A pesar de Vaca Muerta Argentina importa gas desde Chile
La importación, que comenzó el 9 de enero, llega a través del gasoducto Norandino y responde a la alta demanda de energía durante una ola de calor, lo que plantea dudas sobre la capacidad del sistema energético nacional para cubrir los picos de consumo.
A pesar de las expectativas generadas por la reciente reversión del Gasoducto Norte, que conecta la producción de gas de Vaca Muerta con el norte del país, Argentina ha vuelto a recurrir a las importaciones de gas desde Chile. Esta nueva importación comenzó el 9 de enero, con un volumen que llegó a los 2,5 millones de metros cúbicos diarios, a través del gasoducto Norandino, que conecta Chile con Jujuy.
El Gasoducto Norte, inaugurado en noviembre del año pasado, fue diseñado para transportar el gas producido en Vaca Muerta hacia las provincias del norte de Argentina, con el objetivo de reducir la dependencia de las importaciones. Sin embargo, en pleno verano, cuando la demanda de gas para la generación de electricidad se incrementa debido a la ola de calor, el país ha tenido que recurrir nuevamente a gas importado.
El gas que llega desde Chile no es producido localmente, sino que corresponde a un cargamento de gas natural licuado (GNL) que Chile compró en el mercado internacional y luego regasificó en su terminal de Mejillones, en la región de Antofagasta. Desde allí, el gas es transportado por el gasoducto Norandino hacia Argentina.
Este fenómeno resalta una vez más la vulnerabilidad del sistema energético argentino, a pesar de las inversiones realizadas en infraestructura como la reversión del Gasoducto Norte. El gasoducto Norandino tiene una capacidad máxima de 4 millones de metros cúbicos diarios, pero en los últimos 20 años no ha superado los 2,5 millones de metros cúbicos diarios, lo que plantea dudas sobre la eficiencia del sistema para satisfacer las crecientes necesidades del país.
Las autoridades no han dado explicaciones claras sobre por qué la producción local de gas no ha sido suficiente para cubrir la demanda en este período de alta exigencia. A pesar de las consultas realizadas por este medio, el Enargas, la Secretaría de Energía y la empresa pública Enarsa no respondieron a las inquietudes sobre el uso de gas proveniente de Vaca Muerta.
La importación de gas desde Chile ocurre apenas unos meses después de que Argentina cerrara un acuerdo con Bolivia para reactivar las importaciones desde ese país. En noviembre, Argentina comenzó a recibir gas de Bolivia, en parte debido a los precios más bajos que ofrecía, lo que generó sorpresa dado que en ese momento se había anunciado la puesta en marcha de la reversión del Gasoducto Norte.
Este regreso a las importaciones de gas plantea interrogantes sobre la capacidad de Argentina para gestionar su producción y demanda energética de manera eficiente, en un contexto de creciente necesidad de abastecimiento, especialmente en épocas de alta demanda como el verano. (Diario Río Negro)