Autos en mal estado, un peligro para la comunidad
El reciente fallecimiento de un menor que fuera embestido por un automóvil en evidente estado de dejadez, despierta el debate respecto a la presencia en las calles de vehículos que no se atienen a los requisitos mínimos para la circulación. Una situación que en Río Gallegos, se controla muy poco.
En las últimas horas, las condiciones de deterioro en las que circulaba un Ford Falcon que terminaría atropellando y quitando la vida a un menor en inmediaciones del Barrio Juan Pablo II, despertó la indignación de los vecinos ante la falta de control respecto a las condiciones en las que muchos vehículos circulan en la capital. Dichas condiciones están normadas por ordenanzas municipales, pero principalmente por la Ley Nacional de Transito N° 24.449, a la cual la provincia de Santa Cruz y la Municipalidad de Río Gallegos, están adheridas.
Dicha legislación, en su artículo 30, especifica los “requisitos para automotores”. Entre ellos, se destaca la obligatoriedad de “correajes y cabezales normalizados o dispositivos que los reemplacen (cinturones de seguridad)”. Pero además, por ejemplo, la implementación de “paragolpes y guardabarros o carrocería que cumpla tales funciones; sistema autónomo de limpieza, lavado y desempañado de parabrisas; sistema retrovisor amplio, permanente y efectivo; bocina de sonoridad reglamentada; protección contra encandilamiento solar; dispositivo para corte rápido de energía; traba de seguridad para niños en puertas traseras”, como requisitos básicos. Asimismo, también reglamenta que “el sistema de mandos e instrumental dispuesto del lado izquierdo, de modo que el conductor no deba desplazarse ni desatender el manejo para accionarlos, contendrá: tablero de fácil visualización con ideogramas normalizados; velocímetro y cuentakilómetros; indicadores de luz de giro; testigos de luces alta y de posición”, todos en perfecto estado de funcionamiento.
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Justamente, respecto al sistema de iluminación, estipula que “los automotores para personas y carga deben tener: faros delanteros de luz blanca o amarilla en no más de dos pares, con alta y baja; traseras de color rojo; laterales de color amarillo a cada costado, en los cuales por su largo las exija la reglamentación. Enumera, también: luces de giro intermitentes de color amarillo delante y atrás: luces de freno traseras de color rojo, encenderán al accionarse el mando de frenos; luz para la patente trasera; luz de retroceso blanca; luces intermitentes de emergencia, que incluye a todos los indicadores de giro”.
No menos importante entre otros requerimientos, además, deben “ajustarse a los límites sobre emisión de contaminantes, ruidos y radiaciones; estar dotados de por lo menos un dispositivo o cierre de seguridad antirrobo”. Claro está, una serie de requisitos que no todos los automóviles cumplen en la capital provincial, según reafirmó a TiempoSur el juez de Faltas, Norberto Fernández. Y así quedó evidenciado en el siniestro fatal del pasado día lunes.
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“Hay distintas ordenanzas donde se regulan las condiciones que deben tener los vehículos: luces, polarizados, condiciones en general. Pero a su vez, está la Ley Nacional de Tránsito que norma el estado de circulación que deberían tener”, comentó el funcionario, remarcando que “esto debe controlarse, pero no hay mucho control en particular de las condiciones. Sí se observa en el tema de luces, falta de paragolpes, pero no mucho mas que eso”.
Por otro lado, manifestó que “está a la vista que el Ford Falcon que atropelló al menor no tendría que haber salido a la vía pública, pero sí hay bastantes autos en estas condiciones en la ciudad”. Y cerró: “De todas formas, esta situación va más allá. Hay una irresponsabilidad del conductor por el uso del auto y, además, hay negligencia e imprudencia del conductor del vehículo”.