Camino al 136 Aniversario

Catedral de Río Gallegos, la primera iglesia parroquial de la Patagonia

Se trata de uno de los edificios históricos de Río Gallegos. Ubicada sobre la avenida San Martín, fue levantada en el año 1899.

  • 20/11/2021 • 07:00
Catedral de Río Gallegos.
Catedral de Río Gallegos.

Uno de los edificios más antiguos y de mayor reconocimiento, más allá de la fe que uno profese, es la catedral de Río Gallegos. Esta iglesia se encuentra ubicada sobre la avenida San Martín y frente a su plaza homónima. Se trata de uno de los emblemas de la ciudad, parte importante no solamente de su historia y de su construcción, sino también del paisaje urbano y del día a día de una ciudad en constante crecimiento. Ha sido escenario de miles de casamientos, se han celebrado incontables misas –a cargo del Obispo de turno-, siendo además parte fundamental del aniversario de la capital, teniendo en cuenta que allí se realiza la tradicional misa antes del acto central.

La catedral tiene una importancia por peso propio que hoy vas más allá de la fe que profese cada vecino, sino que se sustenta por ser un pilar fundamental para el desarrollo de la actual ciudad capital santacruceña.

Nuestra Señora de Lujan fue la evocación de la virgen que se eligió para la colocación de la primera piedra fundacional, pero de eso hablaremos más adelante. Hoy, la estructura se mantiene impoluta, siendo mantenida a lo largo de las décadas y siendo parte del patrimonio cultural de Río Gallegos, como tantos otros edificios (y por qué no, vecinos) que hemos contado a lo largo de nuestro suplemento de los días sábados.

No solamente posee una belleza arquitectónica por dentro, sino que el jardín exterior delantero también ofrece, a la persona que lo visite, una agradable vista del lugar, dándole la bienvenida a quien ingrese al lugar.

 

Creación

Inicio de la catedral.

 

La institución, única en el país y el mundo por su peculiar arquitectura, fue inaugurada el 25 de febrero de 1900 por sacerdotes salesianos luego de cuatro meses de edificación. Hoy la catedral es parte del circuito de edificios históricos de la ciudad, y conserva su diseño original, a base de madera y chapa.

La estructura responde al tradicional sistema de entramado de madera en escuadrías de 2 x 4” con revestimientos de tabla horizontal sobre el cual se colocó papel de diario, arpillera y papel decorativo como terminación, mientras que pisos y cielorrasos quedaron con la madera a la vista.

Todas las piezas de madera fueron preparadas en aserraderos chilenos de Magallanes. Algunas molduras decorativas presentan la particularidad de haber sido hechas, el igual que en la catedral de Castro, en Chiloé, con chapa lisa como ingeniosa adaptación de la ornamentación clásica, tradicionalmente tallada en piedra. Como en los casos anteriores, reconocemos en ella un predominio de la influencia del neo renacimiento italiano. Tal como testimonian fotos antiguas, durante un tiempo funcionó sólo con los revestimientos de madera, luego se forró con chapa lisa el frente y la torre y, finalmente, con chapa ondulada, el resto.

Interior de la catedral.

 

Río Gallegos creciendo

El 16 de diciembre de 1887, el entonces Gobernador del Territorio Nacional, Ramón Lista, trasladó la capital del mismo desde la ciudad de Puerto Santa Cruz a Río Gallegos. Esto significó un hecho político de suma importancia estratégica y de ejercicio efectivo de soberanía sobre la región. 

Continuando con la historia de su fundación, en 1889 fue el Padre Beauvoir construyó la primera iglesia de Río Gallegos, que fue también, la primera de Santa Cruz. Al mismo tiempo, ese año y durante los siguientes, continuó realizando excursiones, como la que emprendió en el mes de octubre de 1889, saliendo desde Punta Arenas con el Clérigo Fortunato Griffa, llegando a las cabeceras del Río Gallegos y evangelizando e instruyendo a las familias de tehuelches que encontraba.

En 1899 Monseñor Fagnano decidió fundar una Casa Salesiana pero ya con una comunidad estable en Río Gallegos. El 18 de septiembre de ese año, en el Vapor Magallanes, llegó para hacerse cargo de la misma como Director, el Padre Juan Bernabé. Lo acompañaron tres salesianos coadjutores: Francisco Forcina, Valentín Slabosz y Pedro Gabrisiak. Traían cuatro onas como peones y dos carpinteros de Punta Arenas para encarar la construcción de la iglesia, la casa y el colegio. Ese año se fundó la Casa Salesiana con Parroquia dedicada a “Nuestra Señora de Luján”. 

El desembarco del material destinado a las obras, implicó hacer guardia día y noche para cuidar los materiales desembarcados en la playa. El barco llegaba cada dos meses. Cuando el viento impedía los trabajos en el exterior se trabajaba en el interior, las tareas de construcción no se detenían. El 24 de diciembre de 1899, aunque aún no se encontraba terminada, se celebró la primera misa en la Iglesia, hoy Catedral de Río Gallegos. 

Inicio de la casa salesiana.

 

Virgen de Luján

Su devoción es una de las más populares en países latinoamericanos, y sobre todo en Argentina donde es la patrona del país. También tiene fieles seguidores en países vecinos, ya que, en 1930, el Papa Pío XI la declaró patrona de Uruguay y Paraguay.

Aunque su imagen es muy conocida tanto para los creyentes como para los no creyentes, no todos conocen el origen de esta particular advocación católica de la Virgen María, madre de Jesucristo.

La historia se remonta al siglo XVII, cuando un hacendado portugués llamado Antonio Farías de Sá, residente en la ciudad de Córdoba encargó a un amigo de Brasil una imagen de la Virgen María. No podía saber que de su pedido iba a surgir la patrona de los argentinos. Su intención era exponerla en una capilla que formaba parte de una estancia suya en Sumampa, en la actual provincia de Santiago del Estero.

La imagen solicitada llegó al puerto de Buenos Aires en marzo de 1630, clasificada y acondicionada en un cajón. Desde allí inició su camino al destino final en una carreta tirada por bueyes. Sin embargo, según se lee en el libro “De la frontera a la Villa de Luján – Los comienzos de la gran Basílica” del padre Juan Guillermo Durán, la carreta quedó parada al llegar al paraje denominado "Árbol solo", a orillas del río Luján, en la actual provincia de Buenos Aires.

Creyendo que se trataba de un problema del peso de la carga, quienes manejaban la carreta quitaron varios bultos, pero los bueyes no se movían. No había modo, cada esfuerzo era inútil. Hasta que bajaron la caja que contenía la imagen de la Virgen. Para su asombro, los animales sólo se movían para seguir viaje si la virgen quedaba en ese lugar. Esto fue interpretado como una señal de que debía quedarse allí, y allí la dejaron. Entendieron que la Inmaculada Concepción no quería irse de ese lugar, lo interpretaron como un designio divino.