A 33 años del hundimiento del Crucero General Belgrano continúa el dolor

El 2 de Mayo de 1982, el crucero ARA "General Belgrano" navegaba, acompañado de los destructores "Piedra Buena" y "Bouchard", en dirección Este, a unos 160 kilómetros al suroeste de la Isla de los Estados. El buque -veterano de la Segunda Guerra Mundial, donde había combatido bajo bandera norteamericana como USS "Phoenix"- había sido modernizado hacía pocos años, y junto a sus escoltas suponía una respetable amenaza potencial para la flota de superficie británica, a pesar de su edad.

Pero no contaba prácticamente con defensas contra el submarino nuclear británico HMS "Conqueror" que lo seguía silenciosa e inadvertidamente desde el día anterior.

Chris Wreford-Brown, el capitán de la nave inglesa, no estaba seguro sobre atacar al crucero argentino, al hallarse éste en esos momentos a 56 kilómetros de distancia de la Zona de Exclusión decretada por Gran Bretaña alrededor de las Malvinas. Pero la Primera Ministro británica Margaret Thatcher ya había dado la orden "Hundan al Belgrano".

A las 15:57, dos torpedos del "Conqueror" impactaron al veterano navío argentino. 

Durante casi una hora, se luchó duramente para salvar la nave, pero a las 16:50 el comandante Héctor Elías Bonzo dio la orden de abandonar la nave, que se hundió completamente. De los 1.093 tripulantes del buque, sólo 740 fueron rescatados con vida luego de permanecer casi tres días en sus balsas, a la deriva, en las heladas aguas del Atlántico sur.

 

Dolor y bronca- Fernando Alturria, presidente de la Asociación Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas “José Honorio Ortega”, entrevistado por TiempoSur, comentó al respecto: “Cuando estábamos en la islas, que nos enteramos que habían hundido el Crucero, fue un gran dolor de los que estábamos ahí, porque no sabíamos la cantidad exacta de caídos, la verdad que fue un golpe muy duro”.

En este sentido, señaló que el dolor fue por dos cosas, una, por la cantidad de tripulantes que murieron, y otra, por lo que significó el Crucero Belgrano para la Armada Argentina, ya que era una de las naves más importantes que tenían.

Continuando con el relato, sobre los sentimientos respecto a lo acontecido, Alturria comentó: “Ver el desastre que fue, como siempre decimos fue un crimen de guerra al hundirlo, a pesar de que estaba fuera de la Zona de Exclusión impuesta por Inglaterra, fue hundido a traición”, lo cual “provoca más bronca, más dolor, porque se podría haber evitado”, más allá de que argumentan que “el Crucero era una amenaza hacia su flota, pero en ese momento se dirigía hacia el continente”.

 

Apoyo interncaional- al ser consultado sobre a cerca del apoyo internacional que tiene Argentina en esta causa, Fernando Alturria expresó: “Nuestro reclamo es incuestionablemente refutado por los ingleses. El apoyo no es porque están favoreciendo a nuestro país, sino porque es una causa que incuestionablemente, se sabe que las islas son argentinas”.

El Gobierno Nacional ha solicitado sentarse a dialogar, y “ellos sistemáticamente se niegan, dilatan las reuniones, porque saben que sus argumentos son débiles, utilizando únicamente la fuerza, como fue el anuncio de que iban a incrementar su poderío militar en las islas”, expuso quien preside la Asociación.

Asimismo, destacó que “el apoyo de tantos países latinoamericanos, al igual que potencias del primer mundo apoyando a Argentina en esta causa, demuestra que es abrumador, por eso no quieren dialogar, saben que la derrota diplomática será abrumadora”. Por lo tanto, “hay que continuar, siempre por la paz, donde Argentina ha demostrado su vocación de solucionar el conflicto de forma pasiva”, apuntó.

Finalmente, el veterano de Malvinas manifestó que “nos falta ese pasito de saber para dónde vamos. Con poder político fuerte, una economía importante, fuerzas armadas que sean respetadas, es inevitable que la soberanía Argentina va a ser plena, y volveremos a ver flamear la bandera nuestra en Malvinas”. Es así, que con un reclamo permanente, por todos los medios diplomáticos al alcance del Gobierno nacional, y memoria permanente a los 649 caídos, que son 649 razones para volver, “tendremos la soberanía”, concluyó.