Eugenia Rodríguez: "Es un escenario complejo"
Asi lo aseguró la analista económica e integrante del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), al referirse al contexto inflacionario que se encuentra atravesando actualmente el país.
El mes de febrero logró acumular un alza del 6,6 % que, sumado al mes de enero, promedia una inflación del 13 % hasta el momento, la cual se hace notar en el precio final de los productos de consumo masivo tanto en las cadenas de supermercado, como en los almacenes de barrio y los combustibles.
En este marcado escenario inflacionario, la analista económica e integrante del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) Eugenia Rodríguez, dialogó con el programa de radio La Parada, el cual se emite por Tiempo FM 97.5 y explicó que el alza que se está registrando durante el mes de febrero “se pudo haber advertido a fines del mes de enero cuando fue la suba en las carnes vacunas que, sin duda, traccionó el alza en todo el índice. El rubro que más aumentó importa más, porque tiene un rol clave para el cálculo del índice y para la canasta familiar, que es el de alimentos y bebidas no alcohólicas -que llegó a un 9,8 %- y dentro de este rubro, las carnes fueron las que más aumento tuvieron”
Sin embargo, el notorio aumento en las carnes no se debe a un factor aislado, sino que son varios los factores que provocan una fuerte suba en el producto que -en su momento- fue de consumo por excelencia en la mesa de los argentinos: “Hay una fuerte suba del sector cárnico que está en primer lugar vinculado a la sequía, que impactó por un lado en el precio del maíz y en los costos del sector de la carne. Después tenemos lo que pasó en el mercado de hacienda, donde hubo aumentos de precios que superaron el 44 %. Veníamos de mitad del 2021 en adelante con aumentos de la carne que estaban por debajo de la inflación y hubo un intento de recuperación sumado a factores externos, que hizo que si uno seguía lo que pasaba con el kilo del novillo de una semana a otra, hubo una suba del 44 %. Después bajó en el mes de febrero con semanas del 15 % de incremento, que eso nos importa porque se termina trasladando a la venta al mostrador y, por lo tanto, a lo que paga el consumidor”
Como consecuencia de los abruptos aumentos en la carne, el consumo de la misma fue disminuyendo de forma paulatina. Sin embargo, esto no significó una baja en el rubro a pesar de la falta de demanda: “El consumo interno está bastante bajo pero tenés este intento de recuperar el valor -si comparás cuánto terminó aumentando el sector el año pasado y de cuánto fue la inflación- y después tenés un crecimiento de la demanda internacional, que siempre te tira a aumentar los precios para conseguir un aumento en la demanda”, aclaró
“Es un conjunto de factores. Nosotros desde el CEPA marcamos la fuerte concentración que hay desde algunos rubros del sector como, por ejemplo, en el rubro de la faena donde hay 10 firmas que controlan todo el proceso. También los principales exportadores concentran el 60 % de lo que sale del país, lo que determina que en algunos contextos como el actual -que es un intento de recuperación de valor- sumado a las sequías y a la mayor demanda internacional, se producen estos aumentos que son muy difíciles de poder controlar”, añadió la economista.
Otro de los sectores que sufrió un gran aumento en sus valores fue el de la indumentaria. Sin embargo, se registraron menores incrementos en el año 2023 a los que hubo durante el año 2022: “El año pasado, las prendas de vestir tuvieron subas de hasta el 10 % y creo que ahí, por un lado, pareciera que funcionan los acuerdos de precios que se implementaron en la última parte del año con mayor fuerza de lo que había sido en algún momento, el acuerdo de los precios de referencia más aislados. La incorporación de eslabones claves del sector que fijó una suba de precios pautada en algunos eslabones de la producción textil, fue bastante clave para que se mantenga en un incremento que pretende desacelerar por mes. Si bien sigue teniendo una suba interanual alta, parece que están funcionando los aumentos del sector y eso explica por qué no sube más el rubro”, detalló.
En la jornada de hoy, la firma Shell subió el precio de sus combustibles en un 3,8 % promedio y durante el mes de enero, la petrolera Raizen había elevado los precios un 4 %. ”El combustible aumenta y en el primer mes del año, tuvieron mayor incremento que en febrero, que terminó siendo de 4,8 %. Ahí lo que funciona es que al estar en Precios Justos los aumentos no superan el 4 % mensual. Sin dudas, hay una baja en el precio”. Otro factor que influye en los aumentos es también la “posibilidad de sostener el acuerdo con la renovación del 3,2 % y el desafío que implica sostener este incremento con los acuerdos de los distintos sectores, por lo menos en alguna parte de este año”, remarcó Rodríguez.
Durante los últimos meses del año 2022, el Gobierno Nacional presentó una proyección de presupuesto para el 2023 a la Cámara de Diputados. Sin embargo, teniendo en cuenta los números que se manejan actualmente, el mismo pasó a tener un caracter inviable. Dicho presupuesto sí podía ser posible en el caso de que se sostuviera el descenso mensual de los precios "pero ahora esto plantea un panorama más complejo. Porque quizás cuando tenés acuerdos con algunos sectores que pactan acuerdos específicos con aumentos topeados de algunos alimentos- como lo es Precios Cuidados- pasa que aumentan otros, o como el mes pasado, en donde los aumentos estuvieron marcados por los regulados - tarifas, viviendas, agua-. En este contexto de una inercia muy fuerte de inflación, se ataca una parte pero la otra se termina tirando para arriba del índice, por lo que aparece la necesidad de ver de qué manera, o si podés sobrellevarlo con un plan un poco más integral -que es complicado con el número interanual que supera el 100% y de la inflación actual-. Si no se logran los acuerdos que se sostienen en algunos rubros, pero los otros te los tira para arriba y a esto se le suma el incumplimiento de algunas cuestiones -como los aumentos desmedidos- superando los pautados, porque no hay tope de venta al consumidor." analizó la especialista.
"Es un escenario complejo donde no sólo son acuerdos, sino todo lo que tiene que ver con el incumplimiento, fiscalización y rubros que quedan para afuera y presionan para terminar subiendo e impactando en el índice de cada mes”, concluyó Eugenia Rodríguez.