“Los pensamientos son casuales o caóticos hasta que uno encuentra como ordenarlos...”
Así lo afirmó Héctor Raúl “Gato” Ossés, escritor y músico patagónico que dio y continúa transmitiendo su pasión por la música a generaciones de nuestra sociedad.
En esta recorrida que hace TiempoSur recordando y/o conociendo a vecinos de nuestra comunidad o que muchos de ellos han llegado a esta tierra para fortalecerla, enriqueciéndonos con su conocimientos, con sus pasiones; en esta oportunidad, hablamos con Héctor Raúl “Gato” Ossés, escritor, cantor y músico patagónico.
“Gato” Ossés nació en Perito Moreno un 24 de marzo de 1945 y al respecto nos cuenta que “nací en un lugar que no existe en los mapas, nací en la ciudad de Lago Buenos Aires, Provincia de Comodoro Rivadavia. No existe más, era la gobernación militar de Comodoro Rivadavia que ocupaba el norte de Santa Cruz y el sur de Chubut, la capital era Comodoro Rivadavia y mi pueblo se llamaba Lago Buenos Aires; más tarde le ponen Perito Moreno.
Mi lugar es impreciso, y mi documento dice así. Es un argumento que siempre utilicé hasta para la literatura”.
En los comienzos de la charla, Héctor nos habla de su localidad natal “Perito Moreno era una pequeña, y durante muchos años lo fue; de 1200 habitantes o por allí. Ahora, con las mineras que se establecieron allí, el pueblo creció mucho, está muy bien organizado. La gente de Perito Moreno, es muy tradicional, es muy de sembrar flores, las plantas, los arbolitos. Es la gente, la gente de Perito hizo una base, un sustrato nativo de Perito que mantiene, en cambio, en los pueblos aluvionales eso no se produce; llega gente para trabajar 5 años para después volverse con la plata y comprarse algo, cosa que nunca sucede. Esto sucede en pueblos que tienen que ver con el petróleo, con minas, etc”.
“Es un tema que lo conozco, lo viví. Siempre me gustó poner el ojo en el desarrollo humano”, afirmó y en este contexto, Héctor, nos contó que fue funcionario de la Municipalidad de Pico Truncado, y en esos momentos realizaron unas campañas destinadas a la comunidad bajo el lema “Truncado será hermosa con el amor de su gente” y con eso alentamos y logramos que la gente arregle sus casas. Después hicimos otra “queremos cambiar gris por verde” y entonces plantamos por ejemplo las primeras 20 mil plantas de olmo siberiano. Truncado no tenía ni un solo árbol; porque se había fundado cerca del ferrocarril y después la gente llegó con el petróleo”.
El apodo de “Gato”
“Yo estuve viviendo en Río Gallegos y tenía una bandita adolescente que quizás ellos me pusieron el apodo y yo no me había dado cuenta; hasta que cuando empecé a trabajar en el petróleo en la zona de Truncado me decían “el negro Ossés” (se ríe mientras lo comenta). Me decían gato a mis espaldas. Y lo de negro u Ossés a secas fue durante mucho tiempo, hasta que alguien me dijo gato y se rompió el hechizo”, precisó.
Cómo llegó la música a su vida
Más adelante en la charla, “Gato” Ossés nos contó “yo empecé el colegio en Paso Roballos, iba a caballo, me quedaba en la casa de mi abuela, y ahí empecé a tener contacto con la música; porque la sociedad campesina no tiene otra manera de divertirse que tocar la guitarra a la noche o poner discos; los discos 78 (aclara mientras nos relata) darle cuerda. Yo tenía tías que escuchaban muchos valses, rancheras, paso doble, y tenía mi tío Nolasco Ruíz que cantaba estilos; pero no era la pieza comercial que se toca tres minutos, eran historias juglarescas de un peón que era bueno y que el patrón lo trató mal y entonces, se volvió malo…, le pasaba de todo. Eran piezas que duraban 7 a 8 minutos.
Los bailes en el campo eran todos con acordeón, el peso del baile lo llevaba un acordeonista, y uno no sabía si él quería tomar algo, ir al baño; así aparecían los suplentes que tocaban 4 o 5 piezas, hasta que él volvía.
Eso lo vi yo. Mi papá era músico, mi tío Polo, un tipo con una capacidad tremenda.
Yo como cantor, he llegado a cantar de todo, pero en realidad lo que se cantaba era folclore”.
“En este entonces cuando yo empecé a cantar no existía la música regional patagónica sobre la cual hemos editorializado aquí mismo en TiempoSur”, señaló Héctor al precisar “no había canción patagónica. La única canción patagónica que yo podía conocer en ese momento era el Monono, que luego yo la hice conocida, que era una milonga. Cantaba zamba, cantaba lo que había tradicional en ese momento.
Su primer trabajo
“Recién a los 40 años, saqué mi primer trabajo. Ya había compuesto las obras relacionadas con el hombre común, que hablaba de todos los oficios. Era muy difícil para un artista patagónico grabar un disco. Ese disco tuvo un éxito tremendo”, relató sobre su primer trabajo.
En otro tramo de la charla, le preguntamos al Gato Ossés, si el éxito de ese trabajo tuvo relación con lo que él pudo haberlas pensado cuando estaba detenido y sobre este tema nos respondió “cuando estuve detenido, aproveché a pensar, reflexionar sobre muchas cosas”.
El Gato estuvo detenido, fue preso político, entre 1976 y 1979. Recién sale en el año ’79 con libertad vigilada, que se levanta al poco tiempo, y vuelve a trabajar en el petróleo.
“Yo venía forjando un contenido a todos los pensamientos, porque los pensamientos son casuales o caóticos hasta que uno encuentra cómo ordenarlos, y se ordenan en la dirección de los que te acompañan a ordenar. Entonces, empecé a pensar en el hombre común, en ese hombre que es de todo, es barro y es alfarero, es decir, es barro pero también sabe construirse a sí mismo. Y esto es un poco mi historia, yo tenía muchos pensamientos previos, una militancia previa, la misma militancia de mi viejo que con los otros milicos, mi viejo, los sargentos de la policía, eran peronistas. Como dijo Gatica yo nunca actué en política, siempre fui peronista”.
“En el altillo de mi casa, estaban convenientemente guardados, los cuadros de Perón y Evita. Me hice peronista solo, después llega la formación y puede reflexionar sobre cómo es la vida del trabajador sea como sea, y tal vez llegar a la conclusión que él se está construyendo a sí mismo y logra elaborar una forma de ser”.