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Más de 30 niños conviven y asisten a clases en la Escuela Rural Nº 26 Las Vegas

A días del inicio de clases, por un periodo especial que rige a la modalidad, conocemos el funcionamiento de una escuela rural en Santa Cruz. A escasos 90 kilómetros otra es la realidad que comparten integrantes de más de 30 familias. (Videos) .

  • 12/02/2012 • 00:00
La Escuela Rural Nº 26 “Las Vegas” a 90 kilómetros de esta capital, por la Ruta 5. (Foto C.R.)
La Escuela Rural Nº 26 “Las Vegas” a 90 kilómetros de esta capital, por la Ruta 5. (Foto C.R.)

En un viaje de hora y media desde Río Gallegos, por la Ruta 5, pasando Las Horquetas, a mano derecha un equipo de TiempoSur llegó a la Escuela Rural Nº 26 “Las Vegas” por un desvío de la ruta en construcción. Después de pasar una tranquera, periodista y fotógrafo arribamos al predio con las primeras gotas de una lluvia pasajera, y ya desde las ventanas de las aulas que dan al frente de la escuela, podíamos ver a nuestros curiosos anfitriones. Estaban en aviso de que los visitaríamos.

Nos esperaban la semana anterior en realidad, pero el viernes 3 de febrero suspendimos el viaje a pedido de la Dirección Provincial de Escuelas Rurales, porque a dos días de empezar las clases, en Las Vegas, el motor generador de energía empezó a fallar y estaban con problemas de abastecimiento.

En rigor, los problemas empezaron el mismo día del comienzo de clases, y la falla requería de un repuesto que no se conseguía en plaza y debió ser encargado a Buenos Aires, para su reparación.

El día de nuestra visita, entre mates y entrevistas, fuimos testigo de la llegada del bendito repuesto que permitiría normalizar el suministro de energía.

Hasta ese día se habían arreglado con el antiguo motor, que no tiene capacidad para abastecer al mismo tiempo la bomba de agua y la electricidad para el establecimiento. Así que lo hacían rotar, unas horas abasteciendo el tanque de agua, y otras, cuidando que estuviera encendida la heladera, para mantener en condiciones los víveres, algo que durante esos seis días fue bastante difícil.

Así es que el día de nuestra visita, con la sola luz del día nos recibieron alborotados. Los más grandes se aprestaban a ingresar al aula, y los del turno tarde, los más pequeños, de jardín y segundo ciclo de EGB, jugaban a las escondidas por los pasillos. Luego se dispondrían a dibujar, hacer tarea y compartir juegos de mesa, en las salas de la Biblioteca.

Mientras esperábamos a la directora que estaba “al llegar” de Río Gallegos, adonde se había trasladado para buscar una solución al problema del equipo generador, el profesor Sergio Salcedo contó a TiempoSur que “esta escuela rural consta de los tres ciclos de la EGB (Educación General Básica), Jardín”.

Con una matrícula de 27 chicos, y otros que se incorporarán después de marzo, cuando vuelvan sus padres a la tarea en el campo, la escuela funciona con albergue, y asisten a clases por la mañana, el primero y tercer ciclo, y por la tarde, Jardín y el segundo ciclo de la EGB.

En la Escuela Rural Nº 26 “Las Vegas” iniciaron las clases el primero de febrero, “como estaba estipulado”, aunque confirmó Salcedo, “con algunos problemas que estamos tratando de solucionar”, dijo.

En cuanto al régimen escolar, contó que “los chicos pernoctan durante quince días, bajan un fin de semana a su casa, y vuelven otros quinces días”. Tienen desde 5 hasta 14 o 15 años de edad. Este año “Las Vegas” dará una nueva promoción de noveno año, dos nenas que en esos momentos estaban cursando.

Luego supimos que una de las futuras egresadas de este año es la hija mayor de un matrimonio de docentes chaqueños. Son una especie de patrimonio viviente del establecimiento, ya que él se jubila este año, luego de ejercer toda su carrera docente en la escuela Rural de Las Vegas. Y ella, establecerse a los tres años junto a él, ya como matrimonio, para empezar su carrera. Tienen tres hijos, los tres nacidos en Río Gallegos, aunque sólo por la cuestión sanitaria, ya que se criaron en la escuela.

“Aquí los chicos completan el ciclo –contó Salcedo-, y luego tienen la posibilidad de seguir Polimodal en Gobernador Gregores y algunos se van a Río Gallegos”, dijo el profesor, mientras alienta que se concrete el proyecto para la construcción de un colegio secundario cerca de Las Vegas.

Tiempos más duros
Salcedo vino de Salta a Santa Cruz en 1996. Trabajó en varias escuelas de Río Gallegos, luego hizo una experiencia rural en Fuentes del Coyle, y también, siguiendo a su esposa -quien ahora ejerce en Río Gallegos-, llegó a Las Vegas en 2005.

Cuenta que en Fuentes del Coyle, “era un poco más duro, porque ahora los tiempos cambiaron, las rutas y el frío eran más rigurosos, entrábamos y salíamos cada quince días, y nos quedábamos con los chicos allá, con nieve y frío, dictando clases”.

Distinta es hoy la realidad de Fuentes del Coyle, donde fue el acto oficial de inicio del calendario escolar 2012, el martes 1º de febrero. En la actualidad tiene asfalto hasta la entrada, y tiene toda la tecnología, televisión satelital, Internet y están expectantes por la llegada del tendido interconectado eléctrico.

“Será un adelanto bastante grande”, dijo el profesor, considerando que un proyecto de piscicultura con que contaba el establecimiento de Las Vegas, tuvo que cerrarse durante la ampliación de la escuela, “porque se necesitaba luz las 24 horas del día, algo con lo que hasta ahora no contamos”.

Cuando eso ocurra asegura, “vamos a reflotar ese proyecto que estaba muy bueno, que tenía como uno de los objetivos, aparte de poder darle a los chicos, otro plato de comida, poder sembrar en nuestros ríos que fueron un poco depredados”.

Por ahora, el motor generador de energía eléctrica está encendido 12 horas, cinco por la mañana y siete por la tarde. Tienen luz desde las 7 hasta las 12,30 y desde las 17:00 hasta las 23,30.

Cuenta Salcedo que mientras duró el proyecto de piscicultura, fue porque además tenían un generador eólico que, al no tener mantenimiento “quedó obsoleto”. “Funcionaba las 24 horas, las baterías se fueron gastando, los fuertes vientos estropearon las aletas y las colas de los molinos, los llevaron a reparación y dijeron que alguna vez los iban a traer, pero todavía estamos esperando”, relató el maestro.

Desde fines de 2011, una pantalla solar genera energía para las tres aulas principales de la escuela, las de primero y segundo ciclo y sala de computación.

Ruralidad
Más adelante Salcedo contó que el proyecto pedagógico 2012 parte de la ruralidad, “de todo lo que los chicos tienen a su alrededor”, dijo refiriéndose a la fauna, la flora, y sus características, el viento, y la aridez.

Camino a la escuela pudimos disfrutar de esa geografía esteparia que los chicos de la Escuela de Las Vegas tienen a su alrededor, con mucho verde a la vera de un río, con árboles de copas crecidas, pero también torcidas por efecto del viento. Y el amarillo contrastando en la gran extensión. Unos tres zorritos se cruzaron presurosos. También unos charitos, y vimos pastar muy cerca de la ruta a unos guanacos.

Como riquísimos elementos pedagógicos además, están la cercanía de la estancia, su galpón de esquila, y la posibilidad de conocer las labores que realizan los propios padres de los chicos, y que forman parte de su cotidianeidad.

La planificación anual prevé generar todos los aprendizajes alrededor de todos esos elementos tan cercanos: “tener una identidad”.

Juegos
Mientras conversábamos con el maestro Salcedo los chicos jugaban a las escondidas. El juego es parte de los recreos, y también de las largas horas entre los horarios de clases, y el descanso, a partir de las 22:30.

Los chicos tienen marcados a fuego los hábitos de higiene y buenos modales, que aprenden desde el primer minuto en que abren los ojos a las 7:30. Ricardo cursa el tercer año, y antes de entrar a clases cuenta, se higienizó, desayunó, volvió a higienizarse los dientes y ordenó la habitación que comparte con Elio.

José, con apenas cinco años está incorporando esos hábitos. Es parte de una pequeña familia dentro de la gran familia de Las Vegas, ya que su madre es personal de la escuela. Y él disfruta dibujando en la sala de la biblioteca, o juega, antes de llegar al aula, después del almuerzo. Lara, su compañerita de jardín, es la hija de los encargados del Destacamento Policial “Gobernador Mayer”, en la ruta de acceso a la escuela,  por lo que es la única que no comparte el albergue.