Se suspendió la caravana: los jugadores regresaron a Ezeiza
Ante el desborde, el micro se desvió y los futbolistas sobrevolaron el Obelisco. Luego regresaron a Ezeiza. Una manifestación de dimensiones jamás vistas en el país.
En un micro descapotable que avanzaba muy lentamente tratando de abrirse pasó entre la multitud, los jugadores con sus medallas al cuello salieron a mostrarle al pueblo la Copa conquistada el domingo ante Francia.
El recorrido, que comenzó poco antes del mediodía, iba a ser de unos 70 kilómetros y se calculaba que tomaría unas ocho horas, aunque cerca de las 16 se decidió cambiar de planes y terminar el festejo con un helicóptero.
En el centro porteño hubo una invasión de hinchas y pasión. Un ir y venir de simpatizantes con banderas argentinas por doquier. Bocinazos, cornetas, y el corear espontáneo de "Muchachos..." el hit mundialista se escucha en cada esquina.
La Selección sobrevoló Buenos Aires en helicópteros
Más de cinco millones de personas se han movilizado a lo largo de todo el recorrido de la caravana, indicaron fuentes del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, donde residen tres millones, aunque el área metropolitana aloja a 12 millones.
En el centro de Buenos Aires hay muchos que han venido de otras ciudades, tan lejos como Bariloche, o de Rosario, la ciudad de Messi y Ángel Di María, y de territorio bonaerense.
"El pueblo argentino es muy futbolero, y se nos venía negando los mundiales. Esta nueva camada vino con mucha fuerza. Es muy festejado por las nuevas generaciones. Yo tuve la suerte de ver a (Diego) Maradona jugar, era yo muy chiquito cuando ganó el título de 1986. Esto es muchísimo premio para el pueblo argentino, lo merecía. Esta selección está muy unida al pueblo argentino", dijo Luciano Peralta, un comerciante de 41 años de Rosario.