GRAN LEGADO 13 años sin el “Lupo” Néstor Kirchner falleció el 27 de octubre de 2010 a causa de una afección cardiovascular, en Santa Cruz, provincia que gobernó por tres períodos antes de llegar a la Presidencia, en el año 2003. 27/10/2023 • 00:35 Detener audio Escuchar Néstor Carlos Kirchner Ostoic nació en Río Gallegos, el 25 de febrero de 1950. Hijo de Néstor Carlos, descendiente de inmigrantes alemanes y funcionario de Correos, y de María Ostoic, de una familia de origen croata instalada en Punta Arenas (Chile). Miembro de la Juventud Peronista, estudió Derecho en la Universidad Nacional de La Plata y en 1975 se casó con la también militante justicialista Cristina Fernández. Ambos formaron parte de la corriente izquierdista que apoyó a los Montoneros en los años turbulentos que precedieron al golpe de estado militar que derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón. En 1976 recibió el título de Abogado y regresó a Río Gallegos para ejercer la profesión, junto con su esposa, en un gabinete jurídico. Funcionario de la administración de la provincia de Santa Cruz, a fines de 1983 fue designado presidente de la Caja de Previsión Social de Río Gallegos. Durante los siete años tenebrosos de dictadura militar (1976-1983) se mantuvo aparentemente alejado de la política, aunque fue encarcelado en una ocasión por motivos que no especifica su biografía oficial. De Alcorta a la Rosada En las elecciones municipales de septiembre de 1987, como candidato peronista, fue elegido intendente (alcalde) de Río Gallegos. Dado el éxito de su gestión, fue promovido por el Partido Justicialista a candidato para la gobernación de la provincia, cargo para el que fue elegido con el 61% de los votos el 8 de septiembre de 1991. El presidente Eduardo Duhalde se decantó explícitamente por Kirchner como candidato peronista y logró que el congreso del partido aprobara su estrategia de suspender la elección Primaria y trasladar la liza de todos los aspirantes a la misma elección presidencial. Una maniobra destinada a impedir que Menem se alzara con la candidatura, pese al fallo de un juez federal con competencia electoral que prohibió la reforma de los estatutos del Partido Justicialista. En sus proclamas electorales, Kirchner se presentó como adalid del ala izquierda del peronismo, reformista sin ambages y resuelto adversario del sistema neoliberal de sus predecesores. También prometió mantener en el cargo al ministro de Economía, Roberto Lavagna, al que se atribuía la ligera mejoría económica de los primeros meses de 2003. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el 27 de abril, el gobernador de Santa Cruz quedó en segundo lugar, con el 22% de los votos, detrás del también peronista Carlos Saúl Menem, que logró el 24%. Tras los de la provincia de Santa Cruz (60%), Kirchner obtuvo sus mejores resultados en la provincia de Buenos Aires (40% de la población), gracias al apoyo decidido del presidente Duhalde y del poderoso aparato del justicialismo. Ante unas encuestas que le eran muy desfavorables, Menem anunció el 14 de mayo su retirada de la carrera presidencial, lo que decidió la inmediata proclamación de Kirchner como presidente electo. La teatral capitulación de Menem, al abortar el proceso electoral, no solo perjudicó la legitimidad del nuevo jefe de Estado, sino que amenazó las instituciones democráticas ya duramente afectadas por la violenta revuelta popular, alentada por los peronistas, que derrocó ilegalmente al gobierno del radical Fernando de la Rúa en diciembre de 2001. Antes de tomar posesión, el nuevo presidente visitó Brasilia y Santiago de Chile, donde obtuvo el respaldo de los presidentes Lula da Silva y Ricardo Lagos, respectivamente, para lograr la recuperación económica continental con una base social de centroizquierda. En su discurso de investidura, Kirchner reafirmó el papel central del Estado en el desarrollo económico, prometió una lucha implacable contra la corrupción y abogó por un reforzamiento del Mercado Común del Sur (Mercosur), que asocia a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. En el plano interno su estrategia de gobierno se basó en el proyecto "transversal", consistente en alianzas extrapartidarias con dirigentes políticos a fin de combatir el caudillismo y los reinos de taifas del viejo peronismo, y en la afirmación de las instituciones del Estado y de la autoridad civil. En este sentido, apenas investido, hizo valer sus prerrogativas presidenciales y destituyó a decenas de generales, almirantes y brigadieres involucrados con la guerra sucia y los reemplazó por oficiales "comprometidos con el futuro". Otro tanto hizo en la policía federal y los servicios secretos, la SIDE, al tiempo que alentaba al Congreso a agilizar el proceso político contra los jueces corruptos de la Corte Suprema. Progresivamente el país fue recuperando su pulso vital, aunque las cuestiones más espinosas que debía seguir tratando el gobierno de Kirchner estaban vinculadas con la deuda externa. Ante las draconianas exigencias del FMI, el presidente argentino respondió con inusitada firmeza logrando que este organismo y el G-15 reconocieran su tesis de que no habría pago de la deuda sin desarrollo. Al mismo tiempo, Kirchner emprendió una política exterior independiente de las directrices estadounidenses restableciendo relaciones con Cuba, negándose a enviar tropas a Irak sin mandato favorable de la ONU y oponiéndose a la política de Estados Unidos de subsidios agrícolas, así como a su pretensión de extender el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) al continente y de que se les otorgase inmunidad diplomática a sus militares en territorio argentino. Derechos humanos A lo largo del mandato de Kirchner el "efecto K" continuó produciendo notables cambios en la sociedad argentina y en sus instituciones. En el terreno de los derechos humanos, la voluntad del gobierno de adoptarlos como una prioridad marcó un punto de inflexión en la política llevada adelante desde el retorno de la democracia en 1983, y significó un paso decisivo en la lucha contra la impunidad. Además de la puesta en marcha de una profunda purga en las Fuerzas Armadas, la policía y los servicios de inteligencia implicados en las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura militar, el gobierno acometió la renovación de la Corte Suprema de Justicia, duramente criticada durante el mandato de Carlos Menem por su sumisión frente al Ejecutivo. En junio de 2005, la nueva Corte declaró inconstitucionales las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, aprobadas en 1986 y 1987. Su anulación permitió que se reactivaran las causas judiciales que involucran a centenares de militares, abriendo así la vía para juzgar los crímenes cometidos durante la dictadura. En 2005 obtuvo el 40 por ciento de los votos y consiguió sólidos triunfos en 16 de las 24 provincias. En la provincia de Buenos Aires, Cristina Fernández de Kirchner, esposa del presidente y primera candidata al Senado, obtuvo el 46 por ciento de los sufragios, sacando 26 puntos de ventaja sobre su rival, la también peronista Hilda Duhalde. Después de sacar al país de la cesación de pagos considerada la más grande de la historia económica mundial, uno de los mayores éxitos del gobierno fue la renegociación de la deuda externa con el FMI y otros organismos financieros, al realizarse en términos hasta entonces inéditos. En enero de 2006 el gobierno argentino pagó por anticipado el total de la deuda con el FMI. Kirchner y Fernández de Kirchner Tras hacer pública su decisión de no postularse a la reelección presidencial, Néstor Kirchner cedió su plaza de candidato a su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, quien ganó los comicios presidenciales de octubre de 2007 y se convirtió así en la primera presidenta electa de la Argentina. Entretanto, Kirchner intensificó su actividad en el seno del Partido Justicialista. En las elecciones legislativas celebradas el 28 de junio de 2009, Kirchner se presentó como primer candidato de la lista Frente Justicialista por la Victoria a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Al conocerse la derrota sufrida por la formación, que solo logró el 32,1% de los votos, renunció a la presidencia del Partido Justicialista, cargo que reasumió el 10 de marzo de 2010, un mes después de ser operado por una afección en la arteria carótida. Kirchner, que no había descartado volver a presentarse como candidato a la presidencia de Argentina en los comicios de 2011, fue designado secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) el 4 de mayo de 2010, pocos meses antes de su fallecimiento. Los cierto es que, contrariamente a los malos pronósticos en sus inicios, Kirchner no solo cumplió su mandato presidencial de cuatro años, sino que además gozó de una imprevista recuperación económica que le permitió al país salir de la crisis pese a las dificultades financieras e internacionales. Eterno Durante 2010 su salud se debilitó seriamente. El 7 de febrero de 2010 fue operado de la carótida derecha con éxito,? lo que lo obligó a retirarse temporalmente de sus funciones. El 11 de septiembre de 2010 tuvo que ser sometido a una angioplastia y se le colocó un stent. Falleció a los sesenta años de edad en la ciudad de El Calafate, provincia de Santa Cruz. ? Según el parte médico oficial, el exmandatario murió como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio no traumático, el 27 de octubre de 2010 -a las 9:15-? encontrándose junto a su esposa, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su residencia. Era día no laborable debido al Censo Nacional 2010. Temas Aniversario Néstor Kirchner Lás más leídas en Info General 1 Lunes frío en Río Gallegos Santa Cruz 2 Ganó 2400 millones en la quiniela, no quiso compartir el premio con sus amigos y lo denunciaron Santa Cruz 3 Los incendios en la Patagonia ya dejaron un muerto y más de 2.700 hectáreas arrasadas Santa Cruz 4 El dato que sorprendió al mercado de los autos tras la eliminación del impuesto al lujo Santa Cruz 5 Debía la cuota alimentaria: le quitaron la licencia y le suspendieron el teléfono Santa Cruz
2 Ganó 2400 millones en la quiniela, no quiso compartir el premio con sus amigos y lo denunciaron Santa Cruz