Guajardo: “Es tiempo de recuperar nuestra identidad”

En diálogo con TiempoSur, el cantautor patagónico Eduardo Guajardo compartió detalles sobre su reciente participación en el Ateneo Folklórico Nacional en el marco de la 64° edición del Festival Nacional de Folklore de Cosquín 2024, y la presentación de su libro “El Alfabeto del Viento”, en la Plaza de los Artesanos, poniendo en el mapa nacional la geografía cultural de la región patagónica.

Guajardo destacó que el Ateneo Folklórico fue un catalizador para una declaración conjunta, en la que 14 representantes de diferentes regiones del país se unieron “para dar un pantallazo de lo que se pretende para el Cosquín que viene”, compartió Guajardo. Del mismo, participaron Diego López (NEA), Laura Cáceres (NEA), Diego Castro (Patagonia Norte), Rubén Cruz  (NOA), Clara Bertolini (Centro), Diego Petreli (Centro), Javier Bautista (Cuyo), Roberto Mercado (Cuyo), Mario Díaz (Centro), Jorge Soria (Centro), Eduardo Guajardo (Patagonia Sur), Violeta Cocconi (Patagonia Norte), Raúl Mario Silva (Centro), Martín Castro (Centro).

Como resultado del cónclave se elaboró un documento que remarca la época de “tiempos superfluos, desnutridos de ternuras, y despojados de humanidad”, en los que vivimos, donde “es urgente replantearnos el rol de los hacedores de bienes culturales. No solo para responder al porqué de lo que hacemos sino, fundamentalmente, el para qué lo hacemos”. Señalan y remarcan que “se debe valorar como lo que realmente es: el combustible con el cual se mueve la rueda de la historia”.

Como referente de la región, destacó la importancia de esta oportunidad para proyectar la identidad patagónica a nivel nacional. “Nadie va a venir a buscar a la Patagonia. O sea, vos tenés que ir al encuentro porque los encuentros los hacen los otros”, explica y enfatiza que ante un escenario donde “hay ofertas para tirar para arriba, no tienen el tiempo -porque no se dedican a eso- de investigar. Cosquín no es el parnaso de la cultura nacional. Ahora se pretende, digamos, ampliar eso. Y está bueno y enhorabuena que pase, y enhorabuena que convoquen a referentes que estamos en la cuestión, que entendemos esto porque lo venimos caminando hace muchos años”, señaló. Sin embargo, que Cosquín se abra ahora como panorama federal “no significa que Cosquín va a ir a buscar todos los artistas de la Patagonia que quieran tocar en Cosquín. O sea, van a llegar los que muestren interés por traducir su discurso artístico y los que arriesguen”.

En este punto y consultado sobre si lo que se está trabajando contribuiría a que la Patagonia podría tener más protagonismo, el referente cultural profundizó: “Lo que pasa es que, también, los artistas patagónicos tienen que laburar más. No alcanza con que vos toques acá en tu ciudad y no te muestres. No salgas o arriesgues, que eso es otro tema, digamos, que tienen que ver los propios artistas. Porque si vos te dedicás solamente a tocar porque te paga Cultura para ir a Truncado, por ejemplo, después no te ve nadie. Entonces vos necesitás moverte, necesitás expandir tu laburo. Hay un grado de responsabilidad que tiene que ver con el artista regional, que tiene que tomar ese riesgo: tiene que salir, tiene que ir a Buenos Aires, tiene que ir a Córdoba. Tiene que ir a Mendoza, tiene que ir a Santa Fe, a los lugares donde resuena la cosa”.

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En este sentido, y sobre el rol del Estado para acompañar esas gestiones, Guajardo puntualizó la urgencia de recuperar los festivales santacruceños, señalando que estos eventos han perdido su esencia original. “Todos los festivales, los poquitos que teníamos con identidad regional, se perdieron. Eso es una derrota cultural. Hablamos del festival más importante que fue pre-sede de PreCosquín en otro tiempo -que lo programó Armando Tejada Gómez en los 70- y ahora es una peña. San Julián, que era un festival juvenil donde venían todas las delegaciones de Patagonia y se cultivaba la cultura del sur patagónico, también”, describió. “Es tiempo de recuperar. Necesitamos un Estado promotor. No queremos más un Estado productor de espectáculos”.

Si bien nuestra provincia no tuvo “delegación oficial" para la noche de provincias, Santa Cruz estuvo presente. Tres bailarines que son parte del Ballet Oficial del Festival de Cosquín, realizaron la tradicional apertura sobre el escenario mayor: Marcelo "Chelo" Vidal y Giuliana Mangione, de Río Gallegos, Catriel Guajardo, de Río Turbio y Eduardo Guajardo en el Ateneo Nacional del Folklore. “Es la refundación del Cosquín, del pensamiento folklórico", apuntó.  

“Para mí es mucho más importante lo que hice ahora. Para lo que me llamó Cosquín ahora, que para lo que hice el año pasado. Y los cuatro santacruceños que estuvimos participando activamente de Cosquín, ninguno de nosotros fue potenciado por el Estado”?.

La charla concluyó con una mirada esperanzadora hacia el futuro. En sus palabras, resonó la urgencia de prepararse para un Cosquín más federal y auténtico, donde la Patagonia tenga un lugar destacado en la escena cultural argentina, en consonancia con el final del documento elaborado en el Ateneo Nacional: “El sentido de la oportunidad nos indica de que es el tiempo de volver a armar la tierra y sembrar con mucho amor y respeto, la semilla intransferible de la esperanza. Cosquín debe retomar un camino hacia la construcción de un imaginario colectivo abarcador, lo que nos impone un rumbo y una praxis diferente hacia un Cosquín más cultural y federal”.

“Estamos refundando lo que va a ser el año que viene el Congreso Nacional de Folklore en Cosquín”. De hecho, se constituyó la Comisión del Ateneo Folklórico, de renovación anual. Esta primera gestión, a cargo del presidente Mario Gabriel Díaz y vicepresidenta Clara Bertolini. Habrá una representación del Municipio de Cosquín y el resto de los participantes, todos con la figura de vocales activos. O sea, hay un santacruceño ayudando a pensar Cosquín. Vale remarcar que este Ateneo se mantiene como una comisión que seguirá sesionando de manera virtual y “con algún encuentro, presencialmente, en alguna región”.

“Necesitamos un Estado que promocione, que genere en las escuelas los espacios de formación cultural, de educación por el arte. Eso necesitamos. No para crear artistas sino para crear personas conscientes del lugar donde habitan, para que puedan querer su lugar”, finalizó.