del lugar donde nací. Toda mi vida, la terminación de estudios, mi esposo Fladio es nativo de acá, mis hijos Javier y Guillermo; mis nietos Malena de seis años y Faustino de un añito y tres meses también. La vida me dio dos hijos y ellos dos hijas, mis nueras Gabriela y Mónica".
Mercedes cuando llegó a Río Gallegos comenzó a trabajar "en una panadería que estaba ubicada en la calle 9 de Julio y Alberdi, muy conocida. Ahí trabajaba mi esposo, donde lo conocí y a los pocos meses nos casamos. Así comenzó mi vida en familia, luego llegaron mis hijos y mi trabajo en la casa con los niños, la escuela. Siempre participé de las actividades en la escuela, cooperadoras y actos que había en el colegio. Y a la par como había estudiado el profesorado de Geografía, cuando ya mis hijos estaban en la primaria, eran más grandes, empecé a dictar clases particulares que lo hice hasta hace uno o dos años atrás que decidí ya retirarme".

(Nota completa en la edición impresa de TiempoSur)