Ola de frío

La venta de GNC fue interrumpida en algunas zonas de la Argentina para asegurar el gas domiciliario

Por la ola de frío y el salto del consumo, más de un centenar de estaciones de servicio con “contrato interrumpible” fueron afectadas para garantizar el suministro de gas residencial. Hay industrias que también sufrieron cortes

  • 16/05/2024 • 20:36

La primera ola de frío polar del año disparó el consumo energético y algunas distribuidoras de gas natural debieron cortar el suministro considerado “interrumpible” a más de un centenar de estaciones de servicio que surten Gas Natural Comprimido (GNC) para vehículos para garantizar el servicio a los usuarios residenciales, cuya demanda es “prioritaria”. En algunos casos se vende, pero con cupo.

La noticia comenzó a reflejarse con largas colas en zonas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el sur de la provincia de Buenos Aires, pero se extendió a ciudades de Neuquén, Río Negro Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Pampa, entre otras. El corte también afecta a algunas industrias y otros grandes usuarios tanto de manera total como parcial.

El aumento del frío generó un fuerte salto, de al menos 100%, en la demanda residencial, que es prioritaria, antes de lo programado por las empresas. Por tanto, las distribuidoras tuvieron que suspender el suministro en los usuarios que tienen contratos de “servicio interrumpible” que, a diferencia de los que son “en firme”, son más económicos pero también susceptibles a cortes. La continuidad en las bajas temperaturas podría extender esta situación por algunos días, según comentaron fuentes oficiales a Infobae.

El vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC, Oscar Olivero, explicó que si bien en Vaca Muerta “hay sobrante de gas” y con ese recurso “alcanzaría para todo el país y también para exportar, lamentablemente no hay forma de transportar el gas hasta los centros de consumo porque el gasoducto Néstor Kirchner que llegó hasta Salliqueló, tiene pendiente de finalizar el tramo de Salliqueló a los gasoductos troncales que van para las regiones norte este y oeste”.

 

A ese punto se suman dos cuestiones: el abastecimiento local con buques de GNL importado y la política de subsidios que decidió el Gobierno para apuntalar su objetivo de sostener el superávit fiscal y el ahorro de dólares del Banco Central. Es que el gas que llega al país en barcos cuesta cerca de USD 13 por millón de BTU mientras que el GNC en las estaciones de servicio se comercializa a USD 4 el millón de BTU.

Las distribuidoras apuntan contra los estacioneros que prefieren contratar “servicio interrumpible” para comprar más barato el fluido. Los expendedores se defienden diciendo que no pueden comprar al triple del precio que venden en el surtidor.

Desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) alertaron por la situación e indicaron que “se están registrando restricciones operativas ordenadas en principio por las Distribuidoras Camuzzi y GASNOR a las estaciones de servicio de expendio de GNC, por aparentes razones de fuerza mayor”.

“Ello ha ocasionado el corte del suministro de GNC en varios partidos de las provincias de Buenos Aires, Tucumán, La Pampa, Catamarca, Santiago del Estero, Neuquén y Río Negro. Existe la posibilidad concreta de que esta situación se extienda a otras distribuidoras y en consecuencia a otros centros urbanos del país. Por lo que pidieron una urgente solución del tema asumiendo que dicha coyuntura es en gran parte heredada. Debe quedar claro que la situación planteada no solo va en detrimento del mantenimiento de nuestros negocios, sino que perjudica directamente a nuestros clientes. Por ello, se impone una urgente solución del tema”, advirtieron.

En el caso de la ciudad de La Plata, Camuzzi decidió restringir la venta de GNC, lo que impactó sobre 29 estaciones de servicio platenses. “Como consecuencia de las condiciones operativas de la infraestructura energética del país, las distribuidoras nos vimos en la obligación de restringir consumos a usuarios de alto consumo y contratos interrumpibles”, detallaron voceros de la compañía al portal 0221.com.ar. Y destacaron que esa decisión tiene como objetivo “garantizar una mayor disponibilidad de gas para las viviendas, comercios, hospitales, escuelas, organismos de gobierno, etc”.

Esta situación abre un interrogante sobre si la Argentina tendrá en invierno el abastecimiento suficiente para su demanda energética. Por caso, el proyecto de reversión del Gasoducto Norte para revertir el flujo gasífero que viene desde bolivia para llevar el fluido de Vaca Muerta a Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, no será finalizado en su totalidad para el comienzo del período invernal, tal como estaba previsto en 2023.

 

Eso implica la necesidad de importar gas para que el norte del país no sufra faltantes, ya que desde julio Bolivia, por contrato, podría cortar los envíos ante el declino que sufre el país vecino en su producción. Es por eso que el Gobierno negocia con Brasil un swap de gas para agosto y septiembre. (Infobae)