Honda preocupación por desaparición de patrimonio arquitectónico de la ciudad

La preocupación por el desarmado de una vivienda de arquitectura pionera en Avenida Kirchner al 400, será tratada esta semana en el seno  del Consejo Profesional de Agrimensura, Ingeniería y Arquitectura, representado en la Comisión Provincial de Patrimonio que funciona en la órbita de la Secretaría de Cultura.

Así lo confirmó a TiempoSur la arquitecta Laura Levati, quien ejerce esa representación profesional, y en los últimos días se abocó a indagar en los antecedentes  de la estructura donde funcionaba el estudio jurídico Aaset, para un informe que elevó a la presidencia del CPAIA y será analizado para sentar una posición.

La profesional dijo que se trata de una vivienda que era gemela a la contigua propiedad de la familia Banciella Dickie, donde en su momento funcionó un estudio de arquitectura, y ahora una mutual. “Son viviendas atípicas en su arquitectura, por estar en desnivel con respecto a la calle, por lo que tienen escalinatas de acceso”, detalló.

Levati aseguró que la preocupación supera al claustro profesional, para extenderse a la población en general, “porque son de esas viviendas históricas que quedan en pie, cuyos propietarios se habían preocupado a lo largo del tiempo por mantenerlas en condiciones, pero ahora, desconocemos los motivos que tuvieron para desarmar a la que funcionaba como estudio jurídico”.

Según indicó, sin declaratoria municipal o provincial, la vivienda estaba incluida en el grupo 1, área céntrica, de un registro de arquitectura pionera realizado en 2006, desde el Municipio. Más aún advirtió que desde la última gestión municipal de Alfredo Martínez, en la vereda municipal, exhibe en su frente compartido, un cartel informativo sobre el valor arquitectónico de esas viviendas.

Levati advirtió que en las condiciones actuales del predio donde se levantaba esta vivienda, no existe un cartel indicador del responsable del desmantelamiento u obra, “como correspondería y la Municipalidad tendría que exigir”, lo cual aseguró que “por temas de seguridad y legales es una exigencia dirigida a cualquier vivienda, aunque no tenga ningún interés patrimonial y esté en obra, pero esta obra no lo tiene”.

Consultada sobre la legislación al respecto, la profesional se remitió en principio al Código Municipal, donde dice que cualquier obra con cierta antigüedad en la ciudad, debe tener un permiso de demolición o de intervención, con su correspondiente traslado a las áreas de Patrimonio tanto municipal como provincial.

Por otra parte dijo que si bien esta edificación no tenía declaratoria patrimonial, su resguardo está amparado por las leyes nacionales y provinciales, dada su antigüedad de más de 50 años. Y además enfatizó, “está en un registro municipal de edificación pionera”.

De acuerdo al relevamiento realizado para elevar informe al CPAIA, Levati aseguró que “ningún área de Patrimonio estaba enterado que iban a intervenir mínimamente una de estas viviendas”, mientras que frente al hecho consumado dijo, “lo que podemos hacer es sentar un precedente, y que la sociedad toda haga algo para que esto no siga pasando con otras viviendas”.

Aclaró Levati que “el patrimonio no es que no se puede tocar, sino que hay que refuncionalizarlo, para acomodarlo a la vida contemporánea, pero no hace falta tirarlos abajo, sino buscarle la vuelta y encontrársela”.

Asimismo recomendó, por cualquier tipo de inquietud a este respecto, acercarse tanto a la Municipalidad como al Complejo Cultural, donde funciona la Dirección Provincial de Patrimonio, y a su vez hay una Comisión Provincial de Patrimonio conformada en el marco de la ley provincial de Patrimonio, que data de 1997.

Resignificación
Un ejemplo diametralmente opuesto a la situación descripta, está dado en nuestra ciudad, por la Casa de la Cultura Fundacruz, en Gobernador Lista 60.

Conocida popularmente como “La Barraca Amberense”, fue la oficina y la vivienda del gerente local de la empresa belga Kreglinger.

Albergó los depósitos de la barraca y por ahí entraban y salían las mercaderías cuando Santa Cruz aparecía en los mapas ligada a la actividad de la ganadería ovina, reseñó Carlos Hopian en el portal Arte & Colección.

Fue cuidadosamente restaurada por su dueño Vicente Raciatti, quien con otros amantes de la cultura conforman una Fundación que mantienen desde hace 25 años a la antigua vivienda, al servicio de la comunidad, como sala  en la que se expusieron unas 200 muestras de arte y se desarrollan actividades académicas y culturales.

Otro buen ejemplo de resignificación de la arquitectura pionera, es la vivienda de San Martín y Pasteur, donde funciona una agencia de turismo.

Responsabilidades
La Declaración de la International Council on Monuments and Sites –ICOMOS-, en el 50º Aniversario de los Derechos Humanos nos involucra a todos en el resguardo del patrimonio. Proclama que, “la herencia cultural es una parte integral de los Derechos Humanos, considerando la naturaleza irremplazable del legado intangible que ello constituye y que es amenazada en este mundo de constante transformación”.

“Este derecho conlleva deberes y responsabilidades para los individuos y comunidades como así a instituciones y estados”, añade la declaración que más adelante afirma: “Proteger estos derechos es preservarlos para futuras generaciones”.

Nos asigna además: “El derecho a participar en decisiones que afectan el legado patrimonial y los valores culturales que conlleva; a formar asociaciones para la protección y promoción de la herencia cultural”. Al tiempo que insta a respetar esos derechos, “para preservar y enriquecer la diversidad cultural mundial”.

“Son responsabilidades que todos – individual y colectivamente -  deben compartir así como comparten la riqueza de la memoria, en la búsqueda de un desarrollo sustentable al servicio de la humanidad”, reza finalmente la Declaración de ICOMOS.