Docente de escuela pública reivindica la dictadura a través de su Facebook
Un docente de dos establecimientos públicos de Rio Gallegos pidió a “San Videla” que haga algo contra las jóvenes que llevan pañuelos verdes. En nuestro país no está penado el negacionismo, pero sí alentar el odio.
Por Sara Delgado
Fernando B.A, dicta clases en el Colegio Secundario Nº 39 y en el IPES; es un docente joven, por debajo de los 35 años. No vivió la dictadura cívico militar, no supo de secuestros, torturas ni de mujeres pariendo a hijos arrebatados por pensar de modo diferente. Aun así, Fernando parece odiar, tanto como para pedir que el mismísimo Jorge Rafael Videla, que murió condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad, se encargue de las mujeres que defienden la interrupción voluntaria del embarazo.
“San Videla: nos das una manito con estas nenitas fanáticas del pañuelito verde que ni siquiera se puede debatir? Ah y si ves algún que otro “hombrecito” en iguales características…hace lo tuyo santito, vos ya sabes, le harías un favorcito a la sociedad. Amén”. Ese fue su posteo en redes sociales, así se expresó el educador de al menos cuarenta chicxs de colegios públicos.
El hecho no pasó desapercibido por el Consejo Provincial de Educación, que al tomar conocimiento del tenor de las afirmaciones de Fernando, habría decidido iniciarle un sumario administrativo. Según trascendió, al asunto tampoco lo dejaría pasar por alto la Subsecretaria de DDHH.
La ley argentina no sanciona el revisionismo histórico ilegitimo, o la negación de una verdad histórica que se da cuando se dice que los desaparecidos de la última dictadura militar se fueron a otro país, pero si existe la ley 23.592 que toma medidas contra quienes impidan el pleno ejercicio de los derechos y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional.
En su artículo tercero reprime “con prisión de un mes a tres años” a lxs que “alentaren o iniciaren a la persecución o el odio contra una persona o grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas”, y defender el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, es claramente una posición política.