Gracias a los penales

Si algo le faltaba al torneo de la Liga Independiente de Fútbol de los Barrios era tener que jugar en canchas ajenas. Bueno, esto, impensado, pasó.

Pero la sorpresa es algo que perdieron hace mucho quienes trabajan en la cocina del campeonato más convocante de nuestra ciudad. Más que nada por todo lo que aconteció en el mundo desde fines del 2019 a esta parte. Y que llevó a tener que improvisar primero y reorganizarse y aggiornarse, después. Vale la pena recordar que los torneos, tanto de mayores como de Divisiones Inferiores, fueron suspendidos más de un año como consecuencia de la pandemia del COVID-19.

Después de ese largo período de inactividad, los mismos regresaron con condiciones poco habituales para lo que era la A.I.F.B. O, más allá incluso, la vieja normalidad. Es que, por ejemplo, los equipos de la liga barrial se tuvieron que acostumbrar a nuevas condiciones. Marcadas estas por los protocolos sanitarios. El tener que jugar sin público fue algo que debieron padecer. Los de un lado y otro del alambrado. En este sentido, la cosa venía bastante bien hasta que terminó de jugarse la fase clasificatoria. Con los playoffs, la situación con el público se descontroló un poco. Hubo suspensiones varias. También trabajos en la cancha Enrique Pino para intentar cumplir con las normas sanitarias. Los dirigentes lo entendieron así y obraron en consecuencia. La gente, no tanto. De ahí que, tras la última cancelación de partidos, las medidas adoptadas por la A.I.F.B. hayan sido más drásticas. Deportivamente hablando, claro. Lo que tuvieron que hacer para terminar con la aglomeración de hinchas fue mudar los encuentros a las canchas de la Liga Sur. Estas, con una mejor estructura como para poder cumplir con lo solicitado por el Gobierno provincial. Así fue que las últimas finales se jugaron en la cancha del Boxing Club. Esto, gracias a la buena voluntad de la dirigencia Albiverde que cedió de manera desinteresada sus instalaciones.

Aprovechando el feriado del pasado lunes, la Comisión de Fútbol Infantil programó los dos encuentros definitorios de las categorías que todavía estaban en juego. Fue raro lo que pasó. Jugar una final en otra cancha que no sea la Pino y hacerlo sin gente pero es lo que dictó la normalidad del momento.

Más allá del entorno, los chicos adentro de la cancha se brindaron a pleno. Por ellos mismos y por los muchos que esta vez tuvieron que quedarse en sus casas. Para ellos hubo un premio consuelo. Es que la A.I.F.B. transmitió los dos partidos vía streaming. Como para que nadie se perdiera nada. En estas finales lo que se vivió fue bastante similar. Ninguno consiguió en el tiempo regular sacar una diferencia. Algo que, de hacerlo, le hubiese valido el título. Los dos partidos terminaron entonces 1 a 1 y definiéndose en los penales. En Cuarta, Junín fue el campeón. El Verde tuvo mejor suerte, o puntería, que Palermo desde los doce pasos. Este se impuso por 5 a 4. En Quinta, Fieritas y Don Bosco patearon una ronda menos que los más grandes. El primero derrotó al Patrono por 4 a 3. Los ganadores cerraron esta larga y rara temporada con una alegría. Para ambos, la espera valió la pena.