“Hay que dejar de pensar al urbanismo sólo como construcción de edificios”

Durante unos 120 años Río Gallegos fue consolidándose en 1500 hectáreas, en torno al sitio de su fundación, ubicado en lo que hoy son las calles Kirchner y Córdoba. Pero en las últimas dos décadas, se habilitaron áreas residenciales que triplican la superficie del área consolidada.

Bajo diferentes lógicas de ocupación, los procesos se fueron legitimando hasta conformar la mancha urbana difusa como la conocemos hoy. Sin embargo, las problemáticas generadas por esta dispersión resultan difíciles de asumir.

Sobre estos temas hablaron ayer –en el café Mónaco de esta capital- las arquitectas Magdalena Vacca y Ariadna Giménez, quienes disertaron sobre: “La mancha urbana de Río Gallegos ¿Expansión o desparramo?”, en el marco de las charlas organizadas por la Asociación de Arquitectos de Santa Cruz, un total de cuatro previstas para este año.

Las ciudades son contradicción- La cita se concretó –a las 18:30- nuevamente con un recinto repleto. TiempoSur entrevistó a ambas arquitectas para conocer parte de la disertación.

TS: La charla habla del desarrollo de Río Gallegos, con una ciudad que se desparramó hacia diferentes lugares.

-Giménez: Propone algunos ejes que son nuestras hipótesis de la que partimos para reflexionar sobre algunos temas que nos parecen problemáticos y que abren la discusión a los diferentes actores.

TS: ¿En ese desarrollo de la ciudad lo relacionan al crecimiento o a políticas públicas que no se han concretado?

-Giménez: Es un fenómeno global que afecta a todas las ciudades, pero por otro lado, a nuestra ciudad le llegó todo de repente. Estamos en un momento en donde tenemos que parar, empezar a planificar y tomar las políticas públicas urbanas como una cuestión de materia pendiente que hay que empezar a hacerle foco. 

TS: ¿El crecimiento es también sinónimo de pérdida de identidad en una ciudad?

-Vacca: Es común en Río Gallegos. Las corrientes inmigratorias forman parte de la esencia de esta ciudad, no es algo extraño. Lo tenemos que comprender. No busquemos una única identidad. No creo que tenga que ver con eso, son múltiples factores, todos somos responsables de lo que pasa en la ciudad porque en menor o mayor medida de acuerdo al rol que le toca cumplir, todos tenemos una cuota de responsabilidad y eso es lo que tenemos que cambiar.

La ciudad se triplicó a la que se conocía hasta hace pocos años a lugares que no estaban previstos ser habitados ¿Generará muchos desafíos?

-Giménez: Sí, muchos desafíos pero también muchas oportunidades. Estamos haciendo hincapié en esto, que más allá de las ideologías en las que nos podamos encuadrar para definirla, es una construcción colectiva. Ese es el mensaje de la charla.

TS: Se tiende a tener miedo a la llegada de personas a una ciudad ¿Cómo ven este fenómeno?

Giménez: Claro que sí, es de base social. Hay que dejar de pensar que la planificación y el urbanismo es una materia sólo de construcción de edificios. La ciudad es un espacio urbano en el que la gente se lo apropia, lo vive y lo define y a partir de ahí se tiene que operar.

Vacca: Si hay planificación a futuro, las oleadas inmigratorias no tienen por qué perjudicarnos, el problema es que al llegar, se acomodan en cualquier lado, se toman decisiones rápidas, sin pensarlas y llega un momento que se sale de control.

Giménez: La ciudad es en sí contradicción. Es un espacio donde los actores sociales se lo apropian de forma anárquica, ahí es donde tiene que estar el Estado que tiene que mediar para que primen los intereses comunes.