Wanda Nara le declaró la guerra a Mauro Icardi: rumores de infidelidad
La empresaria usó una canción de Karina La Princesita para advertir a las mujeres que se quieren acercar a Mauro Icardi.
Desde Turquía, donde reside junto a sus hijos más chicos para apoyar la carrera futbolística de Mauro Icardi en el Galatasaray, Wanda Nara le tiró un palito a su esposo y a aquellas mujeres que quieren intentar seducir al futbolista.
La mediática se grabó mientras cantaba la canción “No se toca” de Karina La Princesita y compartió una letal frase junto al video. “Cuando estás casada con un millonario tatuado, morocho y de ojos verdes”, escribió vía Instagram Stories.
“No tengo salida, me muero de celos, que nadie lo siga”, dice una de las estrofas en las que Wanda Nara realiza la mímica a cámara. Sin dudas, el video fue a modo de avertencia para quienes busquen “conquistar” al jugador rosarino.
Luego de las polémicas en la que se vio envuelto el futbolista, una seguidora le escribió: “Quién pudiera”. Mientras que otra usuaria le dijo: “Él está enamorado de vos, sus ojos no ven a nadie más”.
Las indirectas de Wanda Nara a Mauro Icardi
Además del posteo haciendo alusión a la fidelidad, Wanda Nara le dedicó otras canciones al futbolista del Galatasaray, en las que demostró su personalidad. “Cuando te hacés la tonta pero sabés que sos la que necesita en su vida”, decía el texto de uno de los posteos.
En otra publicación, en tanto, escribió: “No soy tan mala, solo respondeme con un video 360° y con tu ubicación cada vez que te diga ‘hola’”.
El macabro plan de la famosa para que Mauro Icardi no hable con mujeres
Hace algunas semanas, Wanda Nara reveló una terrible jugada que le hizo a Mauro Icardi cuando aún no eran pareja y dejó en shock a todos.
Mientras ella salía con Maxi López, la mediática contó que el futbolista tenía dos celulares y que tomó una fuerte decisión para que dejara de hablar con mujeres.
“Él en ese entonces tenía dos celulares, uno era el posta al que lo llamaban los directivos y el otro de las chongas, donde tenía a todos los gatos. Miré para un lado, miré para el otro y se lo tire al agua”, confesó.
Y agregó: “A las 18 empieza a levantar todas las colchonetas del barco y a buscar el teléfono. Yo buscaba también, más que nadie. Pero el teléfono desapareció”.