La unión hace la prenda

La historia de los grandes emprendimientos, siempre nacen de la idea de una, dos o tres personas quizás. Pero allí, donde conviven más de 20 mil personas, donde lindan los barrios San Benito y Bicentenario, un emprendimiento textil comenzó entre 5 o 6 y, con el boca a boca, llegó a la conformación entre 10 mujeres. 

Entre charlas y mates en la juntada de vecinas en el Centro de Atención Familiar (CAF), surgió la necesidad de un promover algo productivo. Muchas tiraron ideas, entre ellas inclinadas al rubro gastronómico. Pero apareció el interés por lo textil, siendo que algunas muchas tenían conocimiento de costura, habían hecho cursos de corte y confección, y  una ellas tenía especialidad en costura. 

“Existía el interés y la necesidad de llevar adelante un trabajo” que llevara el pan a la casa, indica la presidenta de la Cooperativa, Érika a NOS, quien da cuenta que fueron “aprendiendo sobre la marcha el oficio”. El paso siguiente fue cómo conformarse como la Cooperativa Textil Sur, la primera del rubro en Río Gallegos.

  La mayoría son madres y tienen niños muy chicos. Sin dinero, pero con ganas de emprender ese proyecto, se acercaron al Ministerio de Desarrollo Social (MDS) para presentar su propuesta y lograron que desde el área de Economía Social acompañen con capacitación y, luego de unos meses, con 4 máquinas de coser industriales. Éstas, junto a los primeros insumos que les proveyeron, son el puntapié para un proyecto de blanquería que piensan llevar a cabo en su producción.

“Nos dieron el envión para empezar con la cooperativa”, afirma Érika, quien subraya que “el acompañamiento fue muy importante porque queríamos hacer algo pero no teníamos idea de cómo hacerlo”. 

A partir de allí, tuvieron que llevar adelante los papeles: matrícula y tramitación de la AFIP y habilitar el monotributo para ser contribuyentes legales. 

Puesta en valor

En el taller que alquilan en calle 5, entre 34 y 36, se desprende el aroma de la tela en el primer instante que uno ingresa. Varios muebles bien organizados donde se ubican los diferentes cortes, trabajos de guardapolvos, bolsitas y pijamas, son algunos de los productos que uno ve a simple vista. Todavía guardan el primer banquito de madera, como una reliquia que conserva el recuerdo de las juntadas que dieron inicio al proyecto.  

Poner en valor de las máquinas es el desafío solidario que pretenden llevar adelante en conjunto las mujeres cooperativistas. 

“Todavía es el boca a boca y los encargos de los vecinos”, advierte Érika, sobre aquellos guardapolvos, cortinas, traje de baño y sabanas. Los más pedido en estos dos meses de trabajo en el taller. 

A futuro, la idea es la blanquería, confeccionar sábanas, almohadas, cortinas, cubrecamas, edredones, toallas, y todo lo relacionado a ese rubro. “Pero va surgiendo sobre la marcha porque mucha gente quiere que le hagamos guardapolvos”, advierten, dando cuenta que el sector de la educación, sumado a los clubes de fútbol y otros deportes, es una demanda potencial que no deben dejar de lado. Sin dejar de lado la indumentaria para diversos organismos estatales.  

“Queremos hacernos conocer”, indican al referirse a la publicidad que les permite hacerse visibles en las redes sociales. “Esto es muy nuevito pero sobre la marcha vamos haciendo”, concluyen, dejando en claro que no dejan de dar puntada sin hilo, para crecer de la mano solidaria y productiva de su cooperativa.       

*La Cooperativa Textil Sur Ltda. es la primera cooperativa textil de Río Gallegos. Solo hay otras dos del rubro en la provincia, en las localidades de Comandante Luis Piedra Buena “Cooperativa de Trabajo Patagonia Ltda.” y en Caleta Olivia “Cooperativa de Trabajo Patagonia Textil Ltda. “Cotexpa”, quienes confeccionaron la indumentaria de la Policía provincial.