Fútbol de salón

El recuerdo de La Base campeón nacional

Fue en abril, pero hace siete años. En el 2013, en Mendoza, se jugó un por entonces promocional Campeonato Argentino de Clubes Femenino. La Base formó parte de aquel certamen. El equipo de Río Gallegos dejó su huella entre los mejores exponentes de nuestro país. Ganó el título, convirtiéndose en el primer representante de nuestra provincia en hacerlo. En una entrevista exclusiva con Fernando Granatelli, el DT de entonces, revivimos aquel momento glorioso para el fútbol de salón patagónico.  

  • 29/04/2020 • 08:00

Hubo una vez un equipo, que se atrevió a soñar. En tiempos diferentes a los de ahora. En donde, por ejemplo, el fútbol femenino o su versión salón no estaba tan desarrollado como ahora. Y en donde parecía difícil poder reunir a un puñado de equipos en un evento nacional. O más todavía, que un grupo de chicas, junto con su entusiasta y eximio entrenador, pudiera viajar desde estos lares para representarnos en semejante cita. La Confederación Argentina (CAFS) hizo su parte. La primera, claro. Fue en el 2013, en Mendoza. De esa experiencia, en dónde estuvieron los por entonces mejores equipos de nuestro país, participó La Base. El equipo de Río Gallegos cumplió su sueño. Medirse contra los grandes del salón argentino. Y no sólo eso, sino que lo hizo a la altura y ganándoles a todos. Obtuvo el título nacional. Fue el único triunfo hasta acá de un equipo santacruceño. También de uno de la Patagonia. Hechos que magnifican aún más lo logrado. Fue en ese abril de 2013 que La Base se animó a soñar. Pero también se propuso hacer realidad el mismo. Lo consiguió, con mucho trabajo y esfuerzo. El padre de aquel título fue Fernando Granatelli. Cumplido el séptimo aniversario de aquella importante conquista, TiempoSur habló con el DT. Junto al experimentado y consagrado entrenador, revivimos aquella exitosa performance del hasta ahora, mejor equipo de Santa Cruz de todos los tiempos.  

 

-¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando te acordás de aquel torneo?

Se me vienen a la memoria un montón de recuerdos. También de sensaciones. Fue mucho esfuerzo y sacrificio el que hicimos para poder llegar a ese lugar y competir. También muchos obstáculos los que tuvimos que pasar. Pero la verdad, el final nos dejó una inmensa satisfacción. El haber conseguido el título del nacional de clubes fue una alegría enorme.

 

-¿Cómo fue que llegaron jugar en ese momento el Argentino de Clubes?

Los torneos nacionales de la rama femenina y los de las categorías infantiles eran promocionales en ese entonces. La participación dependía de la iniciativa y la posibilidad de cada club.

 

-Y la preparación, ¿cómo fue?

La verdad es que fue muy exigente. Entrenamos en doble y hasta triple turno durante mucho tiempo previo al torneo. Para las prácticas nos prestaban los lugares y entonces las hacíamos en los lugares que nos daban. Tal es así que varias veces llegamos a entrenar a las dos o tres de la mañana. Supimos usar mucho el gimnasio Rocha. En ese momento, Horacio Chávez, nos cedía el espacio como para poder juntarnos a preparar el certamen. A él le estaremos siempre inmensamente agradecidos. Su desinteresada colaboración nos ayudó mucho y fue parte, sin dudas, de lo que pasó después.

 

-Antes o durante el torneo, ¿imaginaste que el mismo podía terminar como lo hizo?

Teníamos la sensación de que podíamos competir de igual a igual. También el entusiasmo y el deseo de ser protagonistas y pelear por cosas importantes. A medida que fueron pasando los partidos, y acumulando buenos resultados, íbamos ilusionándonos cada vez más. El sueño de ser campeón iba creciendo. Una señal de la confianza que le tenía al equipo, y también como una manera de motivarlo, es que cuando salimos de Río Gallegos compré un par de bebidas espumantes para el festejo. Fue quizás una intuición personal en ese momento y resultó una realidad.

 

-¿Cuál fue la clave del equipo?

Creo que no fue una sola sino más bien varias. La pasión de las chicas es la que más destaco. También el compromiso, la dedicación y el sacrificio. Fue un equipo que tuvo grandes talentos coincidiendo todos juntos dentro del campo de juego y en el mismo momento. Para que te des una idea del nivel que tenían las chicas por entonces, cuatro jugadoras de ese equipo fueron preseleccionadas y participaron del proceso de entrenamiento de Argentina  previo al mundial de Colombia.

 

-Si tuvieras que destacar un partido del torneo, como el mejor, ¿cuál sería?

Contra Cementista, en la semifinal, perdíamos 3 a 2 y faltando 32 segundos pido minuto. Me había reservado este tiempo para una situación de pelota detenida. En ese momento, hicimos un cambio. Entró Tatiana Marín, quien se había sumado al equipo como refuerzo. Ella jugaba en Comodoro Rivadavia. La consigna que le di fue que cuando tuviéramos la pelota, hiciera un remate alto porque la arquera de Cementista (en ese momento también lo era de la Selección Argentina) daba ventajas por arriba del hombro. Se dio todo casi como lo planificamos y conseguimos empatar. A falta de 12 segundos, recuperamos el balón y, en la misma jugada, atacando por la derecha Alejandra González hizo una maniobra de desmarque que le permitió generarse un espacio en ataque y recibir. Lo hizo pisando el área contraria y definiendo con el pie zurdo de manera suave. La pelota se metió en el arco como en cámara lenta. Ese fue el 4 a 3 definitivo y la posibilidad también de meternos, ni más ni menos, que en la final del torneo.

 

-¿Y en el que más te tocó sufrir?

Ese partido también. El final fue de película. Por suerte se dio todo bien para nosotros. Lo cierto es que hasta que no terminó el partido, me tocó vivirlo muy intensamente. Con muchos nervios.

 

-En ese tiempo, el fútbol de salón no tenía, tal vez, el auge de hoy. ¿Cómo era en ese entonces el nivel?

El nivel era altísimo. La Cátedra de Córdoba era hasta entonces bicampeón Nacional. Ese fue el equipo que nos tocó en la final y al cual pudimos ganarle por 4 a 1. El nivel hoy subió algunos escalones. Existen muchos más clubes y asociaciones femeninas que los de entonces. Se multiplicó la cantidad de torneos y con ello se incrementó la competitividad. Hoy en Río Gallegos existen entre 40 y 50 clubes. Eso habla del aumento de la disciplina.

 

-¿Creés que es posible que en el presente algún equipo pueda repetir lo que ustedes hicieron en ese torneo?

Sí, creo que sí se puede. Tenemos una inmensa cantidad de jugadoras muy talentosas. Además, existen y están apareciendo entrenadores, formadores y profesores interesados en la disciplina y el género. Eso nos permite ilusionarnos con el futuro de la actividad, con que se consigan grandes logros para nuestra ciudad y la región. De a poco, vamos obteniendo el apoyo de sponsors, necesarios también para el desarrollo de la actividad.

 

EL EQUIPO

Génesis Morales

Alejandra González

Tatiana Marín

Ana Laura Ruíz

Laura Michiardi

Elaba Castro

Andrea Alvarado

Andrea Arias

Paula Leiva  

Fernando Granatelli (DT)

 

LA CAMPAÑA

Fase Clasificatoria 

Smata 3 - La Base 5

San Vicente 0 - La Base 5

Cementista 2 - La Base 7

Misiones 2 - La Base 8 

Cuartos de Final

Cipolletti 1 - La Base 6

Semifinal

Cementista 3 - La Base 4

Final

U.N. Córdoba 1 – La Base 4