Acompañarlos en el cambio

En los últimos tiempos, las redes sociales son el disparador para buscar a los adolescentes que, por ciertos motivos, deciden irse de sus hogares y cuando son encontrados en buen estado de salud, desde las mismas plataformas se reclama por los recursos que se invirtieron en esa búsqueda. Como si no fuera responsabilidad del Estado garantizarle seguridad a un o una menor que no está en su casa.

Muchas veces, luego las publicaciones periodísticas destacan que esa o ese menor que fue intensamente buscado se había ido de su casa por decisión propia, pero, ¿qué lleva a un o una adolescente a escaparse de la casa?

Si bien los adolescentes suelen dejar su hogar como respuesta a una situación no querida dentro de su entorno familiar, los chicos no tienen en cuenta los riesgos a los que se exponen tomando esta decisión.

Hay que distinguir entre los chicos que se fueron de sus casas por un tema puntual, como puede ser un novio no aprobado por la familia, una mala calificación en el colegio o que no lo dejen salir a bailar con sus amigos, de aquellos casos en los que existe una situación conflictiva familiar seria, como la violencia, y de los casos en los que adolescentes, particularmente mujeres, son engañadas por un tercero con promesas falsas de un trabajo, de una vida mejor y libre.

Por este motivo Sandra Guiguet, psicopedagoga de la rama del psicoanálisis, fue consultada por TiempoSur y comentó que la ausencia de los adolescentes de la casa, no es común, “sino que tiene que ver con independizarse de los padres, pero no irse de la casa, eso ya tiene que ver con algún conflicto más profundo que la mera característica de querer separarse de los padres”, comentó y explicó: “La adolescencia es una etapa conflictiva, hay un cambio de identidad, hay cambios corporales y todo eso hace que sea una etapa complicada, no todos resuelven irse de la casa, creo que es la minoría”, especificó la psicopedagoga.

Más adelante aseguró: “Tiene que ver con que hay una toma de decisión diferente a la que había en la infancia, una toma de posición, toma de la palabra, ya no ser manejados por el adulto, busca la identidad propia”, a su vez explicó que el diálogo es lo más recomendable, “es cierto que los adolescentes, en algunos casos, quieren separarse de los padres, buscar la propia identidad, dejar de ser niños y hablados por los padres y comenzar a tomar sus propias decisiones y las riendas de su vida”, pero no ven que corren el riesgo, para continuar contando: “En esta época, son las redes sociales, los vínculos que puedan llegar a entablar con otras personas, que no se sepa quién es, porque hay perfiles falsos y corren riesgos” y dio el ejemplo de cuando alguien hace uso del conflicto del adolescente “y le dice ´vení, te voy a ayudar, yo te espero´, es alentar ese conflicto que pueda tener el adolescente”, explicó.

Por último, recomendó que hay que estar atentos a las conductas de los adolescentes, tratar siempre de mantener el diálogo, que es difícil, ya que el adolescente puede encerrarse en sí mismo. “Sobre todo el diálogo donde queden ellos advertidos de este riesgo, que no siempre el amigo que está del otro lado en las redes sociales es quien dice ser, por ahí es un perfil falso”, especificó y continuó: “Todo está en hablar y hablar para llegar a un entendimiento y poder reconocer que el adolescente está cambiando y que no puede ser el mismo que era, poder tolerar eso y acompañarlo en el cambio”, concluyó la psicopedagoga.

Los cambios del adolescente se acompañan con comprensión.