Advirtieron demolición del castillo rivera y piden que sea patrimonio cultural

Una de las notas más leídas y compartidas este año en TiempoSur fue la publicación sobre el Castillo Rivera, esa antigua edificación levantaba del otro lado de la costanera de Río Gallegos. Se trata de una de las estructuras más antiguas de la ciudad y que más fascinación ha despertado por los vecinos. Pero una mala noticia se conoció en los últimos días a través de las redes sociales, ya que se conoció que parte de ese edificio empezó a ser demolido. Si bien se desconocen las causas – se trata de predio privado-, lo cierto es que los ciudadanos se mostraron preocupados por el lugar. Uno de los reclamos que hicieron fue que el lugar sea declarado como patrimonio histórico y quede inamovible como se mantuvo durante tantas décadas, pero lo cierto es que su demolición ya fue iniciada.

Las últimas imágenes del castillo rivera fueron compartidas el pasado 4 de julio, por la conocida página de Facebook Río Gallegos Surrealista. Allí, y en medio de diferentes ediciones que muestran a la capital santacruceña en un cuadro de fantasía, se dieron a conocer nuevas imágenes aéreas que fueron tomadas en conjunto con el aeroclub de la ciudad.

Luego se viralizó otra imagen, donde se da muestra que la mitad del edificio ya había sido tirado abajo.

El castillo este año, a raíz de las publicaciones de TiempoSur, ha levantado especial interés en la comunidad, muchas veces relacionándonoslos con diferentes leyendas urbanas. La más conocida habla acerca de aquellas fiestas elitistas que se realizaban elitistas. Aunque mucho de ello, se trató de una leyenda romantizada de un tiempo perdido.

El pedido de Patrimonio Cultural

Uno de los pedidos que hicieron los ciudadanos es que sea considerado patrimonio cultural, pero al ser un lugar ubicado en una estancia privada, se complica la declaración. Existe una ley provincial que ampara este tipo de casos.

El Patrimonio Cultural de la provincia de Santa Cruz está integrado por las obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza, incluidos los paisajes culturales, los bienes de las comunidades originarias, que tengan un valor significativo para la Provincia y sus habitantes desde el punto de vista histórico, artístico, estético, arquitectónico, etnológico, antropológico, científico, simbólico, paisajístico, y/o ambiental.

Son objetivos de esta Ley:

a) Garantizar la preservación y puesta en valor del patrimonio cultural y natural;

b) Crear planes y programas para la identificación, inventario y registro, así como para la conservación, el fomento de la investigación y la difusión a fin de asegurar la preservación y el acceso del público al patrimonio;

c) Establecer un sistema de coordinación inter-administrativo para aplicar esta Ley a nivel provincial, municipal y de las Comisiones de Fomento;

d) Establecer procedimientos y mecanismos de gestión para garantizar la intervención de toda la administración en orden a asegurar la transversalidad de la política cultural fijada por esta Ley;

e) Crear los mecanismos de consulta a la comunidad, en general y a las comunidades indígenas, en particular, en cuestiones relativas al patrimonio cultural y natural.

La historia del castillo

El libro “Patagonia Argentina” recopila y ordena algunos de los hechos que se sucedieron a principios del 1900, con dos personajes clave: Victoriano Rivera y Juan Rudd. El primero de ellos es uno de los pobladores que llegaron a Santa Cruz desde Europa, directamente de España. En aquellos años la Patagonia se abría al mundo como una región libre para el hombre blanco, dispuesta a ser trabajada incluso a instancia de los pueblos originarios.

Don Victoriano Rivera trabajó durante algunos años con los señores don José y Pedro Montes, en los campos que ocupan las estancias "Bahía" y "La Angelina". En 1900 se separaron recibiendo cada socio un lote de terreno, cuya extensión se calculó sobre la base de los respectivos aportes.

El segundo formador de las estancias de Río Gallegos es Juan Rudd. Nacido en las Islas Malvinas, llegó a Santa Cruz de la mano del gobernador de este territorio, quien le aconsejó y lo invitó a trabajar la tierra en la Patagonia. Junto a William Mac Call y William Halliday llegaron a Río Gallegos en 1886.

Un año más o menos estuvieron en la situación que hemos descripto, hasta que don Juan Rudd arrendó al gobierno el campo que hoy ocupa su estancia "Cape Fairweather".

"Cape Fairweather" linda al este y al sud con el Océano Atlántico; al oeste con don Victoriano Rivera y al norte con don Pedro Montes.