Relatos de Vida

“La satisfacción es el desarrollo, el poder hacerlo en cuanto al arte”

Docente por vocación y elección, Graciela Rodríguez estudió Diploma Superior Educación, Imágenes y Medios en FLACSO, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, entre otras instituciones educativas. Si bien llegó a la Patagonia por razones familiares, vino y dejó su huella en la vasta historia artística, cultural y educativa de la ciudad.

  • 27/10/2018 • 14:38

En este espacio que TiempoSur, dedica a conocer, recordar a vecinos de nuestra comunidad que son nacidos y llegaron desde su tierra natal para desarrollarse y ser parte también de nuestro crecimiento en todos los aspectos, hoy exponemos la charla que mantuvimos con la Profesora y artista Graciela Rodríguez.

Oriunda de Resistencia, Chaco, en el año 1959. Desde muy pequeña Graciela se puso como meta formarse académicamente para imponer su arte, por lo cual ingresó a la escuela de bellas artes de su ciudad. Comentó que en aquella época se estudiaba primero para maestra de artes visuales y luego se continuaba el profesorado en pintura, y ese fue el rumbo que tomó.

Es así que transitó la carrera de arte en forma paralela con la secundaria, por eso indicó que se recibió muy joven, como también se casó muy joven, y luego de esto, se trasladó a Buenos Aires. Allí vivió unos años, pero en 1987 se radicó en Santa Cruz, más precisamente en Río Gallegos, ya que por cuestiones laborales de su marido debieron quedarse: “Mi esposo trabaja en Aerolíneas y en aquel momento, había pedido el sur, habíamos elegido Tierra del Fuego que no se dio y salió Río Gallegos. Sinceramente en esa época cuando vine me gustó mucho, me sentí como en mi casa y siempre tuve una buena impresión de la ciudad y por esto no sentí la cuestión de aferrarme a un espacio o un lugar y volverme a mi provincia”, relató. Además, otro factor que influyó en su rápida adaptación es que tras llegar a Gallegos se puso a trabajar y eso también la ayudó a que pueda desarrollarse en la parte docente.

Empezó trabajando en las escuelas secundarias y luego ingresó al Polivalente de Arte como profesora en distintas áreas como pintura, dibujo, sistema de composición, entre otras, y es en esa institución educativa en donde hizo su carrera docente.

Inicios

Graciela incursionó en el arte desde que era muy chica, época de su vida que siempre anheló, estudiar arte y estar en los talleres de expresión. “Cuando me preguntan por mis inicios yo recuerdo el Jardín de Infantes. Allí era feliz, porque tenía mi propio caballete. Los chicos no elegían ir al rincón del arte, elegían ir a la casita, a los bloques; yo estaba siempre en ese rincón y para mí era lo máximo”.

“De ahí mi vinculación con el arte fue siempre”.

 

Docente y artista

“Soy un poco de todo eso” y nos aseguró que “ambas me han dado muchas satisfacciones y siempre las he llevado en forma simultánea. Por eso no puedo separar una de la otra. La docencia fue muy grata y de mucho vínculo con las personas, el arte tiene eso del vínculo conmigo misma”. Y aclaró “cuando fui docente me dediqué plenamente, y el fin de semana cuando tenía un momento más libre, iba hurgando en el arte”.

“La satisfacción es el desarrollo, el poder hacerlo en cuanto al arte” dijo al señalar “mi obra no está en el mercado del arte, simplemente trabajo en el arte, y sí he realizado muestras nacional e internacional. Pero al decidir quedarnos en Río Gallegos, estamos un poco lejos de decir lo puedo publicar acá o allá. Siempre a los artistas santacruceños nos ha costado enviar obras, a veces no llegaban a tiempo o no llegaban a los salones adonde los mandábamos. Pero a mí el arte, me ha dado muchas satisfacciones”, remarcó.

Le preguntamos a Graciela si se tuviese que identificar con un artista, con quién lo haría, “es difícil. Picasso fue un artista que rompió con todas las estructuras; pero no me identifico con nadie porque mi obra fue cambiando, fui evolucionando y va cambiando de acuerdo a todo lo que te va pasando”.

“Yo no me desarrollé en el arte hasta que vine a Río Gallegos, porque me dediqué a ser mamá y creo que como mamá tengo las mejores obras”, afirmó Graciela.

Su comunicación con Gallegos

En el ´88 comenzó a trabajar en la ciudad, lo que le dio pie a relacionarse con la gente del medio. Ingresó a la Dirección de Cultura y empezó a contactarse con los profesores que en ese momento trabajaban en el Polivalente.

En el ´90 presenta su primera muestra en la entonces Subsecretaría de Cultura de la Provincia con una muestra de dibujos: “Yo siempre tengo una tendencia al dibujo, eso me apasiona como arte, pero también pinto, trabajo en fotografía y con objetos”, relató, aunque “mi tendencia y lo que me caracteriza es el dibujo, lo que realizó generalmente con tinta china”.

Entre su amplio CV y su paso por el Polivalente, también figura ser jefa de departamento de Bellas Artes, directora y vicedirectora hasta que pasó al Museo de Arte Eduardo Minnicelli como docente en condición de servicio. Para cubrir este cargo fue convocada por el Consejo Provincial de Educación (CPE) “y fue una convocatoria que la tuve que analizar unos días porque yo ya tenía una estructura en el Polivalente de Arte, básicamente porque al cambiar el arte me atrajo, pero también me moviliza porque estaban las dudas, ya que se trataba de otro lugar y espacio”. Tras su meditación finalmente la atrajo la idea de hacer gestión educativa acompañando una cuestión cultural, pero sin dejar de lado la docencia que lleva adentro.

Puntualizó que “el museo fue muy gratificante. Tuvo una gran marca educativa y creo que eso me ayudó muchísimo a desarrollarme en el rol que cumplí en el Minnicelli por todas las actividades que planificamos y desarrollamos en el museo siempre estuvieron dirigidas hacia lo educativo y para la sociedad”. “El Minnicelli fue como un bálsamo porque es un institución muy linda para transitarla, para gestionarla; es pequeña con muchas grandes responsabilidades pero es un desafío donde podes desarrollar toda la creatividad que tengas”.

Actualidad artística

Le consultamos a Graciela cómo ve la actualidad artística en la ciudad. “Yo creo que se está dando un movimiento muy lindo dentro de los jóvenes en la ciudad. Hoy el arte ya no tiene límites, el arte tiene como un corrimiento. Antes Bellas Artes era el dibujo, el grabado, la pintura y la escultura; ahora se dan otros formatos, otros discursos estéticos que se incorporan y bienvenidos sean, porque eso nos retroalimenta a todos”.

 

Dibujar el camino

“Mi base siempre fue el dibujo; el dibujo fue transmutándose en mí, en mi obra. Siempre fui dibujante, la línea es algo que a mí me moviliza mucho y después con el tiempo vas cambiando. He tenido muchas muestras, donde en cada obra, en cada muestra tenía diferentes temas. Desde el arte me gusta mucho investigar, y siempre me caractericé por buscar. He trabajado con óleo, hemos hechos experiencias en témpera, pero siempre vuelvo al dibujo”.

Actualmente, Graciela nos contó que está trabajando con “una muestra que tiene que ver con el cuerpo, con el tiempo y con el territorio. Yo soy muy autobiográfica, soy autorreferencial en el arte y tiene que ver con mi vida, con todo lo que yo he pasado desde que salí de Chaco”.

“El arte tiene que tener contenido, porque lo que no tiene contenido pasa desapercibido. La técnica no tiene que faltar porque es un medio que te permite la expresión. El arte tiene mucho de improvisación, tiene mucho de tu interior pero siempre buscás. Yo soy de las que no se queda quieta”.

“Estamos de una provincia alejada de los grandes mercados del arte, pero eso no significa que uno debe bajar los brazos, hay que seguir trabajando y es lo que yo intento todos los días”.