Primer título para Rosales

Había conseguido nueve de los últimos doce puntos. Lideraba el certamen desde hacía rato. Aunque, es verdad, sin sobrarle nada. En la penúltima fecha, le tocó quedar libre. Esto le sentó fatal. Estando afuera de la cancha, sufrió. Lo hizo más que desde adentro. Sobre todo porque le tocó ver cómo perdía la punta del campeonato. Y sin poder hacer más nada que resignarse.

Talleres, que lo acechaba desde hacía un buen tiempo, aprovechó su ausencia, además del triunfo propio, para quedarse con el número uno. El Auriazul pasó a ser el único líder. También, y a partir de esto, el máximo candidato al título. La T llegó a la última fecha, como si fuera poco, dependiendo de sí mismo. Los otros con chances de campeonar, en cambio, necesitando de más que una victoria propia.

Antes de que arrancara el Torneo Clausura, muchos creían que el mismo iba a perder en espectacularidad. En emoción. Al menos en la definición. Esto, debido al cambio de formato con respecto a lo que fue el Apertura. El primer torneo del 2024 se jugó en dos etapas. Una de todos contra todos, a una ronda, y la otra de playoffs. Hubo semis y finales. Así ganó entonces Camioneros.  

Para este segundo certamen, los dirigentes de la Liga Norte decidieron hacer cambios. Y jugar una sola etapa, pero dividida en dos rondas. Los equipos se enfrentaron de ida y vuelta y la definición pasó a ser por puntos. La pegaron los dirigentes de la Liga Norte con la decisión de jugar así. Es que el torneo no perdió interés. Mucho menos emoción.

Al final del campeonato llegaron tres equipos pujando por el título. Dos que de consagrarse, lo habían hecho antes, sabían y mucho. El restante, uno que buscaba su primera estrella. Ni más ni menos.

Los últimos días de la semana pasada fueron de mucho trabajo. Es que los responsables de la seguridad no querían saber nada de nada con que se jugaran los dos partidos de la definición en simultáneo. Hasta el jueves, uno de estos se iba  disputar el sábado y el otro mañana.

Los dirigentes de la Liga Norte no se dieron por vencidos. No se quedaron con el no y siguieron buscando un sí. A las fuerzas de seguridad parece que convencieron. Lo hicieron gracias también a la ayuda de la Municipalidad de Caleta Olivia.

El viernes se dio a conocer la buena nueva. Talleres iba a jugar entonces en su cancha frente a Mar del Plata. A la misma hora, Marcelo Rosales iba recibir la visita, en el estadio Juan Domingo Perón, de Defensores de Pico Truncado. Éste, el único que iba a ser juez, pero no parte en este último capítulo del Clausura.

Se dio aviso a los protagonistas del cambio de programación. También al público en general. Pese a lo que había en juego, y a cómo terminó todo, no hubo que lamentar ningún hecho non santo. Por suerte. La jornada se vivió con absoluta normalidad. Y, también, en armonía.

Los dos partidos involucrados en la definición arrancaron a disputarse a las 17:00. Un par de horas después se conoció al nombre del equipo campeón. Que fue, tal vez, el menos esperado.

Talleres no hizo uso de la ventaja que tenía. Le pesó un poco el ser puntero y, también, máximo favorito. De igual manera la localía. Mar del Plata, el segundo candidato, pasó un poco por lo mismo. Gran partido fue, igual, el que jugaron ambos. Los dos se brindaron a pleno e hicieron lo que más y mejor pudieron. Ninguno se guardó nada. Simplemente, y esta vez, no les alcanzó. En empate terminaron las cosas entre la T y el Lobo. Resultado que, en principio, no le convenía a ninguno. Había que esperar el final en la otra cancha. Las noticias que llegaban desde el estadio municipal no eran las mejores para Talleres y Mar del Plata. Sí para Marcelo Rosales.

El Aurinegro, con menos experiencia pero un corazón inmenso y unas ganas enormes, además del gran apoyo y empuje que le dieron los suyos, consiguió lo que parecía difícil. Nunca imposible. En un partido parejo, en el que el colista lo complicó más de lo deseado, el Aurinegro terminó ganando. Lo hizo por la mínima diferencia. Al único tanto en este partido lo marcó Enzo Reinoso. Fue en el primer tiempo. Fue de penal. El 1 a 0 fue final. Además, suficiente. Este resultado le sirvió. Vaya cómo. Marcelo Rosales necesitaba ganar y lo hizo. Necesitaba que ninguno de sus rivales en la lucha por el título sumaran de a tres puntos y eso fue también lo que pasó.     

El Aurinegro fue de los mejores equipos de este Clausura. Terminó con una marca de 9 victorias, cuatro empates y tres derrotas. Fue, como si fuera poco, el equipo que más goles convirtió (32). Además, el segundo que menos recibió (15). Por todo esto, y por no haber fallado en el cierre, pese a lo cuesta arriba que se le había puesto todo, fue un justo campeón. Más de 20 años pasaron desde que Marcelo Rosales desembarcó en el fútbol federado.

Por primera vez en su historia, el Aurinegro cantó “Dale Campeón”. Esperan, los propios, que este sea el comienzo de una larga relación con el éxito. En breve, tendrá la posibilidad de sumar otra estrella. Es que como ganador del Clausura tendrá que enfrentar a Camioneros en la finalísima de la temporada. Partido que está, por ahora, sin fecha ni lugar confirmado.