Resiliente
Después del accidente que tuvo en Concepción del Uruguay la fecha pasada, Thiago Martínez volvió a correr. Lo hizo ahora, en esta sexta fecha del campeonato de la Clase 3 del TP, con cambio de auto incluido. Nada de esto le pesó para andar bien el primer día. Tampoco para ser uno de los más rápidos de la clasifica y ganar su serie. Ayer, volvió a demostrar su capacidad de superación. A todo. Lo hizo llevándose el triunfo. Fue el segundo en lo que va de la temporada que lo sitúa ya entre los candidatos al título.
Se levantó una vez. Fue el año pasado después de perder a su papá. Con él se fue parte de su ser. Y de su condición de piloto igual. Thiago Martínez tuvo que hacerse grande de golpe. Asumir responsabilidades de las que hasta entonces se ocupaban otros. Perdió algunos amigos del campeón. Sin siquiera serlo todavía. Ganó otros, que valen Oro y que le permitieron seguir. Llegar hasta acá. Terminó la temporada pasada como pudo. En lo anímico y en lo deportivo. Fue competitivo hasta el final del campeonato. Tanto que llegó a la definición del mismo con buenas chances de quedarse con el título. No lo consiguió por poco. Fue segundo entonces y volvió a Río Gallegos como todo un primero.
De ahí en más, otra vez la cosa se le puso cuesta arriba. No consiguió el apoyo suficiente y no pudo viajar, en febrero pasado, a San Nicolás para formar parte del estreno de la nueva temporada. Arrancó tarde pero bien. Lo hizo en la segunda fecha, en Olavarría, y ganando. Nada más y nada menos. Otros buenos resultados lo acompañaron después. En la quinta fecha, recibió un nuevo cachetazo. Perdió su Toyota Etios como consecuencia de un fuerte accidente que lo tuvo como protagonista en Concepción del Uruguay. Quedó herido. Física y deportivamente. Se recuperó de los golpes primero. Después, encontró lo que parecía imposible. Esto, un nuevo auto para poder continuar en el certamen de la Clase 3 del Turismo Pista. Con el viejo, pero renovado, Renault Clio llegó a Rosario para formar parte de la continuidad del campeonato. En el primer día dejó en claro que no estaba en el Fangio para pasear. Sino para ganar. Lo ratificó el viernes, al quedar segundo en la clasifica y ganar su serie.
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En la final, disputada ayer, largó primero. Martínez sabe de atacar. Le gusta hacerlo. Se siente cómo con eso. Desde adelante en la hilera y fiel a su estilo, el riogalleguense atacó. Aceleró a más no poder, y sacando las primeras vueltas, dominó la carrera a su antojo. Del octavo giro hasta el final se la pasó rompiendo su propio récord. Así ganó. Con claridad. Sin objeciones. Resiliente.
Los mejores tiempos en la definición de esta sexta jornada, fueron estos: 1° Thiago Martínez (Renault Clio) 26m25s038,
2° Lucas Petracchini (Renault Clio) 26m32s106, 3° Francisco Coltrinari (Toyota Etios) 26m32s540, 4° Andrés D'Amico (Renault Clio) 26m35s117, 5° Alfredo Lestard (Renault Clio) 26m35s511, 6° Juan Benedetti (Toyota Etios) 26m36s248, 7° Walter Bessone (Toyota Etios) 26m38s820,
8° Luis Bessone (Toyota Etios) 26m39s668,
9° Juan Kreitz (Nissan March) 26m47s866 y
10° Juan Manuel Damiani (Toyota Etios) 26m49s233. Entre los que sumaron puntos en esta fecha estuvo también Pablo Collazo. El sanjulianense terminó decimosexto. Su tiempo total fue de 26m54s362.
El que también cumplió con los 14 giros previstos para esta final fue Pablo Grippo. Este llegó a la meta más de 50 segundos después que el ganador de la carrera. De esta manera, el oriundo de El Calafate ocupó el lugar número 28 en la clasificación final de esta prueba.
El campeonato
La victoria ya era motivo suficiente para festejar. Hasta antes de cruzar la meta, el piloto nuestro y su equipo tenían otras razones para hacerlo también. Es que con los puntos que estaba sumando, el integrante del Cano Racing pasaba directamente, y sin escalas, a ocupar la primera posición del campeonato. Vale la pena recordar que había llegado a Rosario siendo quinto en el certamen. Una vez que se bajó del auto, embargado de la emoción propia y la ajena, se enteró de que se había convertido en el nuevo líder del campeonato. Tanto fue así que el propio protagonista lo hizo público en la zona mixta. Pero, en el tiempo casi que transcurría todo en el alrededor de la pista otra cosa pasaba adentro que torcía el destino. Es que casi sobre la línea de meta, Andrés D’Amico consiguió avanzar un par de puestos. Terminó cuarto y sumando algunas unidades extras. Puntos, estos, que le permitieron conservar el número uno. Esto no había sido captado por los miembros del equipo de Martínez y de ahí, entonces, que la información que le dieran al riogalleguense fuera otra, distante a la de la realidad.
De todas maneras, lo del representante nuestro fue más que importante. En todo aspecto. Incluso en el campeonato. Martínez se llevó, además de la victoria, 36 puntos con los que escaló cuatro posiciones. Tiene ahora 110 unidades. El subcampeón del año pasado es ahora segundo. Está a nada de D’Amico (111) y dispuesto a desbancarlo. Para así tomar lo que no pudo la temporada pasada. Y que, por mérito, ya le pertenece.
Gracias, totales
Al igual que cuando ganó en Olavarría, en marzo de este año, a Martínez se lo notó particularmente emocionado. No era para menos. Fue mucho lo que tuvo que vivir en este último tiempo. Se sobrepuso una vez más a todo. Y a todos. Por eso, en sus palabras dejó el análisis frío para más adelante y prefirió agradecer. Acordarse de los que le dieron una mano y de los que trabajaron a la par para que pudiera vivir un nuevo gran momento deportivo en su corta carrera. Trató de no personalizar para no olvidarse de nadie. Quiso, con sus palabras, abrazarlos a todos. Lo hizo. “Estoy sin palabras. Muy agradecido de todos los que están acá conmigo y que hicieron posible esto. Después de lo que pasó con mi papá, mucha gente nos dejó de lado y otra nueva se sumó. Nos brindó su aliento, su apoyo y si hoy estamos acá y siendo protagonistas es gracias a eso. Estoy muy contento por mi equipo, que sabe lo que hace, que trabajó mucho y realmente se merece esto y mucho más. Agarraron un auto que estuvo parado durante mucho tiempo y lograron ponerlo en pista. La primera vuelta que di con este, ya me di cuenta que estaba para dar pelea. Quedó demostrado este fin de semana. Hoy, en la final, de mitad de carrera para adelante sacamos una diferencia enorme. La verdad es que el auto anduvo excelente y lo pudimos aprovechar. Creo que estamos para mucho más. Ahora lo importante es seguir sumando”, dijo.