Alonso, con Canapino y Ponte, se consagró en los 1000 km del TC

La falta de presupuesto alejó al santacruceño, en este último tiempo, de las categorías más importantes de la Argentina. Igual, el “pingüino” sigue trabajando, a la par que confiando y esperando poder juntar la plata como para volver a correr en alguno de los campeonatos más importantes de nuestro país. Como ya lo supo hacer y con total éxito por cierto. Está claro que talento no le falta. Tampoco capacidad al volante. Es que cada vez que se sube a un auto de carrera, algo bueno pasa.

Este último fin de semana, Alonso volvió al Turismo Carretera. Llegó gracias a la invitación que le hiciera Agustín Canapino para correr juntos los 1000 kilómetros de Buenos Aires. Estos ya hicieron equipo la temporada pasada. Aunque aquella vez el resultado fue diferente. El tercero en participar de esta aventura con el auto de Canapino fue Martín Ponte. Entre los tres, formaron un trío espectacular. Ganador. Y eso fue lo que hicieron. Se adjudicaron esta prueba diferente, tanto como atractiva, del campeonato de TC. Más de 170 vueltas fueron las que dieron, en poco más también de cinco horas y media. Todo un desafío. Superado, desde ya, para el “pingüino” y sus compañeros.

Los mejores tiempos de la final que se disputó ayer, en el mítico autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires, fueron estos:   

1° Agustín Canapino 05h35m10s931  

2° Leonel Pernía 05h35m13s854

3° Facundo Ardusso 05h35m14s405

4° Sergio Alaux 05h35m14s835

5° Luciano Ventricelli 05h35m20s922

6° Guillermo Ortelli 05h35m22s234

7° Julián Santero 05h35m23s615

8° Nicolás Trosset 05h35m23s886

9° Emanuel Moriatis a 1 vuelta

10° José Manuel Urcera a dos vueltas

Vale la pena recordar que otro santacruceño participó de esta importante competencia. Este, Sebastián Gómez. El actual piloto de la Clase 3 del TN integró el equipo de Carlos Okulovich. Al que también llamó el misionero fue a Jorge Trebbiani. A Gómez no le fue tan bien como a Alonso en el team Canapino. El Torino del Maquin Parts tuvo problemas después de tres horas de girar en el templo porteño y terminó guardado en boxes antes de la bandera a cuadros.