Entrevista

A él le apuestan

Hace un año que Patricio Ordóñez se convirtió en árbitro. Forma parte del colegio de la A.I.F.B. Hizo toda la transición correspondiente. Fue asistente y después se convirtió en principal. Dirigió partidos de Inferiores, en sus comienzos, y más tarde de Primera. También lo hizo en Veteranos. Hoy se mueve con soltura por todas las divisiones. Es uno de la nueva camada de árbitros en los que están puestas las fichas. Con pasta y talento, lo ven como uno de los grandes referentes del futuro. 

  • 07/05/2020 • 08:03

En las generalidades de la ley, el árbitro no suele ser buen jugador de fútbol. Y  ahí está, quizás, una de las principales y grandes causas en varios de los retiros tempranos. Jugadores que dejan una corta y no tan prominente carrera para pasar al otro lado de la calle.

Pero como en toda ley, también, hay excepciones. Y Patricio Ordóñez, sin dudas, lo es. A tal punto que empezó a arbitrar en plena carrera ascendente como jugador. Hace once años que le pega a la pelota en los torneos de la Asociación Independiente de Fútbol de los Barrios. Menos, una temporada, que hace sonar el silbato en la misma liga. Le va tan bien como jugador, que por ahora no pensó en colgar los botines. Es de los pocos que cumple las dos funciones. Y hace ambas casi con la misma excelencia. En una, con un largo camino ya recorrido. En la otra, con mucho por andar todavía.

Ordóñez es, de los que está en el Colegio de Árbitros de la A.I.F.B., uno de los tantos novatos. También, uno de los tantos que, a criterio de los veteranos del arbitraje, pinta con buen futuro. Es un potencial referente. No sólo dentro de la liga sino más allá de esta también. En parte, dependerá de él.

El candidato de todos habló con TiempoSur. Lo hizo en exclusiva. La charla abarcó varios temas. Todos enriquecedores.  

-¿Hace cuánto que empezaste a arbitrar en la Liga de los Barrios?

Empecé a arbitrar hace un año. Arranqué como todos, de asistente. Después hice mis primeros partidos como árbitro principal en el torneo de Séptima División, con chicos de 9 a 11 años, más o menos.  Llegué a la Liga de los Barrios a través de un conocido, quien me contactó con el presidente del Colegio de Árbitros. Hablé con él y bueno, acá estoy ahora. 

 

-¿Por qué elegiste ser árbitro?

Es algo que siempre me gustó. En realidad, lo que me gusta muchísimo es el fútbol. Y todas las partes que lo componen. Hoy en día juego y tengo la posibilidad de arbitrar. Llevo a los dos roles bastante bien, sin problemas. No descarto tampoco, en el futuro, dirigir algún equipo.

 

-¿Qué es lo que más te gusta de esta profesión?

Me gusta la posibilidad que me da, de todos los días, poder aprender algo nuevo. Del fútbol en general y del arbitraje en particular. El hecho de tener el rol que ahora tengo me dio la posibilidad de conocer más al fútbol y hasta entenderlo más. Sobre todo, en lo que respecta al reglamento, claro.

-¿Y lo que menos?

Yo creo que lo que menos me gusta es el "conflicto". Así le digo yo a las situaciones que se dan en la cancha entre una terna arbitral, que llevan a no ponerse de acuerdo en algunas cosas antes de un partido. Por suerte, éstas, son cosas que se pueden solucionar. Y que se van haciendo a medida que vas conociendo la forma de arbitrar de cada uno.

 

-¿Cuál es tu referente dentro de la Liga?

Tengo varios a los que admiré y aún hago hoy. Hace once años que estoy en la Liga. Primero como jugador y ahora también como árbitro. En este tiempo, vi pasar a muchos. Me tocó ser dirigido por un montón y muy buenos la mayoría. Siempre traté de hacer lo mismo, de sacar lo mejor de cada uno para así formarme.

 

-Tenés algún referente a nivel nacional o internacional, ¿quién?  

Me gustan los árbitros con mucha personalidad. Me gustaba mucho Horacio Elizondo, porque era un árbitro que no se casaba con nadie. Imaginate que expulsó a Zidane en una final del mundo. Sin embargo, creo que me siento más identificado con Baldassi. Yo soy de ese estilo, no tan serio sino más hablador y “simpático” con los jugadores.  

-Se habla casi siempre de una escuela de arbitraje más ligada al cumplimiento estricto del reglamento y otra que tiene que ver más con el manejo de las situaciones, sin faltar al reglamento claro, ¿vos de qué lado estarías?

A nosotros se nos inculcan de las dos, porque el reglamento lo tenemos que cumplir estrictamente. Pero, después, a medida de cómo se van disputando los partidos tratamos de llevar el mismo de una manera en que sea igualitario para los dos equipos. Y en lo posible sin generar ningún problema. Yo creo que, si uno consigue manejar el partido de esa forma, va a ser mucho mejor para todos.

 

-¿Cuál creés que es tu mayor virtud?

No sé si es mi mayor virtud, pero como te decía antes, que al ser jugador creo que los puedo "entender" un poco más. Sobre todo, en determinadas situaciones. A veces creo eso también puede dejar de ser una virtud para transformarse en un defecto.

 

-¿En qué tenés que trabajar para mejorar?

En muchas cosas. Mis colegas dicen que le esquivo mucho a las tarjetas. Quizás es algo que tenga que cambiar y que lo consiga con la experiencia. El reglamento, con sus cambios y todo, y el día a día dentro de una cancha, te dan esa posibilidad de mejorar.

 

-¿Qué hacés en cuarentena para mantenerte?

Hago ejercicios para la parte física más que nada. Trato de mantenerme en forma como pueda, porque esto de no poder salir de mi casa se complica. Además, sigo leyendo el reglamento. Aprovecho estos días que tengo un poco más de tiempo para avanzar en eso. Miro partidos por la tele y sigo atentamente el desempeño de los árbitros. Lo que hacen y cobran. También en el grupo de WhatsApp que tenemos en la Liga se suelen subir jugadas, las que analizamos entre todos.

 

-Arbitraste partidos de inferiores y de primera. ¿Qué categoría te parece más difícil y cuál te gusta más?

Tuve la suerte de en este corto tiempo arbitrar todas las categorías. Lo hice desde Séptima División, que son los más chicos, hasta Súper Seniors, que son los más grandes. Son todas diferentes. Con los infanto juveniles, lo bueno es que vos al cobrarle alguna infracción tenés la posibilidad de poder enseñarle para que en un futuro sean mejores. En Primera creo que es una muestra más de carácter la que hay que tener. Existen jugadores que tienen mucho también y tratan de manejarte el partido a su manera. Por eso, quizás, resulta más complicado. Con los Seniors o Súper, son más mañas de ellos a uno que es más chico. En lo personal, trato de apelar a la tranquilad para poder llevar adelante cada partido.

 

-¿Qué es más difícil, tener que resolver en segundos y ser justo o lidiar con las mañas y las protestas de los jugadores?

Uno siempre tiene que resolver una jugada en segundos. Tratar de ser lo más justo posible y no cometer errores. Nosotros, la terna arbitral que sale a la cancha, somos conscientes de que siempre somos los malos de la película. Entonces, vamos a lidiar con las mañas de todos. Mientras más grande son, peor es. Es ahí cuando uno trata de lidiar con las protestas de los jugadores y técnicos. Si cobrás un penal en una jugada rápida, sos el bueno para uno y villano para el otro. Eso lo sabemos desde que estamos en el vestuario. La verdad de todo la tenemos cuando damos el pitazo final. Ahí sabés en realidad si hiciste o no bien las cosas.

 

-¿Qué es lo más gracioso que te dijeron o te pasó en una cancha?

Muchas cosas. En un momento tenía el pelo teñido de gris y me decían de todo. Flavio Mendoza me llegaron a gritar. Siempre traté de tomármelo todo con un humor. De no hacerme mala sangre por esas cosas. Sé   van a pasar, con lo cual, trato de estar tranquilo y reírme de la situación.

 

-¿Y algo no tan agradable?

Una vez me tocó un partido un domingo a la noche. Era el último de la jornada. Yo estaba como asistente. Atrás mío había una persona en estado de ebriedad, el cual me insultó todo el partido. Cuando terminó se metió en la cancha a querer pegar. A todos. Por suerte, no pasó a mayores porque los mismos jugadores lo pararon.

 

-¿Cuál es tu sueño dentro del arbitraje?

Mi sueño es seguir creciendo. Tengo en claro que es una liga de barrio, de fútbol amateur, pero quién sabe si en un futuro se puede dar alguna posibilidad de pasar a otra liga. Por ahora voy tranquilo, tomándome las cosas con calma.