Felipe Pigna habló sobre la Patagonia Rebelde

Felipe Pigna estuvo charlando con “Cambalache”, que se transmite por TiempoFM (97.5), sobre la Patagonia Rebelde. El historiador tendrá tres columnas en el diario de Tiempo Sur, por el aniversario de este hecho, desde este domingo.

Su visión de lo que ocurrió en la Patagonia Trágica es que se trató de “un movimiento obrero ejemplar, que se impuso frente a la injusticia que tenía que ver con la desprotección total y la explotación a límites extremos por parte de la patronal. Lo que tenía que ver con derechos conculcados, con falta incluso de elementos de higiene, de abrigo en las estancias, y en distintos lugares, que provoca primero una manifestación pacífica, que se va tornando más compleja a partir de la llegada del teniente coronel Varela”.

Este teniente “en principio hace un informe absolutamente desfavorable a los peones, donde dice que son tremendamente explotados y que la culpa la tienen los estancieros. Después hay un cambio de visión violenta y vendrá la masacre, lo que conocemos como los fusilamientos de la Patagonia Rebelde. Estos hechos fueron historiados y rescatados por Osvaldo Bayer, que empezó a escribirla en la revista Todo es Historia, a fines de la década del sesenta. Después salieron esos cuatro tomos muy interesantes, con mucha documentación y que se pudo con eso hacer la película de Ayala y Olivera”, agregó el historiador.

En la película “La Patagonia Rebelde” hay un momento en el que Varela se encuentra en el club británico y todos empiezan a cantar ‘porque es un buen compañero’ en inglés, en este momento da la sensación de que el teniente empieza a comprender la barbarie que había cometido. Consultado sobre si esto tenía validez histórica o era una licencia de la película, Pigna contestó que “no sé si esa escena es del todo válida”, ya que el escritor Osvaldo Bayer le contó que “la tuvo que poner porque en la película él había terminado con el fusilamiento y que le pareció a los a los directivos de la película que no iba a ser aprobada por la censura”.

Agregó: “Por eso la película comienza con el atentado de Wilckens y termina con esa escena, que es una especie de acción de justicia cuando le cantan el ‘porque es un buen compañero’ y él pone una cara de consternado, de sentirse usado, que no sé si correspondía a ese personaje, a un tipo absolutamente frío que no tuvo ningún miramiento fusilar a mil quinientas personas y que ni siquiera se molestaba en decir ‘fusilenlo’, sino que levantaba la mano y hacía el símbolo con los cuatro dedos, cuatro tiros”.

A Pigna también le preguntaron sobre lo que sabía del Gallego Soto y comentó que “fue un personaje extraordinario, un actor afiliado de la FORA un tipo que fue puntal absolutamente de la huelga junto con el Alemán Schulz y con Facón Grande”, y que Osvaldo Bayer se lamentaba no haberlo llegado a conocer. Continuó hablando sobre Facón Grande, un criollo enterriano “con una enorme empatía”. “Era un tipo que estaba bien económicamente y que entra ahí un poco por empatía y solidaridad con los peones. Él tenía un cargo un poco mejor, una situación mejor, tenía una tropa de carros. Pero bueno, ve la miseria en la que vive esa gente, sus congéneres, el dolor que sufría toda esa gente. Se pone un poco al frente también con un gran heroísmo y un coraje extraordinario”.

A 100 años de la Patagonia Trágica

El próximo 7 de diciembre se cumplen 100 años de la Patagonia Trágica y, en TiempoSur, van a haber tres columnas especiales escritas por Felipe Pigna. La primera se estará publicando este 21 de noviembre.

Los hechos que ocurrieron en la Patagonia en 1921 están casi olvidados y en las mismas escuelas santacruceñas poco se habla de ello. “Indudablemente el ejército y  la derecha, hizo un buen trabajo” en “borrar parte de nuestra memoria”, aseguró Luciano Sorani, conductor de “Cambalache”.

Comentando sobre esto, Pigna dijo “por eso nunca hay que subestimar a los que promulgan la ley desmemoria. Y vos dijiste muy bien en tu descripción ‘el ejército y la derecha’. Porque hay una participación civil fundamental fuera la Liga Patriótica Argentina, que era una organización paramilitar que se había fundado en Buenos Aires en 1919, durante los hechos de la Semana Trágica, que era una banda terrorista armada que mataba obreros y que tuvo un rol fundamental bajo la total complicidad del radicalismo en el gobierno, en aquel momento, atacando barrios judíos, sinagogas, imprentas obreras”,

Esos ataques estuvieron “dirigidos por Manuel Carlés, que era un pre fascista, diría yo, porque se adelantó al fascismo de alguna manera, con el aval de la Iglesia y demás. En los fusilamientos de la Patagonia tuvo un rol protagónico en la Liga Patriótica, asistiendo con dinero, con armas, con todos los elementos posibles y rompehuelgas, que eran enviados desde Buenos Aires, también por esta asociación que nucleaba los a los más fuertes empresarios y terratenientes argentinos”, expresó el historiador.