499 problemáticas barriales
Hace muchos años que los barrios de la ciudad de Río Gallegos deben enfrentarse diariamente a diversas problemáticas que, a pesar de implementarse ciertas medidas, continúan aquejando a los vecinos.
Los hechos de vandalismo, la inseguridad y la sobrepoblación canina, son tan sólo algunas de las problemáticas que atraviesa, día a día, el vecino del barrio 499 de la ciudad de Río Gallegos. Si bien con el pasar de los años se han ido aplicando diversas medidas para disminuirlas, aún queda mucho trabajo por delante.
Claudio Anaquín, presidente de la Junta Vecinal del barrio 499 de Río Gallegos, dialogó con TiempoSur acerca de las inquietudes que suelen expresar los vecinos respecto a la seguridad del barrio: “Venimos trabajando hace tiempo, las circunstancias han cambiado con respecto a lo que fue la pandemia. Nosotros teníamos un buen trabajo de lo que es seguridad dentro del barrio, que hoy por hoy tiene bastantes falencias. El puesto policial a veces abre y a veces no. Hemos tenido reuniones con los comisarios de la Tercera y con el Comisario General y hemos llegado al acuerdo de que ellos iban a estar abriendo por la mañana y un rato por la tarde. Nosotros lo que más pedimos es el puesto abierto las 24 horas como estaba, y la policía caminando por las calles, más que nada por la seguridad, tanto de las personas del barrio como por la tranquilidad del vecino, ya que lo más importante es saber que cuenta con un policía caminando, que cuando pase cualquier cosa puede ir al puesto policial y avisar, porque no todos tenemos celular, no todos tenemos esos medios”, explicó.
Sobrepoblación canina
Otra de las grandes problemáticas que atraviesa el barrio 499 es la sobrepoblación de canes, la cual es causada tanto por el abandono de los perros como por la falta de castración y responsabilidad por parte del vecino: “Necesitamos más control animal por parte del municipio, porque hay muchos perros sueltos, hay muchas casas que fueron alquiladas y, cuando los dueños se van, dejan a los perros. Pasa mucho por los pasajes, ya que el barrio está construido de 14 pasajes”, agregó Anaquín.
Dichos perros no sólo pueden representar un peligro para los vecinos que circulan por el lugar, pudiendo causar mordeduras y ataques, sino que también contribuyen a la proliferación de basura en el barrio.
“Nosotros acá en el barrio teníamos una cantidad inmensa de perros y antes de la pandemia realizamos con el municipio castraciones. Si bien la castración es algo para el momento, sirve a futuro. Si nosotros no hubiéramos hecho esas castraciones con el municipio, las cuales fueron como 700, hoy habría el doble o el triple de animales”, añadió el referente barrial.
Al ser consultado por este medio acerca de qué otras falencias padece el barrio, Anaquín hizo especial hincapié en la “rotura en el tanque de agua, el cual pierde. No ha llegado a perder tanto como en años anteriores, hasta se nos ha rebalsado la calle 17 de Octubre, pero es un peligro, al igual que la falta de agua” y en la dificultad que puede significar para los adultos mayores la falta de nivelación del suelo ante la pronta llegada del invierno.
El vandalismo, moneda corriente
En el mes de enero la Junta Vecinal del barrio denunció un hecho de extremo vandalismo en las instalaciones de la sede de la Junta Vecinal del barrio, en donde la estructura fue notablemente dañada y muchos de los objetos que se encontraban en su interior fueron sustraídos por autores desconocidos: “Lo que es el vandalismo pasa en todos lados, lamentablemente lo que es la educación sale de la casa. Ese fue un vandalismo que nos viene llegando hace rato. Nosotros ahora estamos trabajando y tratando de armar las rejas para ponerle y los culpables no aparecen, está todo bajo denuncia. Han robado cosas y algunas se han encontrado, pero después han roto todo. Está perfecto que se actúe, hay que actuar de alguna manera para que estos inadaptados paguen lo que hacen”, expresó.
Al ser consultado por este medio acerca de que si considera que las nuevas medidas sancionarias en contra del vandalismo hacia el patrimonio ciudadano servirán para disminuir el mismo, Anaquín expresó que cree “que sí, porque es la única manera. Si son mayores de edad, tendrán que cumplir y, si son menores de edad, tendrán que cumplir los padres. La única forma es que les toques el bolsillo o los castigues como tiene que ser”, concluyó el presidente de la Junta Vecinal.