Los imponentes paisajes de la Ruta 41

Los santacruceños, santacruceñas y quienes elijan como destino la provincia, tendrán la oportunidad de realizar un viaje a través del tiempo y el espacio. Una breve descripción que forma parte del contenido de la audioguía.

En el pasado, “la 41” fue el paso obligado de pueblos originarios y pioneros. Hoy sus 170 kilómetros, que unen las localidades de Los Antiguos y Lago Posadas nos invitan a viajar en el tiempo recorriendo paisajes milenarios. Aquí la naturaleza se expresa con curiosas formaciones geológicas, producto del vulcanismo de la zona. Entre cerros, mesetas, lagos y cascadas, la biodiversidad patagónica se muestra orgullosa en el deambular de manadas de guanacos, los escurridizos zorros grises y colorados, los majestuosos cóndores, golondrinas patagónicas, águilas moras, aguiluchos, carpinteros y, en las lagunas, cauquenes, bandurrias, patos maiceros y macás plateados.

Una de las particularidades más sobresalientes de esta ruta escénica es la transición entre la estepa, con sus calafates y coirones, y los bosques de lengas y ñires. Los ríos y arroyos de deshielo se observan a lo largo de su recorrido y atraviesan en numerosas oportunidades el camino. Las formaciones geológicas producto de las transformaciones del tiempo sobre arenas, sedimentos consolidados y rocas volcánicas, definen los colores del paisaje. Se observan toscas bayas, paredones macizos de color castaños sobre los que la erosión dio lugar a laberintos que dejan pasillos como los de una ciudad. Se observan también grandes formaciones rocosas con alto contenido en hierro, a las que la acción del agua y del aire tornaron rojizas y naranjas. También rocas volcánicas verdosas, que durante el camino van presentando diferentes formas de erosión. Cerros como el Boleadora, donde el viento formó unas paredes de lava endurecida distribuida en grandes paredones conocidos como “diques volcánicos”.

En El Portezuelo, el punto más alto del camino a 1500 msnm, las imponentes vistas a los cerros Colorado y Zeballos trasladan al viajero a un mundo desconocido. A partir de ahí, el camino desciende hasta Paso Roballos, y con buena visibilidad lo acompañará a lo largo del camino la imponente vista del San Lorenzo, el coloso solitario de 3.706 metros que se destaca con sus glaciares al sur del Parque Patagonia. Se suman a esta postal los llamativos Cerro Lápiz con su aguda cumbre, el cónico Colmillo y el perfil de la Meseta Lago Buenos Aires.

Llegando al cruce del puente del Río Ghio, el camino se bifurca hacia el cruce fronterizo a Chile por Paso Roballos y la ruta que lleva hasta Lago Posadas. Esta hermosa localidad se encuentra a orillas de los lagos Posadas y Pueyrredón, con sus atractivos contrastes de colores, el Posadas con aguas de color turquesa y el Pueyrredón con sus aguas de color azul oscuro.

Todas estas maravillosas características, sumado al trabajo de posicionamiento turístico que ha realizado el Gobierno de Santa Cruz, han incentivado a las comunidades de la región a realizar un uso recreativo constante de la ruta escénica, donde las actividades como senderismo, ciclismo y salidas educativas se convirtieron en un plan imperdible para los vecinos y vecinas de la zona.

Para quienes vayan en su propio vehículo, la audioguía de la Ruta 41, realizada por la Secretaría de Estado de Turismo de la Provincia de Santa Cruz, acompaña a los viajeros con una útil descripción del recorrido, revelando datos de interés, mostrando paradas, miradores y áreas de picnic.