Quieren cultivar cannabis

*Por Fernando Tornau

Pasó más de un año desde que se aprobó en Argentina el uso terapéutico del cannabis en Argentina, pero hay cuestiones que todavía siguen estando en “standby”, lo que preocupa a miles de padres que notaron mejorías en sus hijos justamente con el cannabis medicinal.
En Santa Cruz hay padres que buscan e intentan que se permita la legalización para poder cultivar para “sanar” a sus hijos, algo que todavía no es posible. “Coqui” Iturriaga es sólo uno de los tantísimos padres que lucha por esto en Santa Cruz y le contó a TiempoSur la historia de vida que tienen con su hija. En principio, “Coqui” contó que hasta el momento se habilitó la importación del producto, pero advirtió que “hay cuestiones burocráticas” que hacen que haya personas que hayan podido acceder más fácilmente y otras, como en su caso, ya que le costó más por no haber concretado la parte legal. Sin embargo, más allá de eso, comentó que estátrabajando con el cannabis en su nena y que hasta el día de hoy le está yendo muy bien,con muy buenos efectos.
Su hija, por una mala praxis, nació con un cuadro de “síndrome de west”, que implica una parálisis cerebral con una parálisis de motricidad también en este caso, por lo que ella convulsionaba con más de 30 o 40 episodios por día.
“Nosotros nos fuimos metiendo en este tema porque ya estábamos con la medicina natural alternativa y través de yuyos y yerbas medicinales pudimos sacarla del síndrome de west y de las convulsiones, pero con los años fue surgiendo que mi nena, por el cuadro que tiene el síndrome de west, empezó a tener problemas de espasticidad (los músculos del cuerpo se le contraen) y era como que estuviera acalambrada continuamente, por lo que teníamos un problema para que se relaje sin sufrir y que no tuviera dolor, sobre todo a la noche porque ella dormía entre 25 y 30 minutos por cada vez que mi señora o yo teníamos que levantarnos a darla vuelta, así que era una tortura vivir toda la vida así”, indicó.

EL CAMBIO
Luego “Coqui” contó que, cuando se enteró de del cannabis medicinal por las noticias y las personas que integran “Mamá Cultiva”, en unos meses empezó a informarse para tratar de conseguir el producto a nivel local, “lo que fue imposible por la legalización y el miedo que da la palabra cannabis”, hasta que pudo conseguirlo en la zona norte el país.
“Antes de utilizar cannabis, mi nena tomaba un relajante muscular legalizado y teníamos que dárselo por las noches para que pudiera dormir y durante el día para que esté relajada, pero era un medicamento muy suave según el médico de cabecera, pero de todas formas la nena empezó a perder fuerza muscular y ya no comía por boca, no deglutía bien y también empezó a tener reflujo gástrico, por lo que ella no descansaba, seguía con espasticidad y fue perdiendo fuerza, pero cuando empezamos con el cannabis, nos dimos cuenta que la gorda empezó a comer un poco más, a recuperar fuerzas y lo más importante es que, por primera vez, después de 17 años y medio me pudo dormir cinco o seis horas de corrido”, contó con felicidad.

LAS REUNIONES
Inquietos y tratando de encontrar más soluciones para sus hijos, los padres hablaron con algunos diputados provinciales por la intención de comenzar a cultivar cannabis medicinal.
“Gracias a Dios, ellos tienen el corazón y sobre todo la mente abierta con respecto a la palabra cannabis y que se realice para uso medicinal porque hay muchísimas personas en Santa Cruz que están necesitando este producto para poder utilizarlo tranquila y libremente sin el miedo de que entren a su casa para detenerlo por toda la parte burocrática que hay que pasar para poder cultivar legalmente. Estas personas se están comprometiendo con nosotros desde la parte legal”, afirmó.
Luego agregó: “Somos muchos papás que nos ponemos en contacto y charlamos entre nosotros, pero nunca nos juntamos en un lugar para organizarnos por el miedo que tiene la gran mayoría por la ilegalidad que hay en este tema. El único que ha realizado los trámites legales es Rubén Collazo, quien manda a pedir legalmente, pero conlleva una burocracia enorme a comparación de lo que yo realizo, por lo que los papás están con miedo de juntarse”.
“Coqui” también recordó que hace poco se realizó una charla en el centro cultural, donde vino gente de “Mamá Cultiva” con personas especializada sobre el tema y tienen la esperanza de volver a charlar con ellos.

EL FACTOR INTERNET
Pasa y seguirá pasando. Como en cualquier tema, las personas se enteran muchas novedades a través de Internet y en este caso los padres de Santa Cruz se enteraron que en Córdoba y El Bolsón hay personas que lograron armar una asociación civil y lo que están tratando los padres de Santa Cruz es averiguar cómo lo están encuadrando legalmente.
“Hasta donde yo averigüé, abrieron una asociación civil de canabicultores y en Córdoba también se armó una asociación civil, pero con la diferencia que ellos no sólo producen, sino que también lo venden y eso es lo raro, así que queremos comunicarnos con ellos para trasladarle eso a los diputados acá”, relató.
“A los papás que tenemos hijos especiales y que estamos padeciendo junto a nuestros hijos sus dolencias, sin querer ir contra la ley, nos interesa más que nuestros hijos no sufran más que la ilegalidad. Si yo tengo que realizar la plantación, lo voy a hacer, pero tendré que tomar todos los recursos para que nadie me quiera detener”, se sinceró Iturriaga.

LAS VARIANTES
Contra lo que muchos pueden pensar o saber, en la actualidad existen más de 240 plantas de marihuana y cada una con diferentes componentes.
“Hay que tener en cuenta que la mayoría son femeninas, porque está la planta macho que no tiene los componentes que tienen las femeninas que tienen diferentes tipos de componentes y cada componente sirve para diferentes patologías”, indicó el papá que luego agregó: “Una planta específica tiene dos componentes que pueden servir para el Parkinson y el Alzheimer, mientras que otra planta puede servir para la epilepsia y un trastorno de motricidad, por lo que cada componente es para diferente tipo de dolencia, por lo que hay que tener el recaudo de averiguar cuál es la que es conveniente para cada enfermedad”.
En cuanto a la preparación de los médicos y la información que pueden conseguir de ellos en Río Gallegos, expresó: “Acá en la ciudad, los especialistas no se han puesto a la altura de las circunstancias como para empezar a trabajar con el cannabis y muy pocos te dicen que sí, pero no te lo dicen a viva voz. Es como que tienen miedo también. Lo que sabemos los papás es a través de información de hablar con canabicultores, interiorizándonos a través de Internet, o leyendo libros. También acudimos a Chile, donde es legal, y nos han informado bien de cada producto”.